martes, 23 de febrero de 2010

Mariano Gramsci, el actual empate catastrófico y el protagonismo de Régimen. I 1/2

Un chiquillo salto de las barras y se acerco corriendo al banco.

Otro niño lo siguió, imito una pistola con las manos e hizo un sonido explosivo con la boca.

El niño a quien le disparaba no se detuvo.

Disparo de nuevo.

-¡Te he dado!; ¡Vuelve aquí!

El otro niño siguió corriendo hasta perderse de vista.

-¿No entiendes que estas muerto?- protesto el perseguidor; hundiendo las manos en los bolsillo y pateando una piedra.

Anderson sonrío.

-Niños-dijo.

El juego de Ender.

Orson Scott Card.

…Datos,...

-¿No entiendes que estas muerto?-, Mainstream Cultural e Ideológico Argentino, 1945/2010.

Interesante...a ver como resolves un liderazgo obrero en argentina...
salu2!

Artemio comentando el post anterior; la respuesta es de Rollo

Digo, si son tantos como dice La Platea de Doctrina es difícil que se acaben algún día:

“Miles de Gremialistas esperan el Discurso de Moyano en Plena 9 de Julio”.

Paranoia capitalista de aquellas: todos los trabajadores son "gremialistas".

Rollo La Ciencia Maldita.; 30 de Abril del 2009.

En situaciones de Poder desnudo: y la puja salarial es el más obsceno ejemplo de disputa de Poder, por más que les moleste a los seguidores de la Ciencia Sombría.

“…los patronos reclaman…, y exigen la ayuda de los magistrados civiles, y el cumplimiento riguroso de las leyes establecidas con tanta severidad contra la asociación de sirvientes, trabajadores y jornaleros”.

Como nos recuerda Adam Smith.

*************************************

“El punto principal de la autocrítica es, como dice el informe, "la insuficiencia de nuestra política de poder para las masas" y efectivamente ella se refleja, ante todo, en nuestra actitud frente al peronismo.

Mi opinión, compartida por el ámbito subordinado, es que se ha hecho un pronunciamiento prematuro sobre el agotamiento del peronismo y que de ese pronunciamiento derivaron decisiones de importancia capital que hoy están sometidas a prueba.

El punto crítico a partir del cual se decretó el agotamiento del peronismo fueron las movilizaciones obreras de julio del 75 contra el "Rodrigazo".

Allí pareció efectivamente que la clase obrera, al combatir contra un gobierno peronista, firmaba el acta de defunción del movimiento peronista.

Este análisis omitía dos cosas: una, que sectores de vanguardia de la clase obrera estaban dispuestos a rebozar (sic) el peronismo siempre y cuando se diera una dirección de avance contra un gobierno vacilante como el de Isabel Martínez, pero que dentro de esa misma dinámica la clase trabajadora en conjunto, incluyendo las vanguardias, iba a retroceder hacia el peronismo cuando la marea se invirtiese por la presencia militar; otra, el peso efectivo que en tales movilizaciones tuvo la burocracia sindical peronista.

Cabe suponer que las masas están condenadas al uso del sentido común.

Forzadas a replegarse ante la irrupción militar, se están replegando hacia el peronismo que nosotros dimos por agotado y la dirección del peronismo se ha visto subrayada por el gorilismo del gobierno.

En suma, las masas no se repliegan hacia el vacío, sino al terreno malo pero conocido, hacia relaciones que dominan, hacia prácticas comunes, en definitiva hacia su propia historia, su propia cultura y su propia psicología, o sea los componentes de su identidad social y política.

Suponer, como a veces hacemos, que las masas pueden replegarse hacia el montonerismo, es negar la esencia del repliegue, que consiste en desplazarse de posiciones más expuestas hacia posiciones menos expuestas; y es merecer el calificativo de idealismo que a veces nos aplican hombres del pueblo.

En síntesis, creo que el Partido debió, y aún debe replegarse él mismo hacia el peronismo y que la propuesta inversa no es una verdadera propuesta para las masas en esta etapa, aunque pueda llegar a serlo en otra, pero en ese caso ya no se trataría de un repliegue sino de un avance.

Otra línea de análisis que concurrió para decretar el agotamiento del peronismo es la que, también a priori, ha resuelto que en la Argentina asistimos a la "crisis definitiva del capitalismo".

Afirmaciones desmesuradas de este tipo proceden, a mi juicio, de una falta de formación histórica.

El capitalismo en decenas de países ha sobrevivido a crisis más graves que la actual crisis argentina.

Para dar un solo ejemplo, "la crisis definitiva" del capitalismo en Alemania debió enunciarse por primera vez en 1848, y aunque generaciones de revolucionarios reiteraron ese anuncio durante un siglo y cuarto, no se concretó ni siquiera en el período terrible -para los capitalistas- de 1919 a 1923, ni impidió que Alemania hoy sea el modelo de capitalismo.

Naturalmente si nosotros pensamos que la crisis del capitalismo es definitiva, no nos queda otra propuesta política que no sea el socialismo más o menos inmediato, acolchado en un período de transición, y esa propuesta contribuye a relegar el peronismo al museo.

Todos desearíamos que fuera sí, pero en la práctica sucede que nuestra teoría ha galopado kilómetros delante de la realidad.

Cuando eso ocurre, la vanguardia corre el riesgo de convertirse en patrulla perdida.

Creo que estos son los ejes de nuestra equivocada estrategia, y que en cambio son secundarias o derivadas las contradicciones masas-aparato, interior-Buenos Aires, etc., ya que la resolución de las mismas es materia de ejecución, mientras que los ejes políticos que planteamos son materia de concepción.

Aún esas antinomias, si se toman como subordinantes y no como subordinadas "encierran peligros considerables, y el mayor de ellos es omitir la singularidad de la configuración geográfica, histórica y social argentina, que es su núcleo urbano de 12 millones de habitantes y 60% de la población obrera, de la que necesariamente -a mi juicio- debe brotar también la singularidad de nuestro proceso revolucionario.

……………………

1.2.2. Situación de las fuerzas populares

Los elementos que se señalan no están numerados en orden de importancia.

Debe empezarse por la situación de las masas, que es de retirada para la clase obrera, derrota para las capas medias y desbande en sectores intelectuales y profesionales.

Dentro de ese cuadro solamente sectores del peronismo sindical -Luz y Fuerza y Portuarios- han conseguido frenar el avance enemigo librando conflictos que terminaron en empate.

La posibilidad de tal resultado está dada en ambos casos por la naturaleza crítica de la producción, que es permanente en el caso de los servicios eléctricos, y estacional en el servicio portuario (próxima exportación de cosechas).

En el caso de Luz y Fuerza debe computarse además la permanencia de una organización reivindicativa de calidad superior.

Documento de Rodolfo Walsh a la Conducción Nacional de Montoneros

Para una actualización al 2010 de esta tesis, Luciano de Desierto de Ideas, en este post.

http://desiertodeideas.blogspot.com/2010/02/de-la-medida-de-la-vara-y-del-modo-en_15.html

Continuara,…

Mariano Gramsci, el actual empate catastrófico y el protagonismo de Régimen. I

Un Enemigo, Ender Wiggins.

Soy tu enemigo, el primero que has tenido que a sido mas listo que tú.

No hay más Maestros que el enemigo, Ender Wiggins.

Nadie, salvo el enemigo, te dirá lo que hará el enemigo.

Nadie, salvo el enemigo, te enseñara a destruir y conquistar.

Soy tu enemigo a partir de ahora.

A partir de ahora soy tu Maestro.

El juego de Ender.

Orson Scott Card.

Dichos y….


De un lado, con un potencial electoral que gira en torno del 20 por ciento de los votos, se inscribe como único candidato el ex presidente Néstor Kirchner.

Del otro lado, con un potencial electoral que suma alrededor del 80 por ciento de los votos, hay varios precandidatos entre los cuales se destacan, aunque no sean los únicos, Carlos Reutemann, Eduardo Duhalde, Mauricio Macri, Francisco de Narváez, Elisa Carrió y Julio Cobos.

De un lado compite una minoría concentrada.

Del otro lado, la desafía una mayoría fragmentada.

El politólogo italiano Gaetano Mosca hizo notar que una minoría organizada ha vencido muchas veces a una mayoría desorganizada.

¿Será éste el caso argentino en la campaña presidencial que ahora comienza?

No necesariamente, porque tanto el oficialismo como la oposición muestran al comenzar la campaña fallas tan graves que sólo quienes las superen podrán aspirar a la victoria.

Podría decirse, entonces, que, habiendo partido todos los bandos en pugna de un origen defectuoso, únicamente el que consiga superarlo ocupará finalmente la Casa Rosada.

Los presidenciables, ¿con el carro delante del caballo?

Mariano Grondona


Se puede decir que el cesarismo expresa una situación en la cual las fuerzas en lucha se equilibran de una manera catastrófica, o sea de una manera tal que la continuación de la lucha no puede menos que concluir con la destrucción recíproca.

Cuando la fuerza progresiva A lucha con la fuerza regresiva B, no sólo puede ocurrir que A venza a B o viceversa, puede ocurrir también que no venzan ninguna de las dos, que se debiliten recíprocamente y que una tercera fuerza C intervenga desde el exterior dominando a lo que resta de A y de B.

En Italia, luego de la muerte de Lorenzo el Magnífico, ha ocurrido precisamente esto.

Para leer Linera, Gramsci, situación de Cesarismo, y empate catastrófico.

Artemio López.


Si el empecinamiento es el rasgo de carácter que Kirchner no ha podido superar, sus rivales corren, por su parte, el riesgo de anticipar sus propias candidaturas individuales antes de intentar, como paso previo, una convergencia que por ahora no florece.

Afuera llueve, pero ninguno de los precandidatos no kirchneristas ha salido a competir, hasta ahora, con el paraguas de esta coincidencia.

¿En qué consistiría este "paraguas"?

En la elaboración conjunta de un programa mínimo de gobierno, al estilo de los Pactos de la Moncloa, que asegurase a los argentinos que, cualquiera que fuera el vencedor final en la contienda, contaría al comenzar su gobierno con el consenso de una vasta mayoría.

El defecto común de los anteriores gobiernos, de 1930 hasta nuestros días, ha sido la decisión del vencedor de "cortarse solo" detrás de la utópica pretensión de dominar sin ayuda al resto de las fuerzas políticas, cuya previsible conjunción opositora terminaría tarde o temprano por anularlos, con la ayuda de un componente militar que hoy, afortunadamente, brilla por su ausencia, o sin ella.

Mariano Grondona, Ídem.


Todo gobierno de coalición es un grado inicial de cesarismo, que puede o no desarrollarse hasta los grados más significativos (naturalmente la opinión generalizada es, en cambio, la de que los gobiernos de coalición son el más "sólido baluarte" contra el cesarismo).

En el mundo moderno, con sus grandes coaliciones de carácter económico-sindical y político de partido, el mecanismo del fenómeno cesarista es muy diferente del que existió en la época de Napoleón III.

En el período hasta Napoleón III las fuerzas militares regulares o de línea constituirían un elemento decisivo para el advenimiento del cesarismo, que se verificaba a través de golpes de Estado bien precisos, con acciones militares, etc.

Artemio López, Ídem.


El instrumento de poder político del rey, el Ejército, está organizado, puede reunirse a cualquier hora del día o de la noche, funciona con una magnífica disciplina y se puede utilizar en el momento en que se desee; en cambio, el poder que descansa en la nación, señores, aunque sea, como lo es en realidad, infinitamente mayor, no está organizado: la voluntad de la nación, y sobre todo su grado de acometividad o de abatimiento, no siempre son fáciles de pulsar para quienes la forman: ante la inminencia de una acción, ninguno de los combatientes sabe cuántos se sumarán a él para darla.

Además, la nación carece de esos instrumentos del poder organizado, de esos fundamentos tan importantes de una Constitución, a que más arriba nos referíamos: los cañones.

Cierto es que los cañones se compran con dinero del pueblo: cierto también que se construyen y perfeccionan gracias a las ciencias que se desarrollan en el seno de la sociedad civil, gracias a la física, a la técnica, etc.

Ya el solo hecho de su existencia prueba, pues, cuán grande es el poder de la sociedad civil, hasta dónde han llegado los progresos de las ciencias, de las artes técnicas, los métodos de fabricación y el trabajo humano.

Pero aquí viene a cuento aquel verso de Virgilio:

Sic vos non vobis! ¡Tú, pueblo, los haces y los pagas, pero no para ti!

Como los cañones se fabrican siempre para el poder organizado y sólo para él, la nación sabe que esos artefactos, vivos testigos de todo lo que ella puede, se enfilarán sobre ella, indefectiblemente, en cuanto se quiera rebelar.

Estas razones son las que explican que un poder mucho menos fuerte, pero organizado, se sostenga a veces, muchas veces, años y años, sofocando el poder, mucho más fuerte, pero desorganizado, de la nación; hasta que ésta un día, a fuerza de ver cómo los asuntos nacionales se rigen y administran tercamente contra la voluntad y los intereses del país, se decide a alzar frente al poder organizado su supremacía desorganizada.

Poder organizado e inorgánico, ¿Qué es una Constitución?

Ferdinand Lasalle, Berlín, Abril de 1862.


Muchachos; Uds., en sus Organizaciones, tienen que copiar a mi Sindicato;…

Recuerden que solo la Organización vence al Tiempo.

Coronel JDP, a los dirigentes sindicales, en la Secretaria de Trabajo y Previsión; Buenos Aires, fines de 1943.


Continuara,….