martes, 26 de septiembre de 2017

Cristina, Stairway to Heaven - Led Zeppelin

Abel, Norberto y el Big data con papel y lápiz.

“Últimamente ha renacido el entusiasmo de los analistas por las variables clásicas a partir de la denominada “brecha generacional” observada en algunas regiones (Reino Unido, Estados Unidos, Argentina, Francia), pero si analizamos más de cerca se vuelve ineludible poner en cuestión su valor explicativo.

En primera instancia, las pirámides poblacionales europeas están envejecidas, ergo un voto joven tan fuerte (aún incapaz de vencer en la elección) tiene más poder explicativo que una brecha generacional en Argentina, donde la pirámide es claramente joven, y los votos no estarían reflejando del todo esa base demográfica.

En efecto, si la base de Unidad Ciudadana es tan fuerte, ¿cómo se explica que no hubiera arrasado en la última elección?

La pregunta sociológica, según nuestro criterio, empieza ahí: ¿por qué no obtuvo más votos UC siendo su base demográfica –los jóvenes- tan fuerte?

O, en todo caso, ¿cómo hizo la principal fuerza de la actualidad (el oficialismo) para absorber lo-no-joven?

En este caso, la brecha generacional simplemente describe la composición del “núcleo duro” de cada una de las fuerzas políticas, siendo el oficialismo quien, para colmo, está en desventaja demográfica (los adultos mayores son menos numerosos que los jóvenes).

De nuevo, ¿cómo se explica la distribución del voto sobre la composición demográfica del padrón electoral?


La respuesta la tienen los viejos métodos territoriales, con lápiz y papel, y los padrones de las ultimas 5 elecciones; 2013 PASO y General, 2015 PASO, general y balotaje.

Cada padrón de mesa de los fiscales, entre 250 y 350 sufragantes, hay dos datos claves.

+ El primero, y más evidente, es el número de DNI; que permite clasificar por EDAD a los votantes.

De 13.000.000 a 4.000.000 son 60 o más años, a groso modo.

De 35.000.000  a 13.000.000 de + 30 a 60 años

De 41.000.000 a 42.000.000 de 16  a 20 años.

+ El segundo, que no es tan evidente, es si ejerció o no su derecho electoral; o sea calcular el presentismo, no solo de quienes están obligados por ley, sino de quienes tienen derecho a “optar”.


Dos personas a 15 minutos de punteo por mesa y elección, 90 minutos como máximo, se tendrá un panorama que explica porque los “jovatos” empernan a los “pendejos”; aunque estos últimos sean muchos más.

Los +70 son “adictos” al voto, mientras a los sub 20 buscan “zafar” por todos los medios imaginables.

Cristina podrá tener el apoyo irrestricto de los “chicos”, pero si no se movilizan para votar, es al pedo.

Y eso se sabía desde las PASO del 2013, por eso les insistía a Abel y Norberto que las hipótesis eran dudosas; y la implementación operativa fue más que lamentable, (parecían pagados por Balcarce 50).

Ahora bien,  la hipótesis “etaria” tiene un gran divulgador y defensor, Iván Redondo…


…que a pesar de haber trabajado, desde sus comienzos, con el PP; es un rendido “admirador” de la “Ferrari roja” de la política española.

El PSOE es un partido con más de 137 años de historia  …, forma parte de la piel de este país.

Ha sido y para muchos sigue siendo el coche rojo, el Ave Fénix, el Terminator que siempre vuelve”.



En estos días se blanqueo la “relación” de Redondo con el “Espartaco” de las bases socialistas…


…muchos, yo incluido, “sospechamos” que en la Blitzkrieg de Pedro Sánchez contra el Establishment del PSOE; sus “opiniones” fueron exhaustivamente analizadas por el vencedor de Susana Díaz e Iñaki López.

Volviendo a nuestro país, ¿hay una Ferrari roja, o en su defecto, un Unimog azul metalúrgico?

Haber había, ahora, gracias a la ilusión turquesa y su Control de Calidad Ideológico del último quinquenio; solo quedan piezas desperdigadas, inconexas y desarticuladas.

A pesar de ello, en las Usinas de Ultramar, como explicito Alan Rouquié, no se lo da por finiquitado ni mucho menos.

Es, en palabras de AR, un fenómeno de antropología cultural; casi una categoría en sí mismo.

Y nadie tiene la más puta idea de por dónde va a volver a irrumpir. ;-P