martes, 18 de junio de 2013

Génesis del Populismo Latinoamericano; el Stalingrado del Río de la Plata.





ABL frente al vacío Institucional, inspirado en un post de Escriba en Artepolítica; hacer clic aquí.

¿Qué sucede cuando las Instituciones de la Republica, el Estado en si mismo, implosionan?

Puede ser un desastre natural, sequías, inundaciones, terremotos; etc.

También eventos antropogénicos, invasiones, guerras civiles, devastaciones ecológicas, etc.

Existen docenas de Culturas y Civilizaciones, cuyos restos materiales y/o archivos, nos relatan este tipo de colapsos societales.

Es mas, el 2001 no fue la primera vez que NOS sucedió un evento similar en nuestra continuidad histórica.

La Ocupación Británica de 1806 implico mucho mas que un cambio de Régimen o Soberanía; fue, para quienes vivían en el Virreinato del Río de la Plata, el mismo Desafío Social que enfrentaría Madrid frente a Murat dos años mas tarde; y por transición LAS Españas frente a Napoleón.

Un Motín Urbano, brutalmente reprimido, que se transforma en Resistencia Popular; las “luces Neoclásicas” de la Revolución Francesa, con sus Citoyens; frente a la “oscuridad folclórica” Populista, con sus Partisanos telúricos ejerciendo la “petite guerre”, o Guerrilla.

Mientras que para el Absolutismo, y el Enciclopedismo, la cuestión de la Soberanía era de Arriba (Monarca o Aristocracia del Espíritu) hacia Abajo.

Para el Ámbito Cultural Hispano, quizás por los siglos de interacción con el Islam, era a la Inversa; la Umma, hacer clic aquí, o Comunidad absolutamente inclusiva, es quien delega originariamente la Soberanía.

Las discusiones del Cabildo Abierto de 1810 son ejemplificadoras, lo que discutía era cuales eran los “limites” de Pueblo y por ende quienes “ejercían” la Soberanía; ¿peninsulares?, ¿blancos?, ¿propietarios?, ¿parte sana?, ¿todo aquel que pudiera empuñar las armas en defensa de la Comunidad, incluyendo Castas y Esclavos?

Ya el mismo ámbito de discusión era subversivo, una entidad menor, el municipio de la Capital del Virreinato se “cargaba” al Rey, a Bonaparte, las Juntas Peninsulares, el Virrey, la Audiencia, las Intendencias del Virreinato, y hasta el Jefe Militar de la principal fortaleza española del Atlántico Sur; el Gobernador de la Plaza de Montevideo.

Esto fue posible gracias a la reacción de la Sociedad colonial que hasta armo, para horror de los británicos, los esclavos; premiando con la Manumisión publica a quienes se destacaron.

La Militarización social es intrínsecamente plebeya, y fundamentalmente meritocratica; es quizás por eso, que en 1816, era el último foco de subversión en America, cuando el resto de las “Revoluciones” habían naufragado en sus propias contradicciones.

Volviendo a las Invasiones Inglesas, analicemos el papel inverosímil que le cupo al “Jefe Político” y Principal Cliente del Bufete del Jacobino Mariano Moreno.

El primer “populista de Derechas”  que se paso la Institucionalidad por donde horroriza a los Republicos.




Cuando en 1806 se produjo la primera de las Invasiones Inglesas en Buenos Aires, puso su fortuna al servicio de la Reconquista.

Organizó un grupo de conspiradores, el que se unió a otros que tuvieron el mismo objetivo, formados también por poderosos comerciantes, como Anselmo Sáenz Valiente y Juan Martín de Pueyrredón.

El general invasor William Carr Beresford había ordenado el secuestro de todas las armas en poder de particulares, pero Álzaga era especialista en su contrabando, por lo que pudo reunir centenares e instalar talleres para su reparación.

Alquiló en secreto las casas que daban a la Plaza Mayor, y desde allí cavó túneles para minar el Fuerte, además de instalar en ellas cantones desde los cuales hacer frente a los invasores.

Su capacidad de organización era notable; tenía una tenaz voluntad y un don natural de mando.

Alquiló la chacra de Perdriel, en el actual partido de San Martín, donde los voluntarios se entrenaban por turnos, y donde se reunieron fuerzas de caballería.

La red de espionaje organizada por los ingleses sólo descubrió lo que se tramaba pocos días antes de iniciada la reacción.

El ataque a Perdriel sólo aceleró los hechos.

Cuando Santiago de Liniers llegó desde Montevideo y comenzó la Reconquista de Buenos Aires, el 12 de agosto, apareció de repente el ejército secreto de Álzaga y los ingleses fueron rápidamente vencidos.

La rendición de Beresford no tardó en llegar salvándose el Virreinato del Río de la Plata del dominio de la corona británica.

Defensa frente a la segunda invasión.

De inmediato, Álzaga convocó un cabildo abierto que consiguió desplazar del mando militar al virrey Rafael de Sobremonte —que pasó a Liniers— e impedirle su entrada a Buenos Aires.

El 1 de enero de 1807 fue electo Alcalde de primer voto y asumió el mando civil de la ciudad.

Pero la flota inglesa no había abandonado el Río de la Plata, y pronto llegaron refuerzos, al mando del general John Whitelocke.

Éstos tomaron Montevideo en junio de 1807, eliminando con facilidad las fuerzas de Sobremonte.

Álzaga simplemente ordenó el arresto del virrey y su reemplazo por Liniers, como interino.

Participó en la organización de las milicias de voluntarios de la ciudad, un ejército de más de seis mil hombres, y pagó con sus propios fondos la formación de un regimiento de asturianos y vizcaínos.

El 2 de julio de 1807 se produjo el esperado ataque, y Liniers fue derrotado en el Combate de Miserere, en las afueras de la ciudad.

Pero Whitelocke les dio tres días de descanso a sus tropas antes de atacar.

Álzaga convenció al desalentado Liniers de preparar la defensa y aprovechó al máximo el tiempo: organizó la defensa casa por casa, iluminó con miles de lámparas la ciudad para seguir trabajando de noche, y se aseguró que en todas las azoteas se acumulara todo lo necesario para la defensa de Buenos Aires.

Los ingleses atacaron el 5 de julio, dándole otra ventaja: marcharon divididos en trece columnas, que fueron derrotadas por separado.

Al mediodía del 7 de julio, los ingleses se rindieron y evacuaron la ciudad.

Pero Álzaga incluyó en las condiciones de la rendición que debían entregar también Montevideo.

Su nombre le fue impuesto a la hoy calle Alsina en la modificación general de la nomenclatura de 1808, en la que se honraba a los héroes de las invasiones inglesas.

Este nombre subsistió hasta la modificación general de 1822.

Ver su relación con Mariano Moreno, su abogado PERSONAL y candidato a Secretario en su asonada de 1809.

Y la enemistad manifiesta de Rivadavia, juicio sumarisimo secreto, condena a muerte y expropiación de sus bienes.



Avancé con los rifleros hasta el costado oeste del edificio del Colegio de los Jesuitas, sin sufrir pérdidas considerables, cuando, al adelantar el cañón liviano para abrir una brecha en la entrada principal del edificio, el enemigo apareció de repente en gran número en algunas ventanas, en la azotea de aquel edificio y desde las barracas del lado opuesto de la calle y desde el extremo de la misma.

En un momento, la totalidad de la compañía de vanguardia de mi columna, y algunos artilleros y caballos fueron muertos o heridos...
Teniente coronel Henry Cadogan.

Antes de que me hubiese escasamente aproximado a la Iglesia de San Francisco, ya había perdido bajo el fuego de un enemigo invisible, y ciertamente inatacable para nosotros, los oficiales y la casi totalidad de los hombres que componían la fracción de vanguardia, formada por voluntarios de distintas compañías, los oficiales y casi la mitad de la compañía siguiente, y así en proporción en las otras compañías que componían mi columna...
Teniente coronel Dennis Pack


No bien alcanzamos la entrada de la iglesia de San Miguel, el enemigo comenzó un terrible fuego desde las casas opuestas.

Habiendo perdido unos treinta hombres en esta entrada, y comprendiendo que era imposible forzar las puertas de la iglesia con las herramientas que me habían entregado, juzgué prudente desistir y penetrar más en la ciudad esperando encontrar una posición más ventajosa.

Al abandonar la entrada de la iglesia fuimos castigados con un fuego continuado.

Después penetré en la ciudad hasta que juzgué que me hallaba cerca de la fortaleza.

Viendo que había perdido tanta gente en la calle, que los cuatro oficiales de granaderos estaban heridos, que el mayor, el ayudante y el cirujano auxiliar habían sido muertos, y que había perdido, entre muertos y heridos, de ochenta a cien soldados de mi débil columna, doblé a la izquierda y busqué refugio ocupando tres casas...
Teniente coronel Alexander Duff


"El ataque sobre Buenos Aires ha fracasado y hace ya tiempo que no queda un solo soldado británico en la parte española de Sudamérica.

Los detalles de este desastre, quizás el más grande que ha sufrido este país desde la guerra revolucionaria, fueron publicados ayer en un número extraordinario...”.

"El ataque de acuerdo al plan preestablecido, se llevó a cabo el 5 de julio, y los resultados fueron los previsibles.

Las columnas se encontraron con una resistencia decidida.

En cada calle, desde cada casa, la oposición fue tan resuelta y gallarda como se han dado pocos casos en la historia.

La consecuencia fue que el plan de operaciones se frustró”

”El comandante en jefe parece haber estado en la más perfecta ignorancia tanto acerca de la naturaleza del país que debía atravesar, como sobre el monto y el carácter de la resistencia que debía esperar.

Con el propósito, suponemos, de evitar un encuentro molesto desembarca a treinta millas del lugar donde debía operar, prosigue su marcha a través de un recorrido lleno de pantanos, cortado por riachuelos y finalmente, con un ejército jadeante y exhausto se asienta frente a una plaza fortificada enteramente, en la cual según el tenor de su despacho, «llovían sobre él metrallas desde todas las esquinas y desde los techos de todas las casas, mosquetazos, granadas de mano, ladrillazos y piedras»”

”Este ha sido un asunto desgraciado de principio a fin.

Los intereses de la nación, así como su prestigio militar, han sido seriamente afectados.

El plan original era malo, y mala la ejecución.

No hubo nada de honorable o digno de él; nada a la altura de los recursos o el prestigio de la nación.

Fue una empresa sucia y sórdida...”

”¿Cómo podría esperarse que estuvieran con nosotros las manos o los corazones del pueblo, si los primeros que ocuparon la ciudad se mostraron menos ansiosos de conciliarse con los habitantes que de colocar fuera de peligro el botín obtenido?

Había un vicio radical en el plan original, que ninguna empresa posterior pudo remediar.

Si los desautorizados promotores del primer desembarco hubieran dispuesto de una fuerza igual a la que ha sido ahora expulsada de Buenos Aires, el país podría estar en este momento en nuestras manos”.
The Times, 14 de setiembre de 1807, pág 3.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

y
llamaron al viejo BOBO y manolo dijo PRESENTE!

Oscar Cuervo dijo...

¿Al fin de la cuarta temporada se entiende qué tiene que ver esto con lo que escribió Tereschuk? ¿O tenemos que esperar hasta el año que viene?

Chofer fantasma dijo...

Manolo:

Usted aviso lo que pasaba en Brasil antes que todos.
Un gusto leerlo.

Portero Violin dijo...

un plaser seguirlo manolo yo a usd lo entiendo poerque es un sabio y estan todos esos fanaticos que no se aguantan a los que piensan distinto hay que matarlos a todos a esoso montoneros intolerante imberbes porque usted era peronista y pidio perdon y eso esta muy bien errar es umano y una cagada se la manda cualquieras pero en este ispa te haces una macana y te persiguen cuando todos sabemos que la mayor corrupcion y los chorros estan en el poder de los corruptos como lo que ustesd denuncio de los trenes que asesinan desde el poder yo a usted lo apollo Manolo usted es de la mismo material que yo

guido dijo...

Muy buena la referencia Manolo, pero la encuentro algo forzada con relación al "municipalismo" del que habla NT.

Aquí ilustra un principio con el que siempre vuelve: la dinámica de "lo alto" y "lo bajo" como articulación conflictiva básica de história argenta. Y lo muestra en la "genesis" del país.

En las IA, y mas aún después el sistema político hizo plop con la desaparición del principio de legitimidad de la autoridad de gobierno. Es decir, la respuesta a la pregunta de ¿por qué si mandan 4 y somos 5000 no le damos un sopapo y hacemos lo que se nos canta? LaTam tiene una característica llamativa al respecto: mientras en Francia había monárquicos un siglo después de la revolución, y en España la república aún no prendió, pocos años después de mayo la monarquía se había ido para no volver y solo existía en la fantasías de algunos intelectuales.

Sin embargo, los faroleros seguían prendiendo los faroles y los esclavos seguían esclaveando y los amos señoreando. Es decir: el orden jerárquico entre los "tipos" de personas seguía existiendo aún extinguida y relegada al olvido la fuente de su legitimidad en el soberano.

Lo que nos indica, entre otras cosas, que el soberano no era la única fuente de legitimidad y, quizás, no fuera la más importante.

En breve, el fundamento legítimo del orden social colonial eran las relaciones deferenciales. No suficientemente cristalizadas como hablar de "castas" a lo hindú (las había pero no se las respetaba con tanto entusiasmo) pero si lo suficiente como para estructurar la sociedad posrevolucionaria como lo había hecho con la anterior. Un mulato (Rivadavia, por ejemplo) podía ser secretario de la junta revolucionaria en la medida en que lo no impoluto de su sangre podía mitigarse un poquitín con su educación, su porteñez, su billetera y así. A un Rosas, por supuesto, blanco, educado, porteño y rico no había con que darle, un nacido para mandar.

Los límites de lo "alto" y lo "bajo", aunque no estrictos y difíciles de definir, eran clarísimos para los contemporáneos. Mejor ser blanco que oscurito, mejor porteño que de provincias, mejor maturrango que gaucho, mejor educado que analfabeto, mejor rico que pobre, etc. y todas las combinaciones posibles a partir de allí.

guido dijo...

Pero la guerra, con su movilización brutal de miles de hombres fuera del "país" (es decir, pocos kilómetros más allá de su lugar de nacimiento), al tiempo que se funda en ese orden deferencial (son hombres de la elite, de lo "alto", los que movilizan milicias y ejércitos, no va a encontrar ningún ejemplo en contrario por más que busque) termina por reconfigurarla. No se manda a la gente a morir (o a hacer cualquier otra cosa) sin negociar algo, sin conceder. Y el principio de legitimidad democrático-republicano, la soberanía popular, se va articulando de manera bastante compleja con el orden deferencial en la medida en que la única posibilidad de sostener poder es la violencia, la violencia solo se puede efectivizar con lo "bajo" movilizado, y la movilización político-militar de lo bajo requiere profundizar un principio democrático de legitimidad que no se lleva del todo bien con la lógica deferencial que lo funda (si lo hace el republicano, no el democrático). Que otorga poder a lo "bajo" pero se funda en lo "alto", porque solo, repito, las elites movilizan. Los esclavos, los gauchos pobres, la plebe urbana y los indios criollos solo siguen caudillos de la elite, nunca (pero nunca) elevan a uno de los propios.

Ahora bien, esa tensión entre "lo alto" y "lo bajo" que desestructura el pricipio diferencial sin eliminarlo (más bien mestizando por abajo y por arriba, en una suerte de doble "crisol de razas", hasta confluir en un negrada única, sin negros ni ni indios diferenciados, y una elite única, que incorporará inmigrantes durante todo el siglo) convive con otra igual de importante: la disputa por la distribución territorial del poder.

Y son esas dos tensiones (la de las sucesivas reconfiguraciones del orden deferencial y la de la del reparto territorial de la teca), no una sola, las que permiten explicar la evolución del sistema, con énfasis epocal por una o la otra.

No hay guerra social a la vista. Nadie discute que la elite (los "sectores medios", los "educados", deben ocupar los puestos de poder). Ni el más mazorquero de los intendentes del universo pone punteros de concejales. No existe ningún tipo de elemento social diferencial entre los integrantes de una lista de concejales de La Matanza y una de legisladores porteños.

¿Que es lo que se discute entonces desde esta pequeña coalición de intendentes del GBA que va por afuera? No guerra social, no lo "alto" y lo "bajo". Nada de eso. Se discute la distribución de los recursos nacionales. Es una reacción indignada de las elites metropolitanas porque más morlacos de los que están dispuestos a conceder se pone en Formosa, en la Patagonia, en Santiago del Estero, y en otros países lejanos.

No es una reacción del gauchaje contra los maturrangos, es, el mejor de los casos (si movilizan) la Guardia Nacional de Buenos Aires al mando de Tejedor contra las elites del interior que se "apropiaron" de Buenos Aires. Tejedor hablará en nombre del populacho porteño, pero usted no le irá a creer. Acá hay guerra de elites, nada más.

Maquinista Pelotudo dijo...

coinsido plenamente con el portero, los accidentes son sistemico porque la corruccion mata y apollo tambien a Manolo

Charlie Boyle dijo...

http://carlosboyle.blogspot.com.ar/2013/06/zizek-zizek-que-grande-sos.html
Vea el video y fíjese lo que dice del Sub Comediante Marcos y su Mentor amigo suyo.