Mientras enciendo el undécimo pucho Miguel solo atina a decir: "va a ser jodido, muy jodido".
En la tv de su boliche en Grand Bourg transmiten el fracaso de la G4 en París.
Mientras le pago el especial y el cafe con leche, me y se recrimina: "¿que vamos a hacer con los que regresen?"
No es un intelectual, solo un pequeño emprendedor con el cuerpo zurcido por las crisis.
Del Rodrigazo al 2001, pasando por Martinez de Hoz, el que apuesta al dolar pierde, el desagio, las hiper de Alfonsin y el turco, etc.
Pero le preocupa la desocupación y el odio racial en Europa y USA, muchos de sus clientes y amigos tienen familiares trabajando en esos lugares.
No hay diferencia si son argentinos, paraguayos o bolivianos; comparten el tono de la piel.
La xenofobia potenciada por la crisis, los obliga a malvender lo poco que tienen y preparar el regreso.
No importa que realicen los trabajos que ningún ciudadano comunitario se rebajaría a hacer, para eso están los ex bloque soviético, que encima son rubios.
¿Cuantos son, cientos de miles, millones?
Mientras las Dirigencias boludean en su nube de pedos y la Globalizacion tiene su Puerta 12, en los Barrios termino el repliegue.
Atrincherarse y esperar, solos, como siempre.
"¿Y ahora, que hacemos?", me interroga el Flaco mientras arranca la camioneta.
"Seguir trabajando, no queda otra", le respondo mientras tiro el pucho por la ventanilla.