Hoy cumplirías 21 años, hijo querido.
Las eternas argumentaciones sobre la responsabilidad paterna, y la medida de la adultez.
A tus 5 años, el tiempo de tu mejor foto, me corrías dialécticamente sobre tu manutención hasta el día de hoy.
Solo te faltaba citar al Viejo; la risa de Tito Goicochea, que hoy te acompaña en el cielo,
“Gringo, te cago, tu pibe te gano la discusión; los padres nunca cortamos el cordón”
Él, que comenzó como lustrabotas a los 8 años, se sentía reivindicado por un mocosito que era una luz.
La luz de mis ojos.
Todos los 18 de Marzo, y los 7 de Agosto; te sueño, y revivo los mejores y peores momentos.
La reunión con la psicopedagoga, que en segundo grado te quería pasar a cuarto; si no solo sabias escribir, sino multiplicar y dividir.
Pero preferiste quedarte con tus compañeritos,
“Serán lentos, pero son mis amigos, y además no quiero ser Fred Tate”
Se puso recolorada, “¿Acaso no vio la película?”
Aun saber que te ibas a morir, a los 10 años, no borro tu ironía; aunque la hizo mas amarga.
Solo esperabas ver el 2000, y a fuerza de voluntad lo lograste, aunque poco a poco se apagaban tus neuronas.
La leucemia te llevo ese 18 de marzo, hace 9 años.
Un beso, para mi Hombre Maduro.