jueves, 17 de septiembre de 2015

Tucumán, la Danza de las Apariencias.


“¡Mierda!, otra vez me tropecé con la piedra, a pesar de ir con los ojos bien abiertos”
Takeshi Kitano en el final de Zatōichi, versión original y francesa.



Bojos, que está absolutamente “dondizado”, confundió este chanbara con el de Kurosawa y Mifune; que Leone y Eastwood versionaron como spaghetti western con el titulo “Per un pugno di dollari”.

Zatōichi es ciego, como Borges, lo que no resulta ser menor en la trama.

Ya que como otro film de Kurosawa, Rashomon; indaga sobre lo aparente, lo fingido, lo simulado, y hasta el travestismo; pero en clave tragicómica.

No es casual que haya sido aclamada en su propio país o en los festivales como Venecia.

Tucumán ha resultado la cruda demostración sobre el corte social de quienes han vivido simulando ser demócratas, cuando en realidad no son más que travestidos republicanos de Videla.


Porque no hay que olvidar que los golpes desde 1930 fueron para salvar la Republica de las masas plebeyas turbulentas, y los demagogos populistas que se aprovechan de la condición cuantitativa del Sistema demo liberal.

Una persona igual un voto es una aberración que barre con las diferencias de “merito”, “nacimiento”, “fortuna”, y “condición social”.

Y por más que Omix y los Renovadores hagan pucheros, como Victoria Donda cuando los hechos la contradicen, nunca serán aceptados como “pares o iguales”.

Para ellos, la gente como uno, solo somos ilotas o metecos; despreciables seres, necesarios como los perros o las mulas, pero no por eso menos molestos e incómodos.

No es casual que las impugnaciones con las que nos caracterizan, a nosotros o a nuestras praxis, terminen remitiendo en última instancia a lo fisiológico.

Asco, mierda, porquería, vomitivos, inmundicia, nausea, repugnancia, impresentable, repulsión, sucios, feos, chusma ignara, delincuentes; etc.

No hay vicio, inmoralidad o delito que no cometamos; como compensación psicológica que proteja su autoestima frente a su propia incapacidad serial.

Estas reacciones viscerales, que estuvieron soterradas los últimos 3 decenios, no solo emergen por los Kirchner, los Duhalde o los Menem a nivel local; es una tendencia de la globalización en Crisis que se ve nítidamente en el Atlántico Norte.

Es un Universo de valores que se derrumba frente a los desafíos de los tiempos revueltos, y por eso piden Pinochet a los gritos, para que ponga en cintura las demandas de las Masas “insaciables”.

Que creen tener “Derechos”, y no cualquier “Derecho” menor, sino los mismos que la “parte sana y decente de la población”.

Por eso no se habla más de “Pueblo” sino de “vecinos”, que tiene una implicancia de “propietario”.

O de “lagente”, que supura que existen quienes no lo son.

La deslegitimación, que comenzó la misma noche de los resultados del balotaje porteño, cuando por una pendejesiama casi se les estrella el esfuerzo de más de una década.

Es porque son consientes de su propia impotencia para que la Opinión Publica siga los Diktats de la “Opinión Publicada”.

No importa lo que se prometa, ni que se lo cumpla, son absolutamente consientes que el Sistema Demo liberal puede permitir “revertir” promesas y actos a la menor oportunidad.

Que en términos temporales oscila entre 2 y 4 años; lo que les resulta inaceptable. 

3 comentarios:

ram dijo...

Mire, si quiere vincular el cine y el "fraude" tucumano, deje a los japoneses en la tintorería y búsquese imágenes del clon phoshopeado de George Clooney, el ñoqui legislativo cano.
El galán digitalizado y la cara de nabo real, enorme caso de "fraudis notorius flagrantis", que casualmente "no vió nadie", justo el único y demostrable fraude....

mecasullo dijo...

Mas esfuerzos para ser aceptados, menos aceptación habrá. Porque la propia existencia de esa tribu depende de mantener la distancia.

Adán De Ucea Queralt dijo...

Para Clarín y Perfil pagar jornales es comprar votos en el #Chaco http://adandeucea.blogspot.com.ar/2015/09/para-clarin-y-perfil-pagar-jornales-es.html