lunes, 22 de marzo de 2010

Baradero, ¿Fuenteovejuna o Rodney King?


El amigo Ayj, que no es peronista, plantea con sensatez que solo tenemos apaga-incendios; y se pregunta a que distancia de una Marcha sobre Roma, o un incendio del Reichstag, estamos.

Empezando por la segunda; para que exista el fascismo, no alcanza con el deseo, o las condiciones subjetivas.

Deben existir elementos objetivos, organización y financiación; y hoy, en la Argentina, quienes SI están organizados, prefieren la vía demo-liberal.

Mientras que la financiación, dejando de lado la histórica avaricia de nuestra Alta Burguesía; es una condición necesaria, pero insuficiente.

Aun las Mafias, necesitan como motor, la mística y los ritos de pertenencia; y eso lleva un tiempo de maduración, mucho más cuando la línea cultural hegemónica, tiene como objetivo la desmovilización, y la creación de oligarquías políticas.

Porque la cuestión de fondo esta en su primera afirmación; solo tenemos apaga-incendios, porque NO existe la voluntad de recrear el Estado y las estructuras de participación.

Mientras las elites políticas y económicas, bailan al ritmo de los intereses superestructurales, a la velocidad del minué Borbónico (o Republicano); el mar de fondo social tiene erupciones que dejan a los Responsables en orsay.

¿Cómo catalogamos el caso de Baradero?

¿Es un motín al estilo hispánico, “Viva el Rey, y muera el mal gobierno”, que esta retratado en Fuenteovejuna?

¿O un clásico brote de la globalización, Rodney King, 1992 en Los Ángeles?; donde la obturación conciente de la participación, termina en estallidos sociales.

Dennis Marklen, en su reciente trabajo, que comente en otro post; compara los estallidos de Francia y la Argentina.

Un Estado fuertemente estructurado, en una sociedad desmovilizada, Francia; frente a una sociedad con una altísima movilización, y un Estado inexistente.

Por que las Elites prefieren los helechos de los estudios de cable, antes que bajar a escuchar los reclamos; que son contradictorios en si mismos.

Baradero no es la Cárcel de los Pobres; ni los que encendieran, literalmente, al ESTADO; son los pibes chorros.

Son Sectores Medios, que piden Orden Publico; control de transito, lucha contra el consumo de drogas (Paco y alcohol), seguridad para los adolescentes, etc.

Que, ante un evidente desprecio, por el saber hacer; termina provocando una revuelta juvenil.

¿Estoy descalificando?; NO, solo trato de realizar una caracterización, perfectamente discutible.

Hace rato que venimos discutiendo con Artemio, Abel, Omar, y ahora se suma Ezequiel; sobre el peronismo, los radicales y el resto de los canales de expresión social.

En mi opinión, que es personalísima y carente de Autoridad; el fondo de la cuestión es como se reconstruye el Estado.

Si de arriba hacia abajo; elites perfectamente diferenciadas, que se manejan con Audiencias cautivas, de nula movilización.

O de abajo hacia arriba; con alta movilización, confusión ideológica, e implementación desprolija.

Donde la interfase Estado-Sociedad, los Apparatchik, amortiguan las fricciones.

¿El funcionario, tiene su fuente de legitimidad en las Instituciones, y por lo tanto de la cúspide?

¿O es a la inversa, es la Base la que lo legitima como vocero; es su Delegado frente al Estado?

La vía Borbónica (Republicana), como bien señalo Abel; tiene un gran escollo, que se resume en, “Con los Dirigentes a la Cabeza, o la Cabeza de los Dirigentes”

Hace décadas que nos diferenciamos del resto de America Latina; no somos Chile, ni Uruguay, ni Brasil, ni Méjico.

Cualquier ciudadano se le para de manos al Poder instituido, “¿Y vos, quien carajo sos?”; mientras que nuestras elites son lamentables, no terminan de asumir la Realidad.

Que, para regresar a los años felices anteriores al 45, se necesita una purga disciplinadora, que multiplique al Proceso por 10 o 20.

En los 80, los críticos hablamos de AlfonCismo; se insistía sobre el Autoritarismo, para no encarar el tema clave de la construcción de la Autoridad.

Esa, que por medio de la persuasión, generada por la Confianza Política; te permitía conducir al Estado.

Se prefirió el marketing que emite, pero que no escucha; se remplazo a la Militancia, por las Agencias y las Encuestas, que nunca actúa en tiempo real.

La rosca de los escritorios, y las mesas bien servidas; por la presencia personal, para responder las cuestiones de quienes están en las trincheras.

Entonces, estamos en el peor de los Mundos; corriendo detrás de los acontecimientos, en lugar de prevenirlos.

Comprando estrategias comunicacionales, en lugar de generar las estrategias, en un ida y vuelta.

Subordinándonos, a los modelos de los especialistas, en lugar de que estos se subordinen a las necesidades concretas.

Las formas ante todo, aunque revienten las costuras del traje.

Obsesionados por el microclima de Balcarce 50, Entre Ríos y Rivadavia, y Plaza Talcahuano; mientras que en el resto del país se acumulan los puntos de quiebre.

Si hay, o no, Unidad; si los Boinas se reorganizan, o no; si las Izquierda y Derechas se unifican, o siguen jugando a la Guerra de las Vedetes; es secundario.

Quien tenga los canales para encauzar el desasosiego social, se va a quedar con todo; mientras que las “figuritas mediáticas”, y los “Referentes”, que solo se referencian a si mismos; terminaran siendo notas al pie de pagina.

Resumiendo, el que avisa no es traidor; y la inflación, la falta de transparencia, la inseguridad, el paco, el Indek, el Autoritarismo, etc.

Solo se pueden resolver en un marco de referencia, con estructuras funcionando a full.

O sino, seria repetir el destino de la Alianza, con de la Rua golpeando el escritorio de Rivadavia.