jueves, 23 de octubre de 2008

El Colapso Republicano, recordando al Marxista Federico Pinedo.


Juro que nunca pensé que nuestra Clase Dirigente, de matriz Republicana, se rendiría total y absolutamente.

Con la difusión masiva del video del general sobre el saqueo de las Cajas de Jubilación liquidaron el periodo 55/73.

Porque en la volteada no caen solamente la Libertadora o la Revolución Argentina; también les toca a Frondizi, Guido e Illia.

Abrieron la caja de Pandora del Revisionismo, y sus héroes cívicos van a salir muy mal parados.

Creo que no exagero si digo que Perón y Federico Pinedo se ubicaron en vida en posiciones antagónicas.

Aunque, paradójicamente, tomaron o plantearon medidas muy similares.

La diferencia fundamental estaba en los beneficiarios de sus decisiones.

Veamos algunos ejemplos.

1/ Intervención del Estado, el Socialista Independiente fue el creador del Estatismo durante el Gobierno del Radical Antipersonalista Justo.

La imagen superior, hacer clic en ella para agrandar, nos da las leyes y/o decretos de la creación de los Organismos y su fecha de creación.

La tome una fuente insospechable y neutral, el Abuelo Económico en este post, hacer clic.

2/ La industrialización y despegue de Gran Bretaña, con el plan Pinedo de 1940.

Este panorama del comercio exterior argentino confirmaba que los cambios generados por la crisis de 1930 se tornaban cada vez más profundos y que la vuelta a la situación anterior a la crisis se hacía cada vez más remota.

Mientras las exportaciones tradicionales parecían tener pocas perspectivas en el largo plazo, una vez que pasara la coyuntura bélica que temporalmente estaba beneficiando a los ganaderos, las exportaciones industriales argentinas parecían tener un horizonte mucho más prometedor a futuro.

La opción por las exportaciones industriales implicaba la profundización de los cambios de política económica provocados por la crisis de 1930: mayor intervención del Estado en la regulación económica y también un mayor cierre de la economía local. (2) 

En cuanto a la política doméstica, también tuvo su impacto sobre las relaciones económicas anglo-argentinas.

En noviembre de 1940, Federico Pinedo, designado Ministro de Hacienda por el presidente Ramón Castillo, propuso un Plan de Reactivación Económica que, de haber tenido chances de ser respaldado políticamente, habría clausurado el férreo bilateralismo con el Reino Unido impuesto por los tratados Roca-Runciman de 1933 y Malbrán-Eden de 1936.  

El Plan Pinedo propuso, como salida a las dificultades que la guerra generaba en la economía argentina, tres objetivos:

 a) insistir en la compra de las cosechas por parte del Estado, para sostener el precio de las mismas;

b) estimular la construcción pública y privada, por su efecto multiplicador sobre muchas otras actividades de la economía; y

c) incentivar la producción industrial.

Pinedo sostenía que si el comercio exterior seguía siendo la "rueda maestra" de la economía, las actividades industriales, "ruedas menores", contribuían al equilibrio general de dicha economía.

Pinedo advirtió claramente el problema de una economía excesivamente cerrada en sí misma y propuso estimular las llamadas "industrias naturales", que elaboraran materias primas locales y las exportasen a mercados tales como los países vecinos y Estados Unidos.

Por esa vía, a largo plazo, la Argentina solucionaría el problemático déficit comercial que mantenía con el país del Norte, que indudablemente se incrementaría a la par del crecimiento del sector industrial argentino, y, con este último, el aumento de la demanda de insumos, máquinas, repuestos y combustibles, elementos de los cuales el mercado norteamericano era el principal proveedor. 

La propuesta no preveía que la Argentina interrumpiera su provisión de alimentos a Gran Bretaña, país que pagaría estas compras entregando de manera gradual sus ferrocarriles instalados en la Argentina.

A la vez, la Argentina podría adquirir de Estados Unidos sus necesidades de productos manufacturados, para lo cual el gobierno argentino recibiría del país del Norte un préstamo de 110 millones de dólares.

De haberse concretado en la práctica la propuesta de Pinedo, ésta habría implicado una modificación de los términos de la relación triangular Argentina-Gran Bretaña-Estados Unidos y una inserción de la Argentina en el mundo sustancialmente distinta a la de las décadas anteriores.

El plan exigía un Estado con instrumentos de intervención económica poderosamente desarrollados, que pudiese movilizar el crédito privado y orientarlo hacia inversiones de largo plazo, entre ellas las industriales.

Además, dicho plan preveía un estímulo a las exportaciones de productos manufacturados a través de sistemas de reintegros, leyes contra el dumping y una intensa promoción del intercambio. (3)  

Fuente el CEMA, hacer Clic aquí, les recomiendo leer TODO el Articulo, no tiene desperdicio.

3/ La Cuestión Social y el Marxismo

El diputado socialista José Luis Pena afirmó:

"El ministro de Hacienda no es responsable de esta situación -enfatizó- pero es responsable de buscar soluciones para sacar a flote situaciones personales y de clase".

"Este gobierno -que no ha sido capaz de ocuparse de la situación desgraciada de millares de hombres que no encuentran trabajo y que están viviendo a lo largo de las vías ferroviarias, debajo de una arpillera y que uno no sabe cómo comen ni viven; este gobierno que no ha organizado nada para aliviar la situación desgraciada de este conjunto enorme de trabajadores, concibe, sin embargo, este plan para aliviar la situación de algunos privilegiados".

Terminó reprochándole al ministro de Hacienda el cambio de sus ideas monetarias, pues mientras fue afiliado socialista pensaba sobre esas materias como lo hacía el partido al que pertenecía.

"El señor diputado Pena me increpa por la supuesta defección a mis viejas ideas de antiguo exégeta de Marx -contestó Pinedo-, convertido ahora en el defensor de los peores intereses oligarcas y conservadores.

Y no hago con eso sino volver a lo que fui: un socialista oligarca.

Oligarca por naturaleza, socialista por convencimiento; sigo creyendo, no obstante mi posición en la política y mi posición en el gobierno, que no estamos en un Estado perfecto.

Sigo viendo las fuentes de privilegio donde las vi siempre; sigo considerando legitimo lo que consideré legítimo.

Me aparté en el campo político del árbol que no da frutos.

Pensé que si se habían secado algunos fuertes organismos, también habían perdido su lozanía otros, y que en esas circunstancias lo que era el deber de los argentinos, lo que era el deber de los hombres que ocupan un lugar en el terreno político de la República era formar la fuerza gobernante capaz de encauzar a este país por sendas de progreso".

Fuente Magicas Ruinas, hacer clic

4/ Las Leyes Ómnibus a Libro Cerrado y el “trust de cerebros”

Los efectos de la crisis económica tampoco se habían disipado con las medidas aplicadas por el ministro de Hacienda en sus primeros meses de actuación.

Fue entonces cuando tomó estado público la existencia de un trust de cerebros -así lo llamaban los diarios- que asesoraba a Federico Pinedo.

Se trataba de un grupo de jóvenes representantes de una concepción menos ortodoxa para encarar las cuestiones económico-financieras, entre los que se encontraba Raúl Prebisch.

Ese equipo en menos de dos meses mandó al Congreso seis proyectos: creación del Banco Central, Ley de Bancos, Instituto Movilizador, Ley Orgánica del Banco Hipotecario, Ley Orgánica del Banco de la Nación y Ley de Organización de las instituciones mencionadas.

Niemeyer remitió desde Londres una carta a Pinedo en abril de 1934, documento transcrito por primera vez por Raúl Scalabrini Ortiz en su libro Política británica en el Río de la Plata, señalando la urgencia de la sanción de los proyectos bancarios y monetarios, así como el método a emplear.

"En fin, me esfuerzo, en convencerle de que es más fácil en una operación la sanción de todas las leyes, que en varias etapas.

Cualquier controversia -le advertía- que se suscite, puede ser tratada con mayor eficacia con un paso decisivo, que por una serie de pasos que prolonga la controversia y que, a causa de ser irresoluto no aseguran los beneficios que es la mira de toda la Nación".

De acuerdo con el consejo de Niemeyer, la sorpresa y la fecha de entrada de aquel manojo de leyes en el Senado (ingreso verificado el 18 de enero de 1935, quince días después que el radicalismo abandonara la abstención electoral) eran dos términos claves para el éxito, y los hechos posteriores certificaron que se aplicó el criterio del experto inglés.

Fue en pleno verano, con los legisladores de vacaciones y las actividades generales en receso, cuando el gobierno provocó un debate de tanta trascendencia.
Lisandro de la Torre la señaló admonitoriamente:

"Los proyectos en discusión, preparados sigilosamente por el Poder Ejecutivo, fueron traídos a esta Cámara 'ex abruto', con la intención de tratarlos en sesiones extraordinarias, convocadas para otros objetos, y se pudo ver desde el principio el deseo de imprimir a su sanción una velocidad vertiginosa.

Llegó a pretenderse que se debían despachar y sancionar en 48 horas.

Un modus operandi tan extraño -acotó el senador santafesino- sugirió la sospecha de que se deseaba dificultar el debate, y evitar los esclarecimientos amplios exigidos por la trascendencia de los proyectos y por sus notorios proyectos.

Finalmente se nos acordaron piadosamente cinco días para estudiar los proyectos complejos que trasforman fundamentalmente el régimen monetario y bancario de la Nación".

Fuente Mágicas Ruinas; hacer clic

2 comentarios:

Lisandro dijo...

Abren la caja de pandora?, si no contextalizan, no debaten, no amplian, mostraron el video recortado como si Perón fuera un defensor de las AFJP y chau a otra cosa. Le parece Manolo que se abre el debate?

manolo dijo...

Lisandro
Si tienen que recurrir a Peron para defender sus intereses es la mejor señal que no tienen nada.
Un abrazo