jueves, 26 de noviembre de 2009

Impotencia o Decisión Política; Maurice Duverguer, 1992.

MAURICE DUVERGER 03/12/1992

En casi toda Europa vuelve a plantearse con más o menos virulencia el problema de la fórmula de escrutinio.

El Parlamento de la Comunidad ha empezado a trabajar de nuevo sobre el sistema electoral uniforme que todavía no ha logrado elaborar desde 1976, cuando se decidió que los diputados europeos serían designados por sufragio universal.

En Italia es urgente y crucial una reforma: exige la reconstrucción de un Estado en plena descomposición, cuyas instituciones están paralizadas por una fórmula proporcional que hizo que la primavera pasada entraran en el Senado y en la Cámara de los Diputados 16 partidos, 11 de los cuales contaban con más de 10 diputados.

Más que nunca, la península lleva hasta la caricatura ese modelo de la Europa de la impotencia política, en la que los Gobiernos están paralizados por sus divisiones y los ciudadanos se ven privados de la posibilidad de elegir una mayoría y sancionarla si desmerece.

En Holanda, en Bélgica, en Dinamarca, en Luxemburgo, el mal se soporta mejor gracias a la exigüidad geográfica y a la tranquilidad nórdica.

En la Europa de la decisión, donde mayorías homogéneas y estables gobiernan durante toda una legislatura bajo la amenaza de una alternancia decidida por los electores, tampoco deja de plantearse la cuestión de la fórmula de escrutinio.

El pasado mes de abril, el Partido Laborista y los demócratas-liberales anunciaron una modificación del sistema inglés si ganaban juntos las legislativas.

En julio, el Gobierno de París encargó a un grupo de trabajo que unía a politólogos y diputados de todos los partidos que preparase una enmienda del sistema para evitar que ese 30% aproximado de electores que vota a los ecologistas o al Frente Nacional se vea privado de una representación.

No obstante, el Reino Unido y Francia cuentan con los mejores mecanismos electorales disponibles con arreglo a una ciencia política que, en este aspecto, es menos imprecisa que casi todas las demás.

Desde que se enunciaron en este ámbito, hace ya casi medio siglo, tres relaciones fundamentales que los norteamericanos denominan comúnmente "leyes de Duverger", todo el mundo sabe que la fórmula de escrutinio británica de mayoría a una vuelta tiende a reducir la representación política a dos partidos, y que la fórmula de escrutinio francesa de mayoría a dos vueltas admite más partidos, pero tiende a agruparlos en dos alianzas.

La última sigue siendo la más confusa.

Decir que la proporcionalidad tiende de manera natural a partidos múltiples e independientes unos de otros es algo que abarca en realidad situaciones muy diferentes: las de la República Italiana de hoy, la República alemana de Weimar, la IV República Francesa, marcan la Europa de la impotencia; las de Austria y España corresponden más bien a la Europa de la decisión.

Pero el autor de estas fórmulas siempre ha subrayado que cada fórmula de escrutinio tiene efectos muy diferentes dependiendo de la situación de los partidos del país en el que se introduce.

La proporcionalidad, catastrófica en Berlín de 1920 a 1933, en París de 1945 a 1958, y en Roma desde hace más de 40 años, no impide las mayorías homogéneas en Viena, porque allí se ha instaurado ante dos grandes partidos arraigados desde hace mucho tiempo, demasiado sólidos como para que pueda dividirlos.

España también podría tener que hacer frente a este problema de reforma electoral, si se confirmaran los sondeos sobre las intenciones de voto en las próximas elecciones parlamentarias.

Con tanta distancia, no hay nada seguro.

Pero la perspectiva de un Congreso sin mayoría sigue siendo una espada de Damocles que pende permanentemente sobre la cabeza de las instituciones de Madrid.

Los Gobiernos de Londres y de París tienen aseguradas su eficacia y su estabilidad por la tendencia natural de sus sistemas electorales, mientras que las del Gobierno de Madrid se ven amenazadas por la tendencia natural del suyo.

La limitación de las circunscripciones que introduce un elemento mayoritario en la proporcionalidad no protege a la larga contra los defectos inherentes a ésta.

Francia lo demostró de 1945 a 1958, cuando el marco departamental no impidió la fragmentación.

Las divisiones de una derecha descuartizada por los autonomismos y el prestigio de Felipe González confieren al partido socialista español una posición dominante que se parece un poco a la de los socialdemócratas suecos.

Pero éstos se han visto varias veces privados de mayoría sin que ésta haya sido sustituida por una mayoría alternativa.

Y el PSOE no disfruta del extraordinario arraigo de su homólogo de Estocolmo, sobre todo por el poder de los sindicatos vinculados a éste.

Si España quiere conservar de manera permanente su lugar en la Europa de la decisión, le interesaría examinar el problema de una posible reforma electoral.

Todavía puede hacerlo con tranquilidad, sin la fiebre y la urgencia que perturban a Italia.

Con el escrutinio mayoritario a dos vueltas que constituye la solidez de la V República Francesa podría cotejar dos sistemas nuevos.

En primer lugar, el complejo mecanismo del doble voto alemán, en el que los electores disponen de dos papeletas: una, que sirve para designar la mitad de los diputados en circunstancias individuales mediante un escrutinio mayoritario a una sola vuelta, y la otra, que permite elegir la segunda mitad mediante un escrutinio regional de lista según la fórmula proporcional.

Esta última determina el número total de escaños de cada partido teniendo en cuenta los elegidos de las circunscripciones uninominales, lo que puede llevar a aumentar el número total de diputados: porque hay que compensar los escaños de los partidos cuyo número de elegidos individuales excede el porcentaje establecido por el reparto proporcional.

En Alemania, este sistema mixto ha tenido éxito por la misma razón por la que el proporcional puro lo ha tenido en Austria.

Inmediatamente después de la guerra, los nazis habían quedado aniquilados por la derrota, y los comunistas, por las exacciones del ocupante soviético y la secesión de la RDA impuesta por Moscú.

Sólo quedaban dos grandes partidos -la democracia cristiana y la socialdemocracia- y una pequeña formación liberal.

La bipolarización fundamental que da a los Gobiernos de Bonn una mayoría parlamentaria sólida y homogénea, y que permite a los electores elegirla y sancionarla al final del mandato, no ha sido generada por el sistema de doble voto; existía antes que éste en la sociedad alemana de 1949.

Se ha visto reforzada por el escrutinio en las circunscripciones individuales, donde sólo los dos grandes partidos obtienen representantes.

El dominio de éstos se reflejó en el escrutinio de lista, donde los electores votaron marginalmente a pequeños partidos.

Este sistema aplicado en Alemania desde hace cerca de 40 años acaba por sugerir una cuarta ley, que completaría las tres formuladas un poco antes de su instauración:

"El doble voto alemán tiende a mantener el sistema de partidos preexistente, un bipartidismo inicial que refuerza su lado mayoritario y un multipartidismo inicial que refuerza su lado proporcional".

El sistema de partidos español hace difícil predecir lo que podría resultar de una transposición de la fórmula alemana de escrutinio.

Parece probable que agrave los efectos de la proporcionalidad actual en lugar de atenuarlos.

De otra naturaleza serían los riesgos que podría plantear la transposición del otro gran invento contemporáneo en materia de mecanismos electorales: el de la ley francesa de 1982 para los municipios de comunidades medianas y grandes.

Se trata de un escrutinio de lista a dos vueltas que reparte exactamente los escaños entre la representación proporcional y la designación mayoritaria.

Si una lista obtiene la mayoría absoluta en la primera vuelta, recibe la mitad de los escaños y participa con las otras listas en el reparto proporcional de la otra mitad.

En la segunda vuelta pueden fusionarse dos o más listas de la primera, y la lista que se sitúe en cabeza (sola o fusionada) recibe la mitad de los escaños y participa con las, otras en la distribución de la otra mitad.

Este sistema, ya que no puede funcionar más que en grandes circunscripciones regionales, podría convenir a países muy centralizados, donde atenuaría este defecto.

Pero en España agravaría las amenazas contra la unidad nacional.

En definitiva, en Madrid, como en París, el escrutinio uninominal a dos vueltas sería sin duda la mejor garantía para obtener mayorías estables y fuertes, y una alternancia a merced de los ciudadanos.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/UNIoN_EUROPEA/UNIoN_EUROPEA/PARLAMENTO_EUROPEO/ELECCIONES_EUROPEAS_1994_/12-6-1994/hora/reformas/electorales/elpepiopi/19921203elpepiopi_10/Tes

La estabilidad de los partidos políticos y la cohesión interna de los gobiernos españoles.

RUBÉN RUIZ-RUFINO 30/04/2008

Nunca en nuestra reciente historia democrática habíamos asistido a un debate tan intenso sobre nuestro sistema electoral como el que hemos presenciado antes, durante y después de las últimas elecciones generales.

El penúltimo ejemplo lo hemos visto en la primera sesión del debate de investidura.

Allí, el líder de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, exigió al candidato a la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, una reforma del actual sistema electoral y el líder socialista, por su parte, se comprometió a crear una comisión para estudiar esta posibilidad.

El interés de todo el debate generado en torno al sistema electoral está más que justificado, pues estamos hablando del conjunto de reglas que organizan el aspecto más esencial de la democracia: las elecciones periódicas y competitivas por las cuales elegimos a nuestros representantes políticos.

Sin embargo, cuando hablamos y discutimos sobre el sistema electoral solemos centrarnos en los aspectos más negativos olvidando, creo que injustamente, los importantes logros que ha generado.

Convendría, por tanto, hacer una pequeña reflexión sobre las luces producidas por una de nuestras instituciones políticas que ha permanecido intacta desde el inicio de nuestra democracia.

El sistema electoral español se ha empleado en diez ocasiones desde 1977, y dos han sido sus principales consecuencias positivas.

En primer lugar, hay que destacar la escasa fragmentación del sistema de partidos.

Así, el Congreso de los Diputados ha estado fundamentalmente dominado por dos grandes partidos que se han alternado en el poder, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP), y una serie de partidos menores, fundamentalmente nacionalistas y regionalistas, que han jugado papeles importantes en determinados momentos.

En segundo lugar, y gracias en parte a nuestro sistema de partidos, España ha disfrutado de una relativa calma institucional que ha tenido su mejor reflejo en la duración de los distintos equipos de gobierno.

Como es bien sabido, la ley electoral establece que las elecciones se celebren cada cuatro años y, si observamos la duración de todos los gobiernos desde 1977, el valor medio ha sido de aproximadamente cuarenta meses, algo más de tres años.

Hay que mencionar, por excepcionales, los tres primeros gobiernos bajo el mandato de la Unión de Centro Democrático (UCD).

Con una duración media de unos veinte meses, estos tres gobiernos estuvieron además sometidos a una grave crisis en el propio partido que originó la existencia de gobiernos dirigidos por distintos responsables.

Exceptuando estos equipos, que se pueden considerar de transición, los gabinetes formados a partir de octubre de 1982 se han caracterizado por su longevidad.

Es más, desde las elecciones de 1996, todos los gobiernos resultantes han cumplido escrupulosamente el plazo legalmente establecido.

Junto a esta longevidad, la cohesión interna de los equipos de gobierno es otro rasgo positivo que ha definido a nuestro Poder Ejecutivo desde 1977.

De hecho, la escasa conflictividad en los diferentes gobiernos es uno de los elementos fundamentales para comprender el asentamiento de la democracia en España.

En tan sólo treinta años, España ha pasado de ser una dictadura a una democracia cuyo funcionamiento se puede equiparar perfectamente a las del resto de democracias europeas.

Nuestro sistema electoral ha permitido la creación de cuatro gobiernos donde un partido ha ganado la mayoría absoluta de escaños en el Congreso de los Diputados y seis donde el partido vencedor ha estado en minoría parlamentaria.

En estos últimos casos, hay que señalar que los gobiernos han sobrevivido gracias a apoyos parlamentarios con otras formaciones políticas y, curiosamente, no se han producido gobiernos de coalición.

La ausencia de coaliciones en circunstancias que habrían favorecido su aparición es una particularidad del sistema político español.

Si se observan datos de otras democracias occidentales, e Italia es un buen ejemplo, se aprecia que la forma de gobierno de coalición, esto es, un gabinete formado por miembros pertenecientes a dos o más partidos políticos, ha sido y es muy frecuente.

Sin embargo, en España ha predominado la idea de que el partido ganador de las elecciones es el partido que controla el gobierno, a pesar de haberse dado las condiciones para generar gobiernos de coalición.

La ausencia de gobiernos de coalición y, sobre todo, las mayorías absolutas generadas por el sistema electoral han facilitado que los partidos en el gobierno hayan podido llevar a cabo las importantes reformas económicas y estructurales que han colocado a España en los vagones de cabeza entre las democracias más industrializadas.

Es difícil imaginar que estos mismos logros se hubieran alcanzado si nuestro sistema electoral hubiera generado gobiernos inestables y poco duraderos.

El ejemplo más cercano al que podemos recurrir es el sistema electoral empleado durante la II República.

Y sus resultados no son precisamente alentadores.

De 1931 a 1939 se celebraron tres elecciones generales que produjeron más de veinte gobiernos distintos.

Sin duda, esta inestabilidad institucional fue uno de los factores negativos que impidió llevar a cabo las reformas que promovían los distintos partidos políticos y que además contribuyó a la polarización política con el resultado trágico que todos conocemos.

Por supuesto, estos efectos positivos generados por el sistema electoral español deben contraponerse a las consecuencias negativas que son las que han dominado el debate actual.

La falta de proporcionalidad es, seguramente, el reproche más claro que podamos atribuirle.

La desproporcionalidad afecta principalmente a partidos nacionales con apoyos sensiblemente inferiores a las grandes formaciones políticas.

El ejemplo más contundente se encuentra en Izquierda Unida (IU), que en estas últimas elecciones ha vuelto a ser la tercera fuerza más votada y, sin embargo, se ha convertido en la sexta fuerza parlamentaria llegando incluso a perder su propio grupo en el Congreso de los Diputados.

Pero junto a la desproporcionalidad, también hay que considerar la rigidez con la que los ciudadanos eligen a sus representantes.

El sistema de listas bloqueadas y cerradas puede generar al menos dos restricciones a los electores.

Por un lado, restringe la libertad del votante para decidir al representante más preferido. El votante ve limitada su capacidad de elección a una única dimensión: la ideológica.

Por otro, esa falta de capacidad del votante para elegir a la persona que lo represente tiene la consecuencia más grave en la ausencia de mecanismos para premiar o castigar la actuación de un diputado durante su mandato.

El elector no puede responsabilizar a un representante concreto de la mala gestión realizada durante el periodo para el que fue elegido sin castigar a la formación política a la que pertenece.

El votante no tiene, pues, una opción para castigar al mal político y a la vez votar por su fuerza política preferida.

Como consecuencia de ello, el elector puede bien abstenerse o bien votar a su segunda opción política preferida.

O dicho de otro modo, el propio sistema electoral podría estar promoviendo la abstención de ciertos votantes.

Estas sombras no son irresolubles y existen propuestas que tratan de solucionar, si no totalmente, al menos parcialmente estos defectos.

Por ejemplo, a nuestro sistema actual se le podría añadir un colegio electoral de 50 diputados elegidos a nivel nacional que se repartieran de forma totalmente proporcional para reducir la desproporcionalidad que genera.

Sin embargo, es injusto centrar toda la atención del debate en estas últimas cuestiones sin reconocer que disfrutamos de un sistema electoral que ha contribuido de manera fundamental al lugar que ocupa hoy España entre las democracias industrializadas.

Rubén Ruiz-Rufino es politólogo y autor del estudio La reforma del sistema electoral español en las elecciones al Congreso de los Diputados, publicado por la Fundación Alternativas.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/vueltas/sistema/electoral/elpepiopi/20080430elpepiopi_12/Tes

"I'll be back"


Basta de amateurs.

Ahora, Profesionales.

Directiva escuchada en la calle Genova, Madrid.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1204397

Rodolfo Rodil y el Art. 2 de la Constitución Nacional.

Del Post anterior.

Qué disparate.

Ahora por plantear que hay que sincerar las afiliaciones, limitar los fondos para campañas y establecer pautas claras de uso de la publicidad oficial, generar un ente electoral autónomo para desligarlo del gobierno de turno, evitar que un candidato electo por un partido se pase a otro, es generar un estamento similar al "Antiguo Régimen"?

Ricardo


Estimado Ricardo

RR no nació de un repollo, ni tampoco se paso los últimos 30 años en la torre de marfil de la Teoría.

Así que si se va a discutir hay que hacerlo a calzón quitado; y no refugiándose en el pulpito.

Antiguo Régimen, o Estamento Clerical.

“…establecer el financiamiento exclusivamente estatal de los Partidos y la capacitación de los dirigentes partidarios, regular el otorgamiento de la publicidad oficial y otorgar espacios gratuitos en los medios a los partidos de manera permanente”

Art. 2º.- El Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano.

http://www.senado.gov.ar/web/interes/constitucion/capitulo1.php

¿Cuál es la diferencia?

¿Tengo problemas en la comparación e interpretación de textos?

Vayamos a los puntos que señalas.

1/sincerar las afiliaciones

Borrón y cuenta nueva; que la afiliación y desafiliación sea mediante un telegrama similar al laboral.

Si no se logra el piso mínimo, que se conviertan en ONG, y se financien con fondos propios.

2/limitar los fondos para campañas y establecer pautas claras de uso de la publicidad oficial.

¿Donde digo que estoy en desacuerdo?

3/ generar un ente electoral autónomo para desligarlo del gobierno de turno

¿Por qué no le preguntamos a López Obrador que piensa del IFE y de Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (México)?

http://es.wikipedia.org/wiki/Andrés_Manuel_López_Obrador#Candidato_a_la_Presidencia_de_la_Rep.C3.BAblica

http://es.wikipedia.org/wiki/Instituto_Federal_Electoral

http://es.wikipedia.org/wiki/Tribunal_Electoral_del_Poder_Judicial_de_la_Federación

4/ evitar que un candidato electo por un partido se pase a otro

O sea, hay que impedir que se forme un grupo de los 8, y desaforar a:

Germán Abdala, Darío Alessandro, Juan Pablo Cafiero, Luis Brunati, Franco Caviglia, José Ramos, Moisés Fontela y Carlos "Chacho" Álvarez.

http://es.wikipedia.org/wiki/Grupo_de_los_Ocho_(justicialismo)

Pero también a “Argentinos por una República de Iguales” (ARI); Alfredo Bravo, Héctor Polino, Jorge Rivas y Oscar González se salvaban porque YA pertenecían a otros partidos.

Pero Lilita Carrió, Marcela Bordenave, Elsa Quiroz, Eduardo Macaluse, Jorge Giles, Juan Domingo Zacarías, Graciela Ocaña, Fernando Canteros y Mario Bonacina; estaban al horno; perdían los fueros y las bancas.

http://es.wikipedia.org/wiki/Argentinos_por_una_República_de_Iguales

En este caso, me parece que con quitar los incentivos “económicos” alcanza y sobra; en el Bloque del Grupo Mixto, también se hace política, pero con medios limitados.

O sea Militancia a Pulmón, no rentada.

Gracias por pasar.

Educando a Rodolfo Rodil, o por lo menos intentar informarlo.


Gracias al Compagna Menchevique Artemio, accedí a este texto de Rodolfo Rodil, Prohombre del Progresismo Argentino; hacer clic aquí.

Es tan esclarecedor, y avanzado; que habría que enviarlo a la Eurocámara, para que los notifique sobre los errores que cometen; hacer clic aquí.

“…implementar el voto electrónico,…”

Los alemanes y holandeses siguen insistiendo con el voto papel y el recuento manual; y por si fuera poco la CSJ alemana rechazo el voto electrónico por inconstitucional.

http://weblogs.cfired.org.ar/blog/archives/005226.php

http://www.elespectador.com/columna137468-inconstitucionalidad-del-voto-electronico-alemania

http://www.alemaniaparati.diplo.de/Vertretung/mexikogic/es/06/Votaci_C3_B3n_20en_20papel__seite.html


“…impedir las candidaturas testimoniales,…”

Las candidaturas testimoniales son norma en Francia e Italia; no solo Berlusconi encabeza las listas regionales para las generales y europeas, como el resto de los “Capolista”.

Sino que, además, en Francia la mayoría de los Políticos destacados “acumulan” cargos.

François Mitterrand fue; Alcalde de Château-Chinon 1959/81, diputado 1946/59 y 1962/81, senador 1959/62, además de ministro de varias carteras 1947/59.

Nicolas Sarkozy; Concejal 1977/83 y Alcalde de 1983/2002 de Neuilly-sur-Seine; diputado 1988/2007, ministro varias carteras 1993/2007.

Jacques Chirac; diputado 1967/95, Alcalde de Paris 1977/1995, ministerios varios, incluyendo el cargo de 1º Ministro de Giscard (1974/76) y Mitterrand (1986/88).

Marie-Ségolène Royal; Concejal 1983/86, 1989/2001; Consejera General 1992/1998; Consejera Regional 2004/2009; Diputada 1988/2007; ministerios varios 1992/2002.

“… sancionar a los "tránsfugas",…”

Con la reglamentación estricta y obligatoria de formar bloques, el riesgo se reduce muchismo; porque la expulsión los envía a la Siberia del Grupo Mixto.

“…transparentar el financiamiento de los partidos,…”

Es cierto hay que evitar casos como Elf-Aquitaine (Mitterrand-Kohl); Craxi-Berlusconi; la inhabilitación de Blair para ser Presidente de la UE; el caso Filesa, Juan Guerra, o Flick.

http://www.elmundo.es/2000/01/24/europa/24N0038.html

http://www.elmundo.es/1998/07/14/internacional/14N0045.html

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20091101/mundo/lucrativos-negocios-alejan-blair-20091101.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Caso_Filesa

http://es.wikipedia.org/wiki/Caso_Guerra

http://www.elpais.com/articulo/espana/Congreso/absuelve/Felipe/Gonzalez/caso/Flick/elpepiesp/19850301elpepinac_10/Tes

Ahora bien, también hay que luchar contra O Mensalão a la brasileña; o las subvenciones a la chilena.

http://pt.wikipedia.org/wiki/Escândalo_do_mensalão

http://es.wikipedia.org/wiki/Caso_Subvenciones

“…promover la caducidad de las afiliaciones para depurar los padrones partidarios, crear un organismo autónomo del Ejecutivo que administre los recursos del Fondo Partidario Permanente, organizar un Fuero Electoral, establecer el financiamiento exclusivamente estatal de los Partidos y la capacitación de los dirigentes partidarios…”

Borrón y cuenta nueva; que la afiliación y desafiliación sea mediante un telegrama similar al laboral.

Si no se logra el piso mínimo, que se conviertan en ONG, y se financien con fondos propios.

El Fondo permanente y el Fuero son gansadas burocráticas; porque de lo que se esta hablando es de rentados, ¿o me equivoco?

En cuanto a la capacitación de dirigentes; ¿de que estamos hablando?

Si no tenemos una Burocracia Estatal digna de tal nombre; en el fondo solo son becas para los “hijos de...”

A 27 años del 83, los partidos burgueses no movieron un dedo para crearla y educarla, mientras no se haga estaremos en manos de los de la Rua, Ibarra y Macri.

Donde TODOS tenían, y tienen, las paredes tachonadas de diplomas.

“…regular el otorgamiento de la publicidad oficial y otorgar espacios gratuitos en los medios a los partidos de manera permanente”

Perdón, ¿hablamos de Partidos Políticos, o de Agencias de Publicidad?

Porque con ese criterio, Francisco de Narváez es el Héroe Cultural, que encima pone de la suya, no de la ajena.

Resumiendo, la Concepción Dominante, que comparten los Rodil y los Macri; es que la Clase Política debe ser similar al Estamento Eclesiástico del Antiguo Régimen.

En lugar de ser la interfase entre el Pueblo y el Estado, los que solucionan los problemas; porque eso es demasiado parecido al Clientelismo.

Sin asumir, que la única manera de remplazar a este ultimo es que las Burocracias estatales sean accesibles para el ciudadano.

Si el medico, el policía, el maestro, el funcionario municipal o nacional; están capacitados y cumplen con su función; ¿Quién necesita tocar al puntero, o al influyente?