miércoles, 30 de mayo de 2007

El Neopopulismo amenaza el Banco Central Europeo y otras yerbas.

Las ideas deslabazadas y esporádicas que, en lo económico, ha ido soltando el nuevo inquilino del Elíseo apuntan en direcciones coincidentes: salvaguardar los sectores productivos europeos, mantener la protección agrícola, poner coto al denominado “dumping” fiscal de terceros países que tienen fiscalidades mucho más bajas para reforzar su capacidad competitiva inundando el mercado europeo de productos industriales y pararle los pies al Banco Central Europeo (BCE), una institución que cuenta, a su juicio, con un exceso de autonomía en la toma de sus decisiones monetarias.

Es decir, un acendrado tufillo intervencionista y protector, que dista bastante de la estrategia de ruptura con la que se presentó en los últimos meses el personaje.

Algunas de estas pretensiones han sido formuladas con vaselina.

No ha dicho taxativamente que el BCE deba ser limitado en sus funciones sino que Europa necesita un Gobierno económico y que ese supragobierno debe tener potestad para dar sus opiniones en materia monetaria, asunto que no debe ser —según Sarkozy— de la exclusiva competencia del BCE, a pesar de que el actual presidente sea precisamente un ciudadano francés, muy aferrado por cierto a la autonomía de la institución que gobierna.

En el plano empresarial, Francia parece más preocupada por salvaguardar la propiedad de sus grandes empresas nacionales que por lanzar una ofensiva capaz de plantar cara a las grandes multinacionales en los diversos rincones del Planeta en los que se juega ahora mismo el futuro.
http://www.estrelladigital.es/a1.asp?sec=opi&fech=30/05/2007&name=primo


El presidente Nicolas Sarkozy está haciendo esperar a la elite empresarial del país, pese a su enérgica actitud en favor de un mercado libre.

Sarkozy
señaló su decisión de devolver a Airbus, la empresa aeronáutica, a su gloria pasada, pero otros proyectos industriales, menos glamorosos, se apilan en su escritorio.

Pierre
Boucheny, un analista de Kepler Equities en París, señaló que aunque Sarkozy tiene grandes deseos de poner a Airbus nuevamente en marcha, "El es primero y principal un pragmático.
Y aunque cree en el mercado, también considera que el estado tiene un papel que desempeñar".
http://www.elnuevoherald.com/316/story/46131.html

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró hoy que pretende reducir la deuda y el déficit públicos con una política que no sea "de austeridad y sacrificios" ni que suponga imponer un "racionamiento" presupuestario.

"El problema de Francia es que no trabaja bastante, por eso quiero revaluar el trabajo", dijo Sarkozy en alusión a su lema ya famoso de "trabajar más para ganar más".

Con la premisa de que el trabajo crea trabajo, el líder francés defendió su proyecto de cambios fiscales para favorecer las horas extraordinarias.

"Pero que no cuenten conmigo para una política de austeridad y sacrificio que ahogaría la actividad económica, destruiría el empleo, disminuiría el poder adquisitivo y perjudicaría a los más modestos", afirmó el presidente.

http://ve.invertia.com/noticias/noticia.aspx?idNoticia=200705291759_EFE_FC2103




Como vemos, La Nación, Ámbito y Clarín se siguen haciendo los giles con Sarko, y mandan fruta con Rajoy y Il Cavaglieri