jueves, 28 de junio de 2012

Los pasillos rumorosos de 4 route des Morillons.




¡¡¡Shiiiii!!!......

Jijijijijijijijijijijijiji…



¿Cristina o Hugo=, na!!!, Stanley Kramer.




Las cadenas también son “links”, enlaces con información que no es visible al observador.

Y esos eslabones aunque no visibles, son mucho más fuertes que el acero.


MNI y las 3 Revoluciones Burguesas.




Mr. McNamara, Uds., los Americanos, ¿han leído algún libro de historia en sus vidas?
El ex Canciller de Vietnam del Norte al ex Secretario de Defensa de USA.


El mas completo informe sobre el tema lo publico Gustavo Arballo; Ganancias: mínimo no imponible y qué ganamos subiéndolo.

Impecable, pero,…le falta el encuadre político histórico.

Aclaro que no es una recriminación para Gustavo, como Iurisprudente, no tiene la obligación conocer los entresijos de la Historia del Fiscalismo y sus consecuencias políticas y sociales.

Desde que yo era un pibe, pasaron por la Escuela Media y los Claustros Universitarios varias generaciones.

Que asumen acríticamente que Cromwell, Franklin y Robespierre; se despertaron una mañana, descubriendo que estaban siendo sojuzgados por la Opresión de la Tiranía, y comenzaron su Lucha por la Libertad y la Republica.

Lo que consideramos el menos imperfecto de los Sistemas Políticos del siglo XXI, tiene su génesis en tres Revoluciones Burguesas; la Inglesa 1640, la Americana 1774 y Francesa 1789.

Todas ellas tienen un factor común en sus inicios; Déficits Presupuestarios insostenibles, y asimetrías regresivas impositivas, que terminaron en la sublevación de los contribuyentes.

Lo que mas irritaba en los tres casos no era la contribución fiscal en si, a pesar John Hancock y cia,  sino las excepciones vía Privilegios.  

Cuando se hablaba de Privilegios en los siglos XVII y XVIII, se referían no solo a no pagar impuestos, sino además, a ser beneficiados por los Subsidios.

El MNI es solo la punta del iceberg de las asimetrías fiscales, y los subsidios consiguientes.

Tomemos el IVA, impuesto al consumo, y un grupo especifico de contribuyentes, los habitantes de la PBA.

Por cada $ 1 que pagan incluso los indigentes, solo vuelve en servicios en el GBA $ 0.60; debido a las distorsiones de las Coparticipaciones primaria (Estado Nacional y Provincias), secundaria (Provincias entre si), y terciaria (PBA y Municipios entre si).

Estimados Críticos, Amigos y Compañeros; no solo tienen razón los de la 4ª Categoría en patalear, cuando Mauricio Macri en un pase financiero logra US$ 1.000.000 no grabados.

Sino que, cualquiera que quiera realizar una campaña “demagógica” en el 2013, basada en la inequidad fiscal del IVA; se le hace campo orégano en la PBA y el GBA.

¿Con que se le va a responder?, que “muerden la mano que les da de comer”; como lo plantea La Charlotte.

Macarteando como Señoras Gordas, en defensa de las excepciones fiscales y subsidios a ¡a los Mauricio Macri!; a quien le dan “aire político” como el “enemigo a vencer”, a pesar que esta al mismo nivel de Ibarra y de la Rua.

Muchachos, bajen dos cambios, y reseteen la data; el 82% y el MNI, por mas huevo que pongan, no son homólogos.


Sensación y Perspicacia;…el Collage es lo mas aproximado al Aleph, que nos podemos permitir los peatones del Historia.




Pero aun así, el número y la DISCIPLINA, no son para nada menores; y en la UIA y el Club Americano será un tema de semanas de debates y reuniones.


Abelardo y Nicolás.

Hay tres miradas, entre muchas, que predominan sobre el asunto en ciernes.

1/ Dallas el Regreso, se centra en las diferencias personales; la Historia se reduce a una Telenovela con sus intrigas para digerir la cena.

2/ De Adam Smith a Rosa de Luxemburgo; el eterno péndulo del conflicto entre Patronal y Corporaciones laborales, que enmarca el Capitalismo como Sistema Social.

3/ Interna Peronista, exacerbada por ser Partido Dominante, para definir las estrategias frente a la Larga Crisis de la Globalización Financiera.

Las tres son innegables, aunque las proporciones son bastante disímiles.

Personalmente la tercera, que es la menos obvia, me parece la más transcendente; frente al binomio prevaleciente en el Atlántico Norte, Quietismo/Espasmos como respuesta, en la Argentina se arma un batifondo que obliga a reexaminar lo sabido y/o creído.

Si ha llegado el Fin del Mundo Conocido, no en su sentido apocalíptico; emergencia de USA, Alemania, Japón e Italia a fines del siglo XIX; Guerras Mundiales con la Gran Depresión en el Medio; fin del Patrón Oro de Nixon, Colapso del Mundo Socialista.

Y no existen Respuestas Predeterminadas, mas allá de Trotskistas y Austriacos, el “Agite” es una muestra de Salud envidiable por los Países Serios.

Que hubiera sido mejor “Administrarlo”, que ejercer la “Exuberancia”; desde ya que si.

Pero, tenemos un gran problema superestructural; no existe nada, pero nada de nada, mas allá de la Galaxia peronista.

Y la Intelligentsia, sea del Establishment, o del Reformismo realmente existente; ha caído en una inopia espantosa; que solo saben repetir conceptos como si fueran mantras religiosos.

Comparativamente, nuestro país, o sea Estado y Pueblo; esta mucho mejor “armado” hoy que en 1989, Caracazo, Tienan Men, o colapso social, económico y político del Mundo Socialista europeo.

No solo la apropiación de la economía soviética por las mafias; que algún día deberían explicar los discípulos de Trotsky y de Hayek; sino las bestialidades de los Balcanes.

O el 2001, cuando a la afrenta social y económica, se sumo el insulto del colapso del Estado y su Sistema político.

Ojo, no se trata de una apreciación subjetiva; toda la data existente de organismos insospechables de simpatías por el populismo, en cualquiera de sus versiones, y no solo P; considera que ranqueamos muy alto en Resilencia, Robusteza, Adaptabilidad y Gobernanza.

De Davos a Failed States Index del Foreign Policy, incluyendo Moodys y S&P, que deben realizar malabares con las subjetividades, para que los datos objetivos no los dejen en ridículo.

Resumiendo, personalmente me siento como el personaje que hacia Donald Sutherland en el Botín de los Valientes; me encanta en positivismo.

…………

Eduardo 

Houston tenemos un problema….

La Rioja, CFK 70%, Menem 1º con el 40%.

Malvinas Argentinas; CFK y DS 60%, Jesús Cataldo Cariglino el 55%.

Es necesario recordar Córdoba, Santa Fe o la CABA?; donde más de un ultraK vivió un mes de diarrea hasta las PASO; que fueron de facto una Interna del Peronismo.

Baja dos cambios, y podemos departir amablemente; no sea que Belén de la UOM termine como el candidato de CFK a la CGT.






Resumiendo mi impresión, diré que Hugo Moyano sufrió una derrota política.

Si estoy en lo cierto, le será cobrada de aquí al 12 de julio, cuando el sindicalismo decida sobre las autoridades de la CGT.

Pero ojo, ésta es sólo la mitad de la historia.

Tal vez, en el largo plazo, la menos importante.

Porque Camioneros realizó hoy una movilización gremial de todos sus cuadros, decenas de miles de ellos…para presionar a un gobierno peronista.

Y sigue siendo el sindicato más poderoso de Argentina, más allá de las ambiciones o aún del destino personal de Hugo Moyano.

Reflexiono en esto porque me parece que el gobierno – que ha logrado convocar y, hasta cierto punto, encuadrar desde el liderazgo de Cristina a una nueva generación de militantes políticos – no tiene nada equivalente en el sindicalismo.

Es un tema decisivo, porque la biología y las tablas actuariales garantizan que pronto habrá una gran renovación en la dirigencia.



YukioM dijo...

Mucha gente joven encuadrada, mucha y buena disciplina.

En fin Manolo, otro 27 de junio y yo siempre del lado de los malos.

Esta vez con derecho al chori y bajo un sol ardiente, el mismo que brilló el domingo pasado en Victoria, será el ardiente de Mijalkov o el viejo astro peronista?




–¿Por qué considera a los delegados de base como un elemento clave dentro de la estructura sindical?

–La existencia de una organización nacional centralizada de gremios industriales como la CGT es fundamental para la fortaleza del sindicalismo argentino, pero el grado de penetración y alcance a nivel de los establecimientos laborales también es clave.

La negociación nacional unificada tiene fuerza porque está respaldada no sólo por dirigentes de seccionales sino también por representantes en las fábricas.

–En el libro afirma que las instancias de representación directa otorgaron al sindicalismo local un carácter original y pionero en América latina.

–La investigación se centró en el caso argentino, intentando delinear grandes tendencias de organización sindical desde 1943, en particular en fábricas siderúrgicas y textiles.

La comparación sistemática con otras experiencias de América latina todavía está pendiente.

Esa expresión con respecto a la originalidad argentina surge de observaciones informales.

Por ejemplo, en Chile, la organización sindical en el lugar de trabajo es prácticamente inexistente, y en Brasil no se observa con la misma intensidad.

Empresarios brasileños que compraron compañías argentinas quedaron impresionados al ver el grado de organización sindical en planta.

–¿Fue Perón quien respaldó la conformación de cuerpos de delegados de base?

–Hay trabajos recientes que muestran que los delegados en comisiones internas se habían desarrollado incipientemente en forma previa y que la etapa peronista es de consolidación y extensión.

Esa expansión revela un aspecto nuevo de la acción sindical en ese período porque siempre se había destacado el proceso de burocratización y consolidación de una estructura muy vinculada con el Estado.

Durante el peronismo, las comisiones internas tuvieron una enorme importancia y se adquirió el fuero sindical en el lugar de trabajo.

–Perón se caracterizó por ejercer un fuerte control sobre los sindicatos. ¿Cómo fue la relación con esos cuerpos de delegados?

–Lo que se ve es un permanente conflicto dentro de las organizaciones sindicales.

En el periódico de la CGT es muy evidente la preocupación por los desbordes.

Perón, por su parte, habla en varias ocasiones sobre la necesidad de controlar a la “masa anárquica”, y al mismo tiempo el Congreso de la Productividad de 1955 es un intento de imponer mayor disciplina y subir los ritmos de producción que se consideraba que se habían deteriorado durante el decenio peronista.

Sin embargo, las recomendaciones consensuadas no pueden aplicarse cabalmente.

Hay muchos testimonios de empresarios que al final de la década peronista resaltan la existencia de un enorme poder obrero en el seno de las fábricas.

–¿Qué cambia a partir de la caída del peronismo?

–Después del interregno de Lonardi, las primeras medidas del gobierno de Aramburu tienen a desmantelar la organización sindical de base.

Luego hay un proceso de consolidación de las cúpulas, pero a partir de los años ’60 se observa una reorganización de la base y esto surge de manera visible a fines de los ’60 con el Cordobazo.

En los procesos de radicalización obrera que van desde fines de los ’60 hasta los ’70, la organización sindical de base tiene mucho que ver.

–¿Cómo fue posible esa reorganización durante gobiernos militares o gobiernos civiles condicionados fuertemente por los militares?

–Uno podría pensar que las bases son necesariamente el primer objetivo de la política represiva, pero esto no siempre fue así.

La tendencia a la descentralización fue otra forma de pelear contra una estructura sindical centralizada y vertical asociada al peronismo.

–A partir de 1976 pareciera invertirse el criterio, porque la represión se concentró en las bases y se negoció con sectores de la cúpula sindical.

–Lo que estoy marcando es una oscilación entre negociar con las cúpulas para controlar a las bases o descentralizar las negociaciones para debilitar a esas cúpulas.

Son dos estrategias que se van alternando entre 1955 y 1976.

Lo que hay a partir de 1976 es una profundización de la ofensiva.

Los delegados fueron víctimas de una represión ejemplificadora.

Hubo casos de obreros colgados en la puerta de las fábricas.

A su vez, el secuestro y la desaparición buscó generar terror en el lugar de trabajo.

La represión también se extendió a los líderes sindicales.

Hay sectores que pactan con la dictadura, pero existe un arco enorme de líderes sindicales que son desplazados, puestos en prisión o directamente desaparecidos, como es el caso del arco combativo.

–Pero las estadísticas de la Conadep evidencian que la gran mayoría de los desaparecidos fueron obreros de base.

–Las formas represivas fueron diferentes.

La política de secuestro y desaparición, que empezó antes del golpe, se concentró en la base, mientras que frente a los dirigentes sindicales se tenían mayores cuidados debido a la presión internacional.

–Otra característica distintiva fue la complicidad de los empresarios que propiciaron la desaparición de sus propios trabajadores.

–Ese vínculo fue muy estrecho.

En algunos casos surgió de las propias empresas que buscaron reinstaurar condiciones de trabajo que se habían perdido debido al grado de organización sindical, y en otros fue consecuencia de la presión del gobierno militar para el otorgamiento de información.

–Ese colaboracionismo parece haber quedado impune.

–Es muy difícil de juzgar.

Hay varios casos en marcha, como los de Mercedes-Benz y Ford, pero es difícil conseguir condenas.

Lo que está claro es que debe dejarse de lado la dicotomía militares-guerrilla porque el foco represivo en el lugar de trabajo y en los sindicatos evidencia que la dimensión central del conflicto fue la pelea por una distribución del ingreso más equitativa.

–¿Cuáles fueron los casos más emblemáticos de colaboración empresaria?

–Estudié los casos de Mercedes-Benz, Ford, Astilleros Astarsa, Ledesma, Dalmine-Siderca (Techint) y Acindar porque allí hay claras evidencias de distinto tipo de colaboración: financiamiento a las fuerzas represivas, entrega de listas de trabajadores, autorización del ingreso de las fuerzas represivas para secuestrar en los lugares de trabajo e incluso la instalación de centros de detención dentro de la fabrica, como ocurrió en Acindar y Ford, donde además se llegó a torturar a los trabajadores.

–¿Esos centros funcionaban dentro de las fábricas mientras el resto de los compañeros seguía trabajando?

–Sí, son fábricas con predios muy grandes.

En el caso de Acindar funcionó en el albergue de solteros.

Allí la represión fue brutal.

Martínez de Hoz fue presidente de Acindar hasta que asumió como ministro de Economía de la dictadura; y luego lo reemplazó López Aufranc, que impuso un régimen militar dentro de la fábrica.

–¿En qué medida influyeron en el debilitamiento de la base sindical los cambios en la modalidad de organización del trabajo que trajeron la polivalencia y la tercerización?

–Una de las razones por las que decidí cortar mi trabajo de investigación en los ’80 fue porque es necesario realizar más estudios de casos antes que hacer generalizaciones sobre la década del ’90.

Los estudios disponibles hasta ahora sobre la reconversión productiva muestran que los cambios en la organización de la producción tuvieron una enorme implicancia en la pérdida de poder de los delegados, pero hace falta seguir investigando.

–Su tesis de doctorado abarca el período 1943-1983, pero en el libro extiende el análisis hasta la actualidad.

–El libro incluye dos trabajos.

Tanto el de Daniel Azpiazu y Martín Shorr sobre la industria en la post-convertibilidad como el mío fueron realizados a pedido de Fetia y la Fundación Ebert, y tienen el objetivo de proveer elementos de discusión en el ámbito sindical.

Por ese motivo, me propuse vincular mi investigación histórica con la actualidad, sintetizar algunas tendencias en términos de organización sindical de base para mostrar que los estallidos recientes en varios establecimientos no surgen aislados sino que tienen una larga tradición nacional.

–Usted destaca el resurgimiento de los conflictos en las fábricas, pero al mismo tiempo cita un informe del Ministerio de Trabajo donde se destaca que el 87 por ciento de las fábricas no tienen delegados.

–Destaco la fortaleza en un período en el cual este fenómeno fue muy importante, y creo que de algún modo se mantuvo porque en las grandes empresas más del 50 por ciento tiene algún delegado.

Eso garantiza mayor presión sobre los líderes sindicales, y a esos mismos líderes les brinda capacidad de movilización y presencia en los lugares de trabajo.

Estar organizado en el lugar de trabajo te pone en otro lugar con respecto a la patronal, te permite negociar de otra manera.

–Esos líderes de base cuestionan el modelo de sindicato unificado y la CGT dice que una descentralización debilitaría al movimiento obrero.

–Es un tema complejo.

Creo que hay que encontrar un equilibrio.

Hay formas para democratizar más la representación sindical sin llegar a descentralizarla totalmente y debilitarla.

Entrevista a Victoria Basualdo, investigadora del área de Economía y Tecnología de la FLACSO; sábado 10 de junio del 2010, Pagina 12.

“La negociación nacional unificada tiene fuerza porque está respaldada en las fábricas”, afirma Basualdo.





Los videos son del film, Kelly's Heroes, Los Violentos de Kelly, o El Botín de los Valientes.


Recuerdo una pintada de los ’60 (uno es un veterano)

“Si no nosotros,
quiénes?
Si no ahora,
cuándo?”

Otro abrazo
Abel en Arte política; hacer clic aquí.