lunes, 20 de agosto de 2012

Zcioliland, incursión donde los presupuestivoros no se atreven.


Trescientos mangos son dos días de laburo, lo básico y blanco, porque comisiones y extras pertenecen a la dimensión desconocida.



Esa, de la que tanto se habla, pero que nadie se atreve a visitar; ni siquiera los austriacos, tan cómodos con las Fundaciones que perduran gracias a la desgravación impositiva.



Como dirían en España, Dineros Públicos que NO se cobran,



Un banco de carpintero, una sobadora semiindustrial a la que hay que darle mantenimiento básico; limpieza, cambio de cableado, ajuste y engrasado.



Bien Nac&Pop, realizar con saliva y centavos, lo que debería hacerse con infraestructura y presupuesto.



Pero claro, estamos en plena Guerra Cultural de las Elites; los Borges ñoquis se defienden del crispado ir por todo de los Rodríguez Supernumerarios.



Los desastres no son puro azar, ni destino inevitable, ni confabulaciones satánicas; sino la acumulación de errores y malentendidos hasta que crac…, Once, Katrina, Cromagnon,…mi mano derecha.



Si tuviera 5 años menos…, si la infraestructura eléctrica hubiera tenido el mantenimiento exigido por la concesión…, si la tormenta de Mayo no hubiera sido seguida por el mal tiempo de Agosto…, si el bajón de las comisiones hubiera sido del 30% y no del 50%..., si…….



Tendría 10 puntos menos en mi índice derecho, y mi mano no parecería un arco iris de moretones, escoriaciones y anda mais.



Violetas, morados, amarillos, naranjas oscuros, púrpuras de coágulos; toda la paleta, menos los verdes y azules de los tétanos y necrosis.



Las desgracias también generan orgullo, de no haber caído en el pánico; se que para muchos, cuya vida se desenvuelve en la confortabilidad estrecha de la pequeña burguesía, suena a irracional.



Los que vivimos peligrosamente, no porque queramos, sino porque al Universo le es indiferente esa amalgama de protoplasma y memes que denominamos ser humano.



Sabemos que jugamos al filo del desastre, tanto que se convierte en parte del contexto, como dicen los apotegmas de Murphy, no López sino el Profeta de los Ingenieros.



En fin, mantuve la suficiente sangre fría como para desactivar los mecanismos, destrabar el rodillo que me amordazaba la mano y el destornillador contra la parte superior de la maquina.



“Manolo, en 40 años nunca tuvimos un accidente en esa parte de la maquina”, me confió dos días después el fabricante, cuando me llamo para saber que había sucedido.



Cuando le relate la secuencia solo exclamo, “San Murphy…, fue el gatillo a prueba de boludos…”.



En fin, volviendo al accidente; usar los alicates para cortar con la mano izquierda el guante de la derecha para poder ver las heridas e higienizarlas.



El índice era una banana aplastada, el mayor un tirabuzón inflamado de colores fluo.



Agua, mucha agua, medio frasco de alcohol; papel de cocina para sostener las gasas y salir a la calle para ir a primeros auxilios.



Los 50 metros que me separaban de la remiseria fueron un calvario; había agotado el primer stock de adrenalina, tuve que sentarme en un paredoncito, para hiperventilar.



¿Dolor?, no todavía no era tiempo del dolor, solo debía recuperar la serenidad.



Los remiseros estaban más asustados que yo, pensaron que había perdido los dedos.



Hospitalito de Hurlinghan, emergencias, camilla, lavado intenso y vendaje hasta el codo.



No corría peligro mi vida, que ya era algo, pero el problema es que no se sentían capacitados para operarme los dedos.



Solo quedaba ir al Provincial de Haedo, que tiene traumatología de urgencia; no se veían arterias o venas dañadas irreparablemente, pero los tendones y ligamentos es otro tema.



Mucha gente se preocupa de los huesos, pero en las manos ellos y la piel son lo de menos.



El Guemes es ER Emergencias en versión de los 50, y para colmo en su versión más espartana; casi un ambiente de Brazil de Terry William, o las películas checas o polacas de los 60.



Ojo, no es una critica, solo una descripción; en el pasillo de espera hay una placa, donde Felipe Gobernador y Martín Intendente, agracen la DONACION a la 216.



Son el equivalente al Grupo Plaza en el Oeste del GBA; la mitad de los accidentes que necesitan atención traumatológica son provocados por los accidentes de transito.



Desde ya, ese 50% tiene una participación importante del transporte público; y una sala de urgencias traumatológicas baja el costo de los seguros de la unidades.



En aquellas zonas donde el Estado es muy tenue, aunque se este a menos de 5 o 10 Km. de la General Paz; hasta el Mercado mas salvaje debe guardar ciertas formas.



Las reacciones intempestivas pueden terminar con una Intendencia o una Comisaría incendiadas; unos Jueces o Médicos golpeados por muchedumbres irascibles; o los Propietarios de las empresas zonales baleados al salir de sus oficinas.



Las Milicias Libertarias de USA se sentirían casi como en casa, si no fuera por ciertas conductas electorales, más dignas de las hormigas argentinas que del ideal del taxpayer.



En fin, después de la espera; en las casi tres horas que estuve en emergencias entraron una docena de casos mucho mas riesgosos que mis dedos.



No tenia huesos rotos, las arterias y venas reaccionaban adecuadamente, ligamentos y tendones tenían daños superficiales; así que me cosió una residente bajo la mirada de la jefa de enfermeras.



Al fin y al cabo era una practica de microcirugía; el tema de las terminales nerviosas se vería mas adelante, cuando el grueso del daño se reparara “naturalmente”.



Como no soy diabético, no tendré la suerte de que la ART considere que hay disminuido mi capacidad laboral; tendré que esperar los 10 años que me faltan para jubilarme, con la mínima.



Soy un boludo con suerte, tengo 30 años aportados, aunque solo hayan depositado 20; vivo en el 1º Cordón del GBA, aunque sea en la zona gris de la actividad económica.



Los Gobernadores e Intendentes van a actos, protocolarios, de donaciones privadas a hospitales provinciales, porque la fiscalidad es perversa.



Soy un 3/5 de Ciudadano, casi un Súbdito de la Republica, porque mi voto nacional es una fracción del resto de los compatriotas de las provincias; y ½ bonaerense, porque las Secciones 1ª y 3ª apenas cuentan para elegir Gobernador o Presidente, pero no influyen en la Legislatura Provincial o Congreso Nacional.



¿La mano y los dedos?, bien por ahora bien, me ayuda la habilidad de mi izquierda; no se si es porque tiendo a ser ambidiestro, o ser un zurdo, de los tiempos cuando era una desgracia social y laboral serlo.



Bueno, un abrazo, y hasta pronto; porque teclear con una solo mano mano es mas difícil que escribir en papel.