sábado, 30 de mayo de 2009

Cordobazo, Poder Popular y el peronismo como Karma.


De acuerdo con varias religiones orientales, el karma sería una energía metafísica (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas.

De acuerdo con las leyes del karma, cada una de las sucesivas reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores.

Es una creencia central en las doctrinas del ayyavazhi, el budismo, el hinduismo y el jainismo.

El sustantivo sánscrito kárman significa ‘acción’.

Proviene de la raíz kri: ‘hacer’ (según el Unādi Sūtra4.144).1 

Es errónea la etimología karana: ‘causa’ y manas: ‘mente’, en boga en Occidente.

Aunque estos credos expresan diferencias en el significado mismo de la palabra karma, tienen una base común de interpretación.

Generalmente el karma se interpreta como una «ley» cósmica de retribución, o de causa y efecto.

Wikipedia, hacer clic aquí.

 

Se cumplen hoy 40 años de la experiencia de organización y lucha popular sin hegemonía del peronismo, que marcó a fuego la dinámica del proceso político social que impulsaría el desarrollo de las organizaciones armadas de los años setenta y que, finalmente, gran paradoja histórica, culminaría con el regreso definitivo de Perón al país, tras dieciocho años de exilio y proscripción.

Artemio López, hacer clic aquí.

 

El planteo Critico del Compañero Menchevique puede ser aplicado a cada quiebre de los últimos 65 años; y en cada uno de ellos se produce la gran paradoja histórica.

Si en los 40, Borlenghi y Bramuglia hubieran ganado la discusión interna del PS, Perón hubiera sido el 1º Presidente Socialdemócrata de America.

O si Sabattini hubiera sido mas perspicaz y menos provinciano, la formula ganadora podría haber sido Perón Illia.

En el 55; si solo se hubieran conformado con la expulsión del Tirano Prófugo, manteniendo las leyes sociales; el peronismo se hubiera convertido en un partido laborista.

O en los 70, como relata Amorin:

“En abril de 1973, Perdía, Quieto y Firmenich se reunieron con Perón en Madrid.

Al respecto, Perdía escribió:

“…(Perón) destacó que los próximos cuatro años debíamos utilizarlos para aprender a gobernar y asegurar un eficaz trasvasamiento generacional en el movimiento y en el país.

Manifestó que asumía la responsabilidad de asegurar que, progresivamente, se nos fueran asignando crecientes responsabilidades.

Argumentó sobre la necesidad de avanzar en la organización popular y (...) veía en las tareas de promoción social una manera eficaz para darle continuidad a nuestra organización. (...)

El general Perón le manifestó en esa oportunidad (a Bidegain) la conveniencia de integrar a su próximo gabinete a algunos muchachos de la JP, para que se vayan acostumbrando a gobernar”.

Notemos, en estas palabras relatadas por el propio Perdía, que Perón:

1) aceptaba la continuidad de la existencia de Montoneros como tal aún después de establecido el gobierno popular y aún más allá del período constitucional de gestión peronista;

2) nos ofrecía, como Organización, hacernos cargo del trabajo social (léase, el Ministerio de Bienestar Social el cual, ante nuestro rechazo, quedó en manos de López Rega) para construir organización popular lo cual, sin dificultad alguna, se interpreta como organización política.

Trabajo social: construir barrios populares, armar cooperativas, desde abajo impulsar cultura, llegar hasta el último rincón del país y organizar a su gente.

Esto, que constituye la mayor ambición de cualquier corriente política en el seno de una gestión gubernamental políticamente heterogénea, significaba, nada más ni nada menos, que fortalecer el crecimiento de nuestra Organización en las bases peronistas y, con ello, darnos una auténtica posibilidad de lograr, en cuatro años, la hegemonía política del movimiento peronista.

Nos heredaba el movimiento, nos ofrecía el futuro porque, digámoslo de una buena vez, el presente era él, el propio Perón.

La conducción nacional de la Organización, jamás informó a sus cuadros de esta oferta -político-estratégica en relación con nuestro futuro de cabo a rabo- la cual, por lo tanto, no tuvo oportunidad de ser debatida”.

En 1983, 1989, 1999 y 2003 suceden situaciones similares; existen condiciones óptimas para superar política y socialmente al hecho maldito; pero se termina paradojalmente con un nuevo avatar de este.

Lebenshon, Frondizi, Frigerio, Alende, Lanusse, Tosco, Salamanca, Alfonsín, Cafiero, Angeloz, Menem, Bordón, Chacho Álvarez, Cavallo, Duhalde, etc.

Eran hombres capaces; y la mayoría de los no P eran, y son, individualmente superiores a los P.

¿Por qué entonces estos fracasos seriales?; y no hablo solo de los de afuera, sino también de aquellos P que intentaron integrar, normalizándolo, al Sistema.

Cuando me sume a la blogosfera, mediados del 2006, me impulsaba la bronca de que nos dieran por extinguidos.

Asumirse como peronista era una extravagancia, y el pejotismo era un tigre de papel.

Tres años mas tarde, las elecciones de ½ mandato se convierten en una interna general, que en ultima instancia es una preliminar para el 2011.

¿Reitero, por qué fracasaron los que parecían tener el futuro agarrado de las bolas, según el léxico de los 70?

López Murphy diluyo sus 3 millones de votos; Carrio pasó de ser la gorda provinciana y periférica a ser la “gordi” de Tía Vicenta.

Menem y Duhalde terminaron convirtiéndose en lobbistas.

Ibarra se transmuto en Macri.

Los Transversales y la Concertación Plural, que debían suplantar a la decadente bosta peronista; terminaron, o terminaran, en la trinchera de la Oposición al hecho maldito.

Mientras tanto, este ultimo, va por su enésima metamorfosis; ¿7º, 8º o 9ª peronismo?

Como en la mitología del hinduismo, va de avatar en avatar.

El Compañero Exequiel explora las posibles características de la próxima encarnación, hacer clic aquí.

Si las experiencias anteriores sirven para entender los fracasos, seriales, de los intentos de superacion; debemos encontrar por lo menos una constante que sirva de hilo conductor.

1/ ¿Como se sintieron quienes enfrentaron, y enfrentan, a “Legion” (gran chicana de Abel)?

“Se sienten, en el fondo de sus corazones, injustamente derrotados por “políticos mediocres” y “burócratas clientelísticos”.

Ellos, los príncipes de la nueva política, eficientes y limpios, pasaron por la universidad y conocen el mundo: son muy viajados.

“¿Cómo puede ser que nos derroten estos políticos de cabotaje, estos impresentables de siempre?”, se preguntan.

2/ ¿Cuales son los principales agravios que le enrostran a los impresentables de siempre?

“Para empezar, su voluntad de poder.

El peronismo no tiene un puñadito de dirigentes destacados: tiene cien candidatos potables en las gateras, con ganas de comerse la cancha.

No es dogmático y principista: acoge en su seno a hombres ubicados en las antípodas ideológicas, aunque dispuestos, por las buenas o por las malas, a aguardar su turno y a trabajar coordinadamente cuando la tormenta arrecia y cuando el que manda tiene claro el horizonte y buena sintonía con la mayoría electoral.

Casi nadie, por cuestiones del pasado, queda fuera del colectivo, y nadie se rasga las vestiduras por hacerse amigo de un enemigo de antes, o por codearse con un dirigente que piensa el país desde la otra orilla”

La hora de los no políticos, de Jorge Fernández Díaz, hacer clic aquí.

Traducido a porteño; la constante es que son una caterva de amorales mediocres, que son capaces de cualquier cosa, guiados por su Voluntad de Poder.

Una disgresion para volver a los 70, y en palabras de Amorin:

“Desde otra mirada, más íntima, un comentario de Dante Gullo, contribuye a dar una respuesta:

“Lo mejor que le podía pasar a un joven era ser militante.

Entonces, entre estar militando en la villa, en los barrios, en las columnas, en las tareas de solidaridad o un cargo de diputado, se elegía sin dudar lo primero.

Al compañero que se le ofrecía un cargo era como una ofensa… porque todavía no habíamos hecho una síntesis entre lo que era el partido y nuestra práctica como movimiento.

El movimiento nos brindaba la posibilidad de estar con la Argentina y los argentinos en cualquier lugar.

Era una tarea de militancia, noble, solidaria, desinteresada.

Lo otro era como que de repente te obligaban a ponerte corbata, a vestirte de funcionario.

Una anécdota: se estaban discutiendo los cargos y le pido a un compañero, Pietragala, que vaya a las reuniones y pelee el 25 % de los cargos que le correspondían a la Jotapé.

Aceptó a regañadientes pero, en lugar de ir a discutir los cargos en el partido, se iba a militar a los barrios o al gremio telefónico.

Entonces, los otros sectores interpretaron que la juventud no concurría como forma de presionar por más cargos.

A la semana me vienen a ver.

‘Nos entregamos’, me dijeron.

‘¿Se entregan por qué?’.

‘Porque si ustedes quieren más cargos, estamos dispuestos a darles el 25 % y algunos cargos más’.

Yo, no sólo no entendía nada sino que me decía en qué problemas nos ponen estos tipos, si apenas podemos cubrir el 25 %”.

Lo cierto es que en 1973, muy pocos compañeros estaban preparados para pensar un futuro político desde un lugar de poder que no fuera el de la movilización popular o, en su caso, “el que surge de la boca de un fusil”.

Para la mayoría resultaba inconcebible la posibilidad de construir poder desde las instituciones.

En nuestra experiencia, el poder se tomaba: desde nuestro lado, como el Palacio de Invierno o la entrada en la Habana y, desde el otro, como los militares con sus golpes de estado.”

Volviendo al tema; para el Peronismo el Poder no se toma, ni se acumula, se construye.

Recordemos que kárman significa ‘acción’, “Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar”.

Perón se refería al Militante como un realizador, que también debía ser un predicador, a través de las obras; “la Única Verdad es la Realidad”.

Auyero llamo a los militantes de base “solucionadores de problemas”, cuando otros los llaman punteros clientelistas.

Pero esa construcción siempre esta en peligro de diluirse, y lo que se denomina Voluntad es en realidad Necesidad.

Esa Necesidad de seguir resolviendo sobre la marcha, aniquila los escrúpulos ideológicos; solucionar o morir, en sentido político.

Doy dos ejemplos históricos extremos; todos conocen la obra del Compañero Ramón Carrillo, el mejor ministro de Salud de la Historia Argentina.

Ahora bien, Ideológicamente Carrillo esta a la DERECHA del Compañero Cardenal.

Como mínimo seria un furioso objetor del aborto, aunque en profilaxis social defendería como ultimo recurso el Condón.

Preferiría en cambio una Educación Sexual responsable, basada en el Amor y el Respeto por la pareja.

Estaría en contra de los matrimonios homosexuales, porque esa institución social tiene, en última instancia, la función de criar y proteger la procreación.

¿Se imaginan a Binner, Ibarra, Heller, Sabbatella, Chacho Álvarez, Lozano o Bonasso; nombrándolo Ministro Nacional de Salud?, para que replique su obra de 1946/54.

El otro ejemplo de signo contrario, la fuga MOVIMIENTISTA de Ushuaia en 1957.

Jorge Antonio, el financista, y Patricio Kelly, la Derecha dura del peronismo; ya tenían preparada la fuga del Penal del Fin del Mundo a mediados de 1956.

Pero si lo hacían a titulo individual no tenia sentido político.

Entonces esperaron la llegada de J W Cooke, Conducción Táctica del Movimiento, y sucesor de Perón en caso de su asesinato.

Para lograr el mayor impacto, y ser reconocidos como presos políticos por el concierto latinoamericano, sumaron a los siguientes personajes.

José Espejo, ex Secretario General de la CGT.

Héctor Cámpora, ex Presidente de la Cámara de Diputados.

Junto a JWC representarían, como conjunto, la totalidad del Movimiento.

También era de la partida José Gomis, del Sindicato de Petroleros; era su gremio el que aportaba el elemento humano, los baqueanos de la zona.

El Tío Campora estaba aterrado; si los capturaban serian ejecutados en el acto.

Pero existía un rulo extra, que entenderían perfectamente los militantes de los 70.

En caso de ser necesario; Jorge Antonio, Espejo, Kelly y Campora debían sacrificarse para que Cook y Gomis llegaran a Chile.

O sea, resistir hasta la última bala, para preservar la Conducción.

Es comprensible que Don Héctor, como cualquier hombre de mediana edad que nunca empuño un fierro, buscara argumentos para no ser de la partida.

Pero como el único que lo superaba en grado era Tessaire, y no estaba a mano, debía cumplir con la obligación militante. 

Kárman de la raíz kri: ‘hacer’ (según el Unādi Sūtra4.144).1; o como dicen en las películas de vaqueros, “uno debe hacer lo que se debe hacer”, con quien se tenga a mano, sin importar las restricciones materiales o ideológicas.

El Pueblo no comprende la típica justificación burguesa, “No supe, no puede, no quise”; en cualquiera de los tres casos corresponde dar el paso al costado y dejar que otro lo intente. 

Resumiendo, Poder es realizar, resolver, solucionar.

Esto te lleva a la Necesidad, no la Voluntad; de manejarte, aun a pesar de las restricciones, con lo que hay a mano.

Como Peron le señalo a la M, cuando no son necesarios los fusiles, construir organización popular…, se interpreta como organización política.

Trabajo social: construir barrios populares, armar cooperativas, desde abajo impulsar cultura, llegar hasta el último rincón del país y organizar a su gente.

Esto, que constituye la mayor ambición de cualquier corriente política en el seno de una gestión gubernamental políticamente heterogénea, significaba, nada más ni nada menos, que fortalecer el crecimiento de nuestra Organización en las bases peronistas y, con ello, darnos una auténtica posibilidad de lograr, en cuatro años, la hegemonía política del movimiento peronista.

Pero para eso te obligaban a ponerte corbata, a vestirte de funcionario.

Hoy, con la experiencia del 2001, parece algo elemental; pero sin embargo los no P, no importa si son de Izquierdas o Derechas, lucidos u obtusos, siguen en su burbuja de gas.

El Compañero Luciano, de Desierto de Ideas, realizo dos post sobre su pago.  

De Cómo el Frepaso Gobernó Lomas de Zamora (I): la Construcción Política

De Cómo el Frepaso Gobernó Lomas de Zamora (II): la Gestión Municipal (1999-2001)

No solo es una análisis brillante del fracaso, ES UN MANUAL DE LO QUE NO SE DEBE HACER.

Habría que imprimirlo para que fuera de lectura obligatoria en todas las escuelas de cuadros.

Porque es inevitable la comparación entre Tachuela y Pi Pío; desde el mismo lugar físico e institucional, una Municipalidad de la GBA, uno llego a la máxima magistratura en medio de la peor Crisis de la Argentina; y el otro desbarranco miserablemente.

Ojo, porque el equipo original de Duhalde en el 83 nunca se destaco por su brillantez Intelectual, o una formación ideológica y profesional sólida.

Muchachos, ¡hablamos de Toledo, Mercuri, Giannettasio, Chiche Duhualde, et al!

El argumento de la excepcionalidad peronista, frente a la “normalidad” no P, no resiste el mas mínimo análisis desprejuiciado.

Cometen los mismos errores una y otra vez, se niegan a hacerse cargo de las propias macanas, no saben que hacer cuando la Realidad cachetea a sus Teorías.

Les falta la flexibilidad, y capacidad de autocrítica, que cualquier colectivo social y político necesita para responder exitosamente a los desafíos.

Así llegamos a la suprema superstición de la burguesía argentina, solo los peronistas pueden gobernarla en momentos de Crisis.

Ahora todos se animan a ser Presidenciables; pero si lo lograran, y nos empieza a afectar las crisis externa, con la misma velocidad que nos mandarían a Devoto; pedirían a gritos nuestro regreso.

Porque solo se tienen confianza en situaciones optimas, que es cuando hacen pata ancha, y se suben al pulpito para pontificar sobre los Valores Eternos.

Pero cuando las papas queman, y hay que poner el cuerpo, rajan; desertan, se esconden; esperando que los Impresentables del hecho maldito resuelvan a los ponchazos.

Como en el 89, o el 2001; eso si, después salen a decir que hasta ellos, con el diario del lunes, lo hubieran realizado mejor.

En fin, sin usar el temido “lampazo doctrinario” (Artemio), ni el pensamiento mágico de los liberales (el culo peronista).