martes, 30 de noviembre de 2010

Las Hemorroides del Emperador y la Guerra Psi.


Hace unos 30 años, era la época de Paz, Pan y Trabajo; los compañeros solíamos reunirnos, informalmente, para “estudiar” el “Día menos pensado”.

Problemas que se nos podrían presentar, luego de “arrebatarle” el Poder al Proceso, y sus mandantes Civiles.

En una de esas reuniones, se enseño como se redacta un informe sobre un viaje al exterior; y cuales son los datos relevantes sobre la situación, y la caracterización de los “personajes” con los que se interactúa.

Uno de los materiales de estudio eran los informes de la Cancilleria Veneciana, desde el 1300 hasta fines del 1700.

La descripción de las enfermedades de Carlos de Gante, I de España y V de Alemania, a mediados de 1540; “predecía” lo que luego sucedió, la Abdicación en su hijo Felipe y su hermano Fernando.

El Emperador sufría de Gota y Hemorroides, lo que lo imposibilitaba para los viajes frecuentes, condición imprescindible para gobernar en simultaneo el Imperio Español y el I Reich alemán.

Las Hemorroides, citadas por el representante veneciano, condujeron a las Casas de Austria Madrid y Austria Viena.

Permitiéndole a la Serenísima Republica ser aliada de Felipe en Lepanto, mientras que era enemiga de Fernando en la zona alpina y la costa dálmata.

El tema de la Salud física y la estabilidad mental de los personajes públicos en general, y gobernantes en particular, siempre fue motivo de interés para las RRII.

No es algo nuevo, como el ejemplo que doy; y existe mucha literatura sobre estos temas.

El problema, en la Argentina, radica que el “experto mediático” es Nelson Castro; que se niega a asumir su condición de “comprometido”.

Porque no existe en el mundo, experto en este tema que se plantee públicamente como “independiente” o “neutral”.

Todos están relacionados, de una u otra forma, a las Comunidades de Inteligencia; y colaboran en diferente medida, con ellas; ya que son la fuente de “materia prima” para sus análisis.

Así que, “Mental state and health”, esta mas cerca de Cordwainer Smith y Robert M. Lindner, que de Lacan y Foucault.

A ver si me explico con quienes no conozcan los personajes.

Robert M. Lindner fue un psicólogo muy influyente en el Washington de las décadas de los 40 y 50.

Autor de “Rebel Without a Cause: The Hypnoanalysis of a Criminal Psychopath”, 1944; fuente de inspiración para dos clásicos de Hollywood.

Rebelde sin Causa, con James Dean, 1955; y Blackboard Jungle o Semilla de Maldad, también de 1955.

http://en.wikipedia.org/wiki/Rebel_Without_a_Cause

http://en.wikipedia.org/wiki/Blackboard_Jungle

Aunque Blackboard Jungle fue firmada por Evan Hunter en 1952; el trabajo de campo sobre la “juventud descarriada” de Linder ya era un clásico legitimador, en ese entonces.

La diferencia entre ambas películas, además de la geográfica, una en California la otra en New York; es el origen de clase de los protagonistas, Clase Media en Rebelde, Clase Obrera en Semilla.

Por eso no es casual la presencia de Bill Haley en la segunda película; la primera que presenta al Rock and Roll como música popular.

Pero Linder no solo realizaba trabajos de campo; era uno de los Psicólogos de confianza del Departamento de Guerra y el Departamento de Estado.

Muchos funcionarios, con problemas psicológicos y emocionales, eran enviados a consulta por sus superiores.

Tiempos de la Guerra Fría y la amenaza nuclear; donde el riesgo de locura era tomado muy seriamente por el Pentágono.

Que financio innumerables trabajos para acotar los riesgos lo más posible.

Aquí es donde entra el caso Kirk Allen, publicado en The Fifty-Minute Hour, 1954.

“En la ficción, el jefe de Kirk Allen le recomienda consultar al psicólogo a causa de sus frecuentes fugas de la realidad, que entorpecen su rendimiento profesional.

Según los informes, en su comportamiento no hay nada anormal, salvo el hecho de "creer que vive una vida paralela en otra galaxia."

Luego de las primeras entrevistas, Lindner comienza a investigar el pasado de su paciente.

En su infancia y adolescencia descubre un progresivo distanciamiento de la realidad, originado en su falta de identificación, tanto con la cultura polinesia como con la materna, que ha llegado a agravarse por el trauma de una azarosa iniciación sexual.

Según la interpretación del psicoanalista, Kirk se sentía tan segregado de la realidad, tan falto de nexos personales en el medio que lo rodeaba, que una de las pocas salidas que le quedaban, si quería salvarse momentáneamente del colapso, era identificarse con un personaje imaginario y evadirse en la fantasía.

Esta "identificación proyectiva", destinada a recuperar la autoestima, se desencadenaría a partir de la lectura de algunas novelas de ciencia ficción, género que "Kirk" frecuentaba desde la adolescencia, al igual que el verdadero Linebarger.

En los primeros textos de ciencia ficción que caen en sus manos, Kirk encuentra una serie de coincidencias "significativas."

Empieza a leer dos novelas distintas y descubre que en ambas el protagonista tiene su mismo nombre.

Este hecho precipitará su identificación.

En esta primera etapa de su neurosis, Kirk comienza a sentirse dominado por la sensación de que él ya ha estado en los lugares que describen los libros.

Esta experiencia, que él mismo caracteriza como déjà vu, es un conocido síntoma esquizoide.

Kirk siente que el protagonista de la novela es él mismo, tiene la sensación de haber estado ya en los lugares de sus hazañas y, en un determinado momento, se decide a "completar" su biografía imaginaria, describiendo o dibujando hechos y circunstancias que cree "recordar."

Esta seudobiografia es la vida de un héroe galáctico de historieta, visitante de mundos fabulosos, vencedor de monstruos y seductor de exóticas damas: la típica fantasía compensatoria de un carácter introvertido hasta lo patológico que busca satisfacer deseos irrealizables en el mundo real.

Pero aun cuando posea la sistematización y la coherencia que suelen tener las fantasías de los esquizofrénicos, todavía no se trata de un verdadero delirio.

Durante esta etapa, Kirk conserva un cierto sentido crítico que le permite distinguir entre los elementos imaginarios y los datos "reales" de su biografía ficticia.

Para tener una idea de la frondosidad de esta fantasía, es interesante inventariar el material que Kirk elabora en este período y que Lindner tuvo ocasión de estudiar:

Para empezar, había alrededor de doce mil páginas escritas a máquina que comprendían la biografía corregida de Kirk Allen.

Un apéndice de 2000 páginas con notas adicionales...

Un glosario de nombres y términos de más de cien páginas, 82 mapas en color, 23 representaciones de cuerpos planetarios en cuatro proyecciones; 31 de continentes de esos planetas; 14 monografías tituladas "Expedición de Kirk Allen a...", 161 croquis arquitectónicos y relevamientos topográficos, todos en escala; 12 tablas genealógicas; una descripción del sistema galáctico (18 páginas) con cuatro cartas astronómicas, una para cada estación, y nueve mapas estelares tomados desde otros planetas; una historia en doscientas páginas del imperio en el cual reinaba Kirk Allen, con una tabla (3 páginas) de fechas, batallas y acontecimientos históricos.

También había 44 carpetas de estudios monográficos con títulos como "La fauna de Srom Olma I", "La metabiología de los habitantes del Valle", "El desarrollo cerebral de los cristópedos de Srom Nobra I", etcétera.

Completaban este voluminoso corpus 306 dibujos a la acuarela, carbonilla o lápiz que representaban gente, animales, plantas, insectos, armas, utensilios, máquinas, vestimentas, vehículos, muebles y objetos.

……….

Cuando Kirk acude al consultorio de Lindner en Baltimore, ya ha rebasado las fronteras de la neurosis y está pisando el umbral de la esquizofrenia.

Su delirio se va haciendo más estructurado y comienza a perder contacto con la realidad.

A partir de una experiencia frustrante, que según el psicoanalista, habría sido el acoso sexual de una colega) Kirk se refugia todavía más en su mundo privado y comienza a pensar que su enciclopedia galáctica tiene algunas lagunas.

"Descubre" entonces que puede "viajar" telepáticamente a esos mundos lejanos y obtener más información para su repertorio de historia y geografía cósmicas.

Este es el estado en el cual inicia el tratamiento.

……………………

A esta altura, Lindner hace una interesante observación.

Pese a la evidente enajenación, que ya bordeaba la psicosis, su paciente mantenía un singular apego a la realidad.

No todos los psicóticos tienen tan clara convicción de estar cuerdos, salvo aquellos que sufren de lesiones orgánicas.

Este no era el caso de Kirk quien, por lo demás, "sabía" que su fantasía le era necesaria para sentirse seguro de sí y era consciente de que toda su vida reposaba sobre ese delirio.

…………..

Tras varios intentos fallidos, Lindner intenta penetrar en las defensas de su paciente, quien ya ha comenzado a sentirse anormal pues nota un cambio en la actitud de sus superiores, a pesar que en su trabajo nada permite sospechar cuál es su real condición.

"Kirk" es sometido a un examen clínico, que incluye estudios neurológicos, endocrinológicos y hasta antropológicos, sin que se encuentre nada anormal en él.

Las pruebas sólo revelan una inteligencia poco común.

Lindner intenta entonces algo que a fines de los años Cuarenta era muy audaz para la ortodoxia psicoanalítica.

Trata de introducirse en el universo interior del paciente y compartir sus fantasías, para provocar contradicciones e introducir elementos críticos que logren quebrar la solidez de su delirio.

Kirk depone algunas de sus defensas en cuanto cobra confianza en su analista, quien parece secundarlo en sus fantasías.

Lindner, que asume el papel del Yo realista, empieza a señalarle las incongruencias de su enciclopedia fantástica.

Inicia, por así decirlo, la crítica interna del delirio, como único camino para devolver a "Kirk" a la realidad.

Ocurre entonces algo que para Lindner había de ser una circunstancia única en toda su carrera; la razón por la cual elegiría el caso de "Kirk" como culminación de su libro.

Lindner también había sido un gran aficionado a la ciencia ficción: lector de AmazingStories desde 1926, al igual que Linebarger.

En cierto modo, ambos hablaban el mismo dialecto.

A medida que el analista asimila el material escrito y gráfico de Kirk, ese mundo ficticio llega a cobrar consistencia para él y comienza a compartir la locura de su paciente.

Por un momento, su sentido de la realidad se tambalea.

Es entonces cuando se da cuenta de que hace tiempo que espera con ansiedad cada sesión, para seguir buscando junto a Kirk las piezas faltantes del rompecabezas galáctico.

Llega un día, cuando ya el analista se está contaminando insensiblemente con la psicosis de su paciente, que "Kirk" se muestra reacio a proseguir.

Al fin, termina por admitir que toda su historia es falsa y que ya ha dejado de creer en ella.

La duda -introducida intencionalmente- y el diálogo con Lindner, que lo obligó a compartir el dominio de su mundo, han terminado por surtir efecto.

Como el psicoanalista se resiste todavía a abandonar el mundo de "Kirk", éste le revela que hacía tiempo estaba simulando seguir con el juego, simplemente porque Lindner "parecía necesitarlo."

http://www.literareafantastica.com.ar/cordwainer2.html

Cordwainer Smith, alias de Paul Myron Anthony Linebarger, Coronel del US Army, autor del clásico Psychological Warfare, de 1948; es el sospechado paciente, sobre el cual se construyo el personaje de Kirk Allen.

http://en.wikipedia.org/wiki/Cordwainer_Smith

En situaciones normales, uno puede creer en la buena fe de la relación paciente-analista; pero aquí tenemos a un maestro de la Guerra Psicológica “seduciendo” a un competente profesional, a tal punto que este termina reconociendo la “dependencia” que le crean las “alucinaciones” del “otro”.

Como plantee en otro post, es demasiado similar al juego de Kaiser Soze, la manipulación del interrogador.

http://deshonestidadintelectual.blogspot.com/2010/04/kirk-allen-antecedente-de-kaiser-soze.html

"¿Cómo controla Cristina Fernández de Kirchner sus nervios y su ansiedad?

¿Cómo afecta el estrés a su conducta con sus asesores y/o en su proceso de toma de decisiones? (...)

¿Toma alguna medicación?

¿En qué circunstancias controla ella mejor el estrés?

¿Cómo la afectan las emociones en su proceso de toma de decisiones y cómo baja la tensión cuando está angustiada?".

En ese cuestionario hubo pedidos de información específicamente dedicados al esposo de la Presidenta y fallecido ex mandatario:

"¿Cómo está Néstor Kirchner de su enfermedad gastrointestinal?

¿Le sigue molestando?

¿Toma medicación?

Es bien conocido su temperamento, ¿ha demostrado mayor tendencia a oscilar entre extremos emocionales?

¿Cuáles son los objetivos más comunes de la furia de Néstor Kirchner?"

La Secretaría de Estado también procuró dilucidar "la dinámica interpersonal en el tándem gubernamental", según un cable secreto de fines de 2009.

"Tenemos un conocimiento más sólido sobre el estilo y la personalidad de Néstor Kirchner que sobre Cristina Fernández de Kirchner y nos gustaría ampliar la visión sobre la personalidad de CFK", explica esa comunicación, según consignó la corresponsal de El País en Buenos Aires, Soledad Gallego-Díaz.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1329446

Muchachos, esto es “Psychological Warfare” básico; no “Studien über Hysterie” avanzado.

Utilizar la data conocida, no para “curarlo”, sino para poder operar la mente del Otro.

Este tema es mas acuciante hoy, que en los tiempos de Cordwainer Smith.

Con las Burocracias actuales, tan desarrolladas y consientes; el Jefe, Líder, o Cabeza de una Nación u Organización, es el eslabón mas débil de la cadena de mando; no el mas fuerte.

Pensemos en Itamarati, Foreign Office, Deuxième Bureau, State Department, Vympel de la FSB (ex KGB), etc.

Tienen una dinámica propia, más allá de las “Conducciones Circunstanciales”; y, muchas mas veces de lo pensado, son los que les salvan las papas calientes a los Jefes.

"Siempre han sido ácidos, tan impermeables al consejo ajeno e incluso tan paranoicos con respecto al poder".

"Ha sido lo mismo durante estos más de seis años de poder, y siguen en la Casa Rosada"

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Inquietud/personalidad/modo/trabajo/Kirchner/elpepuint/20101129elpepuint_13/Tes

¿Cuanto le deben los Kirchner a las “Burocracias” propias, su “permanecía” en la Rosada?

Recordemos, al pasar, la 125, el 28J y el 3D; que de derrotas no forzadas, se paso a contraofensivas bastante fructíferas.

A pesar del “bien conocido su temperamento” de los K. ;-P

En resumen, después de toda la palabrería, en el affaire WikiLeaks; conviene no tener la credulidad de Robert M. Lindner, como en el caso de Kirk Allen.

PD si algún Compañero esta interesado en la Guerra Psicológica, un texto de Ramón Carrillo.

Dado en la Subsecretaría de Informaciones de la Nación (hoy SIDE), a Jefes y Oficiales Militares en 1950.

http://electroneubio.secyt.gov.ar/Ramon_Carrillo_La_guerra_psicologica.htm