sábado, 16 de abril de 2011

Oficial, Volumen Militante y Voluntad de Movilización de las Masas; según Estados Unidos.





“In times of crisis, you learn the measure of a man.”

Mientras los “Institucionalistas” deslindaban responsabilidades frente a los Medios,…

“Horas después de que las ondas de choque primer éxito, dos de los mayores grupos del crimen entró en acción, la apertura de sus oficinas a los varados en Tokio, y el envío de alimentos, agua y mantas a las zonas devastadas en camiones de dos toneladas y vehículos de todo lo que podía conseguir en movimiento.

El día después del terremoto del Inagawa-kai (el tercer mayor grupo del crimen organizado en Japón, que fue fundada en 1948) envió veinticinco camiones de cuatro toneladas lleno de pañales de papel, ramen instantáneo, baterías, linternas, bebidas, y los elementos esenciales de la vida cotidiana de la región de Tohoku.

Un ejecutivo de Sumiyoshi-kai, el grupo de delincuencia segundo, incluso ofreció refugio a los miembros de la comunidad extranjera, algo inaudito en un país todavía poco xenófoba, sobre todo entre la yakuza de derecha”.

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Participación en protestas y manifestaciones

La medición de la participación en protestas

Una forma menos institucionalizada y más contenciosa de participación en las sociedades modernas es la protesta social.

En América Latina, las protestas han sido un aspecto distintivo del funcionamiento del sistema político en los últimos años.

En efecto, éstas jugaron un papel clave en la destitución de varios presidentes, ya sea directamente a través de la propia presión popular o indirectamente facilitando la implementación por parte del Congreso del mecanismo constitucional del juicio político (Pérez-Liñán 2007).

En nuestro país, existe una larga tradición de movilizaciones populares históricamente asociadas a poderosas organizaciones sindicales y más recientemente a la consolidación del denominado movimiento “piquetero”.

………

Como se ve en el Gráfico VI.28, la participación de los argentinos en manifestaciones o protestas públicas es la más alta del hemisferio.

En efecto, el 15,4% de los entrevistados dice haber participado en este tipo de actividades durante el transcurso del último año.

Esta cifra es muy significativa si se tiene en cuenta que el promedio para la región es apenas de 7,5%.

Vale decir, el porcentaje para Argentina es casi dos veces el promedio regional.

El lote de países que presenta valores de participación en protestas superiores al 10% de los encuestados se completa, en este orden, con los Estados Unidos, Perú, Paraguay,….

……

Dada la importancia que reviste el tema de la protesta social en Argentina, dejamos el análisis de los determinantes de las mismas para un examen más detallado en el Capítulo VIII y pasamos a considerar ahora la cuestión de la participación electoral.

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Participación electoral

La última dimensión de la participación cívica que nos interesa analizar en este capítulo es también la forma más institucionalizada: la participación electoral.

Como veremos enseguida, esta modalidad continúa siendo la forma más común de participación en buena medida debido a que constituye la forma más directa y la que menos recursos (en términos de tiempo, dinero y organización) requiere.

Asimismo, es menester recordar que salvo contadas excepciones el voto es obligatorio en las Américas.

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Como se observa, entre los simpatizantes de algún partido predominan quienes se sienten cercanos al Partido Justicialista y al Frente para la Victoria (movimiento político liderado por el matrimonio Kirchner que en realidad constituye una fractura dentro del mismo PJ).

Ambos partidos juntos suman casi el 50% de las adhesiones.

El otro partido que tiene una proporción relevante de simpatizantes es la Unión Cívica Radical.

Esto no sorprende dado que la UCR continua siendo el principal partido de la oposición a nivel nacional.

Considerablemente más abajo en la simpatía ciudadana se encuentran, en este orden, Proyecto Sur, PRO y el Acuerdo Cívico y Social.

Pagina 185.

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El impacto de la protesta sobre la democracia

¿Constituye la protesta social una amenaza para la democracia?

Los estudios pioneros sobre los movimientos sociales llamaron la atención sobre los peligros de la acción colectiva (Le Bon 1971).

A mediados de los años setenta, un influyente reporte sobre los levantamientos populares que en 1968 dieron vida al denominado Mayo Francés, alertaba sobre la amenaza de tales acciones para las democracias europeas (Crozier, Huintington y Watanuki 1975).

La idea fundamental defendida por este informe, y apoyada por algunos académicos de la época, era que la protesta desafiaba las fuentes establecidas de autoridad, expresaba el descontento hacia el funcionamiento del sistema político (antes que hacia ciertos dirigentes o problemas específicos) y se erigía entonces como un substituto de la participación política convencional (Muller 1979; Gurr 1970).

Este argumento, sin embargo, recibió escaso apoyo empírico.

Por ejemplo, en su estudio sobre siete democracias industrializadas Farah, Barnes y Heunis (1979) reportan que no existe una asociación significativa entre la propensión a participar en protestas y los sentimientos de insatisfacción con el sistema político.

En la misma dirección, Thomassen (1990) mostró que el apoyo al régimen político en Holanda y Alemania no estaba relacionado con el apoyo a la participación en protestas.

Abordamos muy brevemente este tema en Argentina de la mano de cuatro modelos de regresión, uno para cada una de las siguientes variables dependientes: apoyo a la democracia (ING4), apoyo al sistema (PSA5), apoyo a los golpes militares (COUP) y apoyo a la democracia estable.

Para no abrumar al lector, reproducimos enteramente los modelos utilizados en el Capítulo III (Gráficos 8, 14 y 21) y el Capítulo VII (Gráfico 29) con el agregado de una variable dicotómica que mide si el encuestado participó o no participó de una protesta o manifestación en el último año.

Los resultados de estos modelos, que pueden consultarse en el Anexo de este capítulo, no arrojan evidencia empírica en favor de la tesis que asocia la protesta social con percepciones individuales negativas hacia la democracia y el sistema político.

En efecto, como el lector puede comprobar, en ninguno de los cuatro modelos la variable que mide la participación en protestas tiene un efecto estadísticamente significativo.

Estos datos son consistentes con la interpretación sugerida más arriba respecto del carácter convencional de la acción colectiva contenciosa en nuestro país.

Conclusión

Este capítulo estudió en detalle el fenómeno de la protesta social en Argentina.

Según datos del Barómetro de las Américas 2010, comparativamente hablando nuestro país se ubica como el país más contencioso de la región.

Asimismo, la proporción de argentinos que en el último año protestó o se manifestó en las calles es mayor que la proporción que acudió a alguna de las instancias estatales de resolución de conflictos tales como elevar pedidos a legisladores, intendentes, concejales y funcionarios burocráticos o participar de reuniones convocadas por el gobierno local.

Estas protestas y manifestaciones que en su mayor parte son voluntarias, parecen ser eficientes en obtener respuesta a los reclamos, se dirigen fundamentalmente a cuestiones económicas, interpelan tanto al gobierno nacional como a los diferentes gobiernos provinciales, y gozan de una considerable legitimidad ciudadana.

Incluso, los argentinos son tolerantes frente a modalidades de acción “violentas” como el corte de calle o la invasión a la propiedad privada.

Habiendo descrito las características generales del fenómeno, el capítulo pasó a examinar los determinantes individuales de la participación en protestas y manifestaciones.

En ese sentido, los factores de mayor impacto son la participación en organizaciones civiles, la militancia político-partidaria, el tamaño del lugar de residencia y la edad de los entrevistados.

De especial interés teórico y empírico para éste informe ha sido la relación positiva entre militancia partidaria y protestas, lo cual a nuestro entender indica la interrelación y superposición existente entre la política institucional y la no-institucional, dejando en claro que no son arenas políticas mutuamente excluyentes.

Finalmente, el capítulo exploró el potencial efecto de la protesta social sobre varias dimensiones de la democracia.

Los datos son elocuentes: en ningún caso la protesta social está asociada con creencias y actitudes desestabilizadoras de la democracia.

Contrariamente a nociones vagas de debilidad institucional o amenaza sistémica, la protesta social en la Argentina democrática se ha configurado como un vía cotidiana de actividad política colectiva y de participación en procesos de diseño e implementación de política pública.

Pagina 247

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El papel del estado argentino en la economía

Para tener una idea más clara del nivel de estatismo de los ciudadanos de las Américas y de los argentinos en perspectiva comparada, el Gráfico X.6 muestra los promedios para cada una de las seis dimensiones del fenómeno presentadas al inicio de esta sección.

La primera columna presenta el promedio de las respuestas de todos los países incluidos en la ronda 2010, la segunda columna muestra el promedio eliminando las respuestas de Canadá y los Estados Unidos, y la tercera columna solamente exhibe los promedios de las respuestas de Argentina.

El primer dato que llama la atención es que los argentinos tienden, en promedio, a ser más estatistas en todas las dimensiones (con excepción de ROS6, es decir, la provisión estatal del servicio de salud) que los ciudadanos de las Américas en su conjunto.

Si eliminamos las respuestas de Canadá y los Estados Unidos, los argentinos continúan siendo más estatistas en las dimensiones ROS1, ROS2 y ROS4.

El segundo dato que vale la pena subrayar es que tanto los ciudadanos de las Américas como los argentinos tienden, en promedio, a apoyar más intensamente la intervención del Estado en las áreas de provisión de salud, provisión de jubilaciones y reducción de la desigualdad.

Luego, unos y otros prefieren un Estado intervencionista más fuerte en la generación de empleo que en la adquisición de empresas e industrias clave de la economía nacional.

Por último, debemos concluir diciendo que, con niveles de apoyo de 71,1 (promover el bienestar de la gente, ROS2), 70,8 (crear de empleos, ROS3), 71,4 (reducir de la desigualdad, ROS4), 73,8 (proveer pensiones de jubilación, ROS5) y 76,3 (proveer servicios de salud, ROS6) o superiores en todos los países de América Latina y el Caribe incluidos en la ronda 2010 del Barómetro de las Américas, el ciudadano “promedio” está a favor de que el Estado en lugar del sector privado sea el principal actor en actividades centrales de la política económica.

Volviendo ahora a los dos temas relacionadas con el rol del Estado en la economía que nos interesan especialmente en el caso argentino, la renacionalización de empresas privatizadas y la estatización del sistema jubilatorio, nos preguntamos por los determinantes individuales de la variación observada en el nivel de apoyo a estas cuestiones.

Para ello construimos dos modelos de regresión lineal, una para cada una de estas variables continuas, en los que incluimos junto con las características socioeconómicas y demográficas habituales, la percepción sobre la economía nacional, la percepción sobre la economía personal, la ideología política del entrevistado2, la percepción sobre el desempeño económico del gobierno, y la evaluación de la labor del actual Presidente.

En relación a nuestras expectativas teóricas, en primer lugar debemos suponer que tanto la percepción sobre la situación económica nacional como la percepción sobre la propia situación económica importan, pero no es claro a priori en qué dirección.

Una percepción negativa podría generar una preferencia por políticas proporcionadas por el Estado en lugar del sector privado, pero también una percepción de este tipo podría estar indicando un pobre desempeño gubernamental lo que reduciría la confianza en el Estado y la demanda de que éste asuma un rol más protagónico en la economía.

El efecto esperado de la ideología política del entrevistado, en cambio, es obviamente más claro.

Nuestra expectativa es que aquellos identificados con una ideología de izquierda serán quienes más apoyen a un rol activo del Estado, expresado aquí en la posesión de empresas clave para el desarrollo nacional y la provisión del sistema de seguridad social.

Por último, esperamos que las percepciones sobre el desempeño económico del gobierno y la gestión del Presidente tengan un impacto positivo.

La creencia ciudadana en que el gobierno de turno y el Poder Ejecutivo desempeñan correctamente sus funciones lógicamente dará más credibilidad a la idea de que el Estado debe involucrarse activamente en la generación e implementación de políticas públicas.

Una vez establecidas nuestras predicciones, presentamos los resultados de estos ejercicios en los Gráficos X.7 y X.9.3

Pagina 276

Fuente:

Cultura política de la democracia en Argentina, 2010

Consolidación democrática en las Américas en tiempos difíciles

Hacer clic aquí, PDF 396 paginas.

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The core of that is giri, a word that can be translated many different ways but which I interpret to mean: reciprocity.

Fukushima, Republica y Mafia; hacer clic aquí.

-“Manolito, los peronistas NUNCA analizamos en abstracto; usamos TODO el cuerpo, y en especial, las manos.

Somos constructores que se adaptan a las circunstancias y los materiales existentes; por eso no les damos tanta bolilla a los planos, o manuales de instrucciones.

Cuando nos encontramos con algo que no comprendemos, que no sabemos como se usa, o para que sirve; hacemos como los chicos curiosos, que destripan un juguete para saber como y porque funciona”

-“Pero tío, eso es Ingeniería Inversa”

-“Ves Manolito, así es como funciona el Transvasamiento; yo te enseño algo que se, y vos me retribuís con algo que no sabia.”

Charla con mis Maestros a fines de los 60.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

off topic
Al final Guillaume Faye y sus secuaces se salieron con la suya.

como muestra

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Varias/detenciones/Francia/veto/velo/integral/elpepusoc/20110411elpepusoc_1/Tes

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Francia/bloquea/trenes/frontera/impedir/llegada/emigrantes/Italia/elpepuint/20110417elpepuint_8/Tes

Domenico Modugno

tiovik dijo...

...como todo ingeniero (o hacker) sabe, se lee el manual y acto seguido se procede a la ingenieria inversa. De esa forma ante la falta de lo primero siempre se tiene un plan de accion. Murphi anticipa que si se juega el tiempo suficiente con un sistema o aparato se conseguira que haga algo util. Segun comenta un amigo ingeniero: "siempre hay un boton de encendido"...