miércoles, 7 de octubre de 2015

González y Vadallares, y el loco de la tablitas de las hojas de cálculo.



Mas allá de las discusiones metodológicas, que fundamenten la verosimilitud de los resultados, la imagen que encabeza este post es la clave para las aspiraciones de UNA y Cambiemos en su contienda para forzar un balotaje.

La “relativa estabilidad” de ambas fuerzas en los últimos meses es una demostración de los limites estructurales de la composición social e ideológica de sus votantes.

El anti peronismo nunca votaría a Massa; y el peronismo “enojado” con los K, DOS y el FPV, tampoco votaría a Macri.

Un empate catastrófico que solo puede ser resuelto por la “implosión” del electorado que voto a la Garra Siniestra en Agosto.

Es cierto que estamos hablando de “condiciones objetivas” de cierta normalidad, como la actual, y no de un apocalipsis que pongan en cuestión la viabilidad social del País.

También habría que discriminar, dentro de Cambiemos y UNA, que porcentaje de sus guarismos resultarían irreductibles entre sí.

Lo que implica una problemática a futuro para Cambiemos luego de Diciembre de este año.

Ya que si no logran conformar un partido Liberal consistente, con alas Progresista y Conservadora, como la UCR de Angeloz (32.45% + 4.50%) y Ucede de Alsogaray (6.87%) en 1989.

Aun con un peronismo dividido, este mantendría su Hegemonía en las próximas DECADAS.

El análisis de @CayetanoAsis, que tanto revuelo armo en el gallinero de los politizados, justamente plantea que ante la incapacidad manifiesta, la alternancia se daría dentro del peronismo.

El subsistema de la galaxia peronista, cual agujero negro, se deglutiría al sistema político; consolidándose como Régimen.

Lo que el Sistema de Partidos NO peronista no puede lograr para sí mismos, aun disponiendo de las PASO, resulta “natural” para la herramienta electoral de los pejototismos; PJRA, PJ provinciales y municipales.

CFK, DOS, STM, de la Sota, los Rodríguez Saa, los Urtubey y los Romero, los Intendentes y sus opositores locales; están condenados a convivir dentro del marco sin posibilidades de expulsar de por vida a Dirigentes indisciplinados, ni intervenir distritos díscolos; como el resto de los partidos institucionalizados.  

El peronismo no solo como Ersatz del sistema político, sino también del Estado, la pesadilla tan temida por los neo-antiperonistas de las mesas de saldo de las librerías.

Imagen



1 comentario:

Mauro Soldan dijo...

Haciendo cuentas, parecería que en las últimas décadas el voto a presidente más o menos se nutrió a grandes rasgos identificaciones políticas (muchas veces inconscientemente)

40% peronismo ortodoxo o de centro y derecha
20% peronismo de izquierda
20% republicanismo socialdemócrata panradical-socialista santafecino
15% republicanismo neo-liberal panradical-UCEDE-PRO

Por ejemplo el 50% Menem 1995 fue sustentado por una alianza entre el peronismo ortodoxo y casi todo el neo-liberalismo. Similar al 44% de MASSA en PBA el 2013.

El PREFASO se nutrió en 1995 de parte de la izquierda peronista y de ex votantes radicales socialdemócratas desencantados.Por eso llegó al 30%.

CFK en 2011 consiguió todo el peronismo de izquierda y gran parte del peronismo ortodoxo, más un poquito de los socialdemocratas no peronistas.

De la Rúa consiguió votos de la socialdemocracia y del peronismo de izquierda representados por el FREPASO. Por eso pudo superar los 40%, y se sumaron también parte de republicanos conservadore que no votaron a Cavallo, y consiguió el 48%.

El republicanismo todo junto no da para más de 35%. Esto se reflejó en agosto con CAMBIEMOS 30% + Stolbizer casi 4%..

O sea, coincido totalmente que si el eje es peronismo / antiperonismo, seguro gana el peronismo como mencionaste.

Para que el republicanismo llegue al poder, tendría que tener la famosa "pata peronista" en una alianza o de centro-derecha o de centro-izquierda. Hasta ahora la alianza radical-peronista de centro-izquierda que fue el FREPASO fue una estrategia inteligente para ganar, pero demasiado contradictoria para gobernar y estalló en 1 año.

Si Cambiemos se hubiese aliado con parte de la derecha peronista perdía algunos votos panradicales pero ganaba por el otro lado, y capaz arañaban los 40 puntos.

Tenemos peronismo para rato parece, quizá ahora un poco más conservador que lo que fue el kirchnerismo...