jueves, 28 de enero de 2016

Interna, guía para perplejos internautas; con anexo para Abel.



Jurídicamente el PJ no se diferencia de la UCR o el PS, ya que la normativa existente fue diseñada por juristas de orientación Liberal y afiliación radical o socialista.

Lo que resulta paradójico, ya que la mayoría de los partidos de la IIª Internacional incluyen en sus estatutos la participación directiva de las Organizaciones Sociales; desde Sindicatos a Agrupaciones Confesionales (Católicos, Protestantes, Musulmanes y Judíos); pasando por colectivos de intereses específicos (orientación sexual, defensa del consumidor, desocupados, jubilados, asociaciones barriales, Abortistas y antiabortistas, y hasta filatelistas y Trekky’s).

O sea, todo aquello de raíz social que el Estado Liberal de fines del siglo XIX y principios del XX EXCLUIA de su competencia parlamentaria.

En realidad LOS PJ, desde las básicas y las agrupaciones al nacional, pasando por el municipio y la provincia; funcionan de facto como comisiones de base, federaciones y confederaciones de sindicatos; más que como partidos liberales.

Por lo tanto no es paradojal la “liquidación” de generaciones enteras de Dirigentes, ver Calvo; o la “libertad de acción” de los “teóricos niveles subordinados” frente a las Directivas “Superiores”.

Ninguna patronal, o funcionario del Estado, suele “negociar” con Gremialistas incapaces de “persuadir y/o disciplinar” a sus propias bases sindicales.

“La industria y el sindicalismo de base en la Argentina”, de Victoria Basualdo et al, editorial Cara o Ceca; da apuntes jugosos para entender las recientes “negociaciones” de los Intendentes de la PBA con Vidal y de los Gobernadores con Macri.

Hay más elementos de “paritaria”, de Poder a Poder; que del típico “chalaneo” de los “ámbitos recoletos” dirigénciales.

El Dirigente no es en si mismo “Autoridad”, sino mas bien un Delegado actuando de Vocero de los reclamos, y cuyo Mandato y Poder  dependen de los resultados obtenidos.

Ergo, si resultara insatisfactorio, el cese puede ser brutal, incluyendo el asalto literal a las sedes administrativas.

Así mismo es comparable la “fragmentación” del peronismo con la del sindicalismo argentino, y a pesar de ello es indiscutible el Objetivo de la “Unidad en la diversidad”.

Ya que su “motor” es la llamada “unidad de acción”, que “desde abajo” termina por “desbordar las orgánicas”, “arrastrado a las Dirigencias”.

La “pulsión” peronista por los fragmentos locales de la Herramienta electoral, más que por los cargos en sí mismos, es por lograr un “lugar en la mesa de Discusión y Debate”.

A partir de los cuales se “ofrece” a las bases movilizadas “potenciales articulaciones superadoras”.

Del combate partisano de  Schmitt al Frente Nacional de Liberación, con su respectivo Congreso de Soviets.

Donde, a diferencia del Asambleísmo como Psicodrama de la pequeña burguesía, se vota en lugar de expresarse; o sea se ejerce el Poder.

Ahora bien, como las Mayorías no son PERMANENTES, sino que son CONSTRUIDAS caso por caso y coyuntura por coyuntura; las Minorías mas que ser consideradas “lastre”, como en el resto de los Partidos, son vistas como “activos a poner en valor” en las “próximas” decisiones a tomar, apenas cambien las “limitaciones objetivas actuales”.

Las dos generaciones vividas en la Oposición al Estado, usurpado por los cívico-militares, incluidas las proscripciones literales, 1955/89; le ha dado al peronismo una resilencia que bordea la inmunidad a la “ausencia de caja”.

Es cierto que “duele” y mucho, pero no te “mata”, y hasta te hace mas “fuerte”; como decía Federico N.

Anexo para Abel.

“Un sonso que escribe sobre otro sonso”, la ironía de Vélez Sarsfield sobre Mitre y su “Historia de Belgrano”; no puede ocultar que Don Bartolo, el general que perdió todas las batallas, fue un gramsciano antes de Gramsci.

Mucho mas metódico, y “orgánico”, que el sanjuanino Sarmiento, el tucumano Alberdi, o el fundador de La Prensa.

A tal punto que “desautoriza” a su discípulo Saldias, el “padre del Revisionismo”, por las “consecuencias Heterodoxas” de llevar al limite su “praxs historiográfica”.

La “continuidad de la grieta”, del mitrista “realista” Romero el Joven, más que una advertencia a los peronistas lo es a los mitristas fundamentalistas como Carrio y Asociados.

"Creo que sólo las clases productivas y prosperas van a sacar a los pobres de la pobreza y este es el compromiso moral de las clases medias argentinas.

Somos nosotros los que tenemos que liberar a los pobres y no ellos liberarse, porque ellos están esclavos del uso político"

Que esta mucho más cerca, en términos facticos, del conmilitón de Alfonsín, Albano Harguindeguy :

“La unidad sindical atenta contra los principios liminares del Proceso”

Que de posición apologética de Américo Castro; refutado por, el en ese entonces ñoqui, Borges.


En cierto sentido, Romero Jr. et al,  son los Mendietas del Republicanismo; que `piden negociar con los “opositores prudentes y constructivos”, porque asumen que si no el malón reaccionara con un frenesí alimentario como el de los tiburones.

Ellos, los Republicanos de Cambiemos, pusieron hasta lo que no tenían en la última elección.

El capo de la Fiat como fiscal de Mesa en La Matanza, mientras el Kirchnerismo pristino se “desgarraba” en la Biblioteca Nacional, después de las “limpiezas étnicas” de 2012/15.

Así y todo, del potencial 65/35 se paso al 51/49, mas por el “desbordamiento de lo orgánico” que por la “Sabiduría” de las Conducciones existentes.

Resumiendo, en los “Tanques de cerebros” del exterior y sus afiliados nativos, más que discutir el “regreso del peronismo”, que dan por descontado; buscan “medir” la “virulencia” de ese mismo “regreso”.

Incluyendo al mítico santiagueño, emergiendo como Boves de la barbarie semifeudal.

Ya que la “virulencia” será, aseveran, directamente proporcional a los “efectos no deseados” del accionar de la Presidencia Macri.

PD, Abel,  tapado de laburo, puro “control de daños” financiero, hasta mediados de Febrero-

La Recesión con Inflación es una pesadilla que “liquida” los cobros pendientes pautados.

No sé si en Marzo tengo que salir a buscar un segundo laburo para pagar servicios y viáticos. ;-P


Al fin y al cabo el 83’ también incluye el 89’; de la Tablada a los Saqueos posteriores a la elección presidencial. 

1 comentario:

oti dijo...

Manolo, el problema que veo en tus planteos es que analizas los factores y coyunturas como si fueran una totalidad, como si no quedara nada afuera.

Los llamados "resultados" de los cuales depende la suerte de los "dirigentes funcionarios" los remitís a una noción espontánea implícita de "ventajas obtenidas" en cada caso puntual.

Pero la llamada "realidad" o, mejor, "realismo con imaginación" (JDP) es algo más que esto.

Una pizza no es solo la suma de las porciones. Antes de eso era la idea, luego la ejecución, la masa, el amasado, etc. A la hora de comerla es "solo" la suma de las porciones. Pero a la hora de producirla no.

Creo que es por ello, por no tener en cuenta estas cosas, no diferencias entre el peronismo bajo un liderazgo de conducción concreto y determinado y el peronismo sin ese liderazgo de conducción concreto y determinado.

El resultado de un Vandor sin un Perón es apoyar a un Onganía (o un Macri). "¿Cuántas porciones me vas a dar?". Se supone aquí, que, si "todos" hicieran lo mismo, "todos" sacarían alguna ventaja. Por eso, un General Perón o X líder es superfluo en esta concepción.

En cambio, en la perspectiva que a los peronistas nos interesa, el conductor es el que produce -a través de su práctica transformadora- lo que los demás van a consumir. Y bien sabemos los peronistas que un conductor no se define por lo formal, se define por lo que piensa y por cómo hace lo que piensa (práctica transformadora, ejecución o “lo sublime de la concepción”). Por eso los conductores son muy poquitos y los dirigentes son infinidad.

Supongamos, Manolo, en el nivel que estás planteando la cosa, que una mayoría o un grupo significativo considera que obtener “resultados” es viajar en una limusina flanqueado x 2 chicas jóvenes y tomando champagne. Quizá con Macri ocurra esto y no pocos dirigentes estén contentos.
Aparentemente no hay ninguna objeción a esto, siempre y cuando hagamos abstracción del destino del viaje.

Ahora, la cosa se complica si, en otro nivel de análisis, introducimos el asunto de la dirección y destino del viaje. Aquí ya no podemos definir los "resultados" haciendo abstracción del destino de esa limusina. Porque el destino puede ser hacia la playa o hacia un precipicio.

La distancia hacia el precipicio puede ser corta o larga. En la década del ’90 fue un poquitito larga. Ahora, creo, puede llegar a ser muy corta.

El asunto medular es que los “dirigentes funcionarios” no creo que estén en posición de percibir ni la dirección y destino del viaje ni la distancia. Esto es tarea de los líderes; si es posible, de los líderes de conducción.

Un líder de conducción no es un elemento más de un agregado. Tiene otras propiedades distintas a las del agregado. Del mismo modo que las moléculas no son “meramente” un agregado de átomos, puesto que en las moléculas hay propiedades que en los átomos no.

Siempre es muy estimulante leer tus posts, Manolo, sobre todo, para mi, cuando están más despojados de las alusiones autojustificatorias propias del “discurso estructuralista”.

Saludos.