viernes, 19 de abril de 2013

Game Over para las Minorías Intensas.




Homenaje de Capusotto a Sarlo y la Izquierda Metro





18A

Fuertes reclamos en todo el Conurbano

18/04/2013 En San Isidro se congregaron más de 20 mil personas . También hubo concentraciones masivas en Olivos, frente a la Quinta Presidencial, y en todo el Sur del Gran Buenos Aires. "Basta de impunidad" y "No a la reforma de la Justicia y de la Constitución", los ejes de las quejas.
AmpliarRamos Mejía. Más de tres mil vecinos se juntaron y protestaron en Avenida de Mayo y Rivadavia. (Twitter)



Ramos Mejía. Más de tres mil vecinos se juntaron y ...
Los vecinos se fueron agrupando. En la plaza de su barrio, con los compañeros del trabajo, con rumbo hacia la Quinta Presidencial o en cada localidad del Norte, Sur y Oeste del Conurbano. Las consignas se multiplicaron. Cacerola en mano, tocando bocina, con bombos, cornetas, camisetas o con el traje puesto tras la jornada de trabajo. Nuevamente los reclamos se hicieron sentir y muy fuerte en todo el Gran Buenos Aires.
En San Isidro, familias enteras coparon más de diez cuadras en torno al cruce de las avenidas Centenario y Márquez. A pesar de que muchas fuerzas políticas se iban a plegar a la protesta, las banderas partidarias brillaron por su ausencia. congregaron más de mil vecinos, con cacerolas y pancartas en contra del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, especialmente contra la reforma judicial, que al mismo tiempo se discutía en el Congreso.
"Con la Justicia no", "Basta de robar", "Fin a la mafia K", fueron las consignas más repetidas en los carteles caceros que los manifestantes llevaron para acompañar el ruido de las cacerolas.
La protesta se desarrolla con total normalidad y estuvo todo organizado como para evitar embotellamientos y problemas en el tránsito antes de la concentración. Se cortó el tránsito desde Márquez y Fondo de la Legua. Y todas las calles que desembocan en Márquez. Se notó también mucha presencia familiar y poca presencia política.
Uno de los mayores focos se generó en Olivos, donde una multitud se reunió frente a la residencia presidencial y abarcó más de diez cuadras en los alrededores. Sus reclamos, varios: "Prohibido robar. El gobierno no acepta competencia", "Basta de impunidad", "No a la reforma Judicial", "Basta de corrupción K", "No a la reforma de la Justicia y de la Constitución", "No roben con la obra pública", "Los argentinos queremos una República con Justicia Independiente" son algunos de los carteles que se leen.
Cerca de las 20, ya había una multitud reunida sobre la Avenida Maipú, donde desde muy temprano se montó un fuerte operativo de seguridad que incluyó el vallado de la propiedad, helicópteros y efectivos policiales. De la policía Bonaerense hay unos 300 efectivos y además hay 25 patrulleros de la la Policía Comunal, en el que van al menos dos efectivos por coche. A diferencia del cacerolazo anterior, el del 8 de noviembre del año pasado, la presidenta Cristina Kirchner no está en la Quinta porque hoy viajó a Perú para participar de una reunión de urgencia de la Unasur. En la marcha del 8N unas 30.000 personas se acercaron hasta allí.
Mientras que en Tigre, alrededor de dos mil vecinos se juntaron en la rotonda de Cazón y Mitre, frente a la Estación Fluvial de Tigre, hicieron sonar cacerolas, botellas y panderetas en rechazo a la reforma judicial y con consignas de "basta de corrupción, inseguridad e inflación".
"Vine con mis cuatro hijos porque quiero que demostrarles que unidos nos podemos hacer escuchar. Vivimos con mucha falta de libertad de expresión y tenemos que salir a la calle para que se nos tenga en cuenta. Nuestros sueldos no aumentan y los precios, sí. No estamos de acuerdo con el cepo al dólar ni queremos que se reforme la Constitución", reclamó Dolores Sojo mientras en la rotonda sonaban bocinazos y cantos.
"Si éste no es el pueblo, ¿el pueblo dónde está?", repetían los vecinos, en su mayoría de Tigre Centro, que se acercaron primero a la Estación Fluvial. A las 20, fueron hasta la Municipalidad y cantaron el Himno Nacional.
La protesta también tuvo eco en el Oeste. Más de tres mil personas coparon Avenida de Mayo y Rivadavia, a la altura de la estación de Ramos Mejía de ferrocarril Sarmiento.
"Vine por la inseguridad, la corrupción, porque no saben escuchar al pueblo. Yo vine a otras marchas pero Ella (por la Presidenta) se va cuando pasan las peores cosas en el país, desaparece, no pone la cara. Con el choque de trenes no apareció, en Cromañón estaba en el Sur y con las inundaciones apareció porque no le quedo otra. Ahora se fue a Perú. Vengo para estar con otros que piensas como yo, para sentirme acompañada porque por lastima no tenemos oposición", afirmó Graciela Galupo, una docente jubilada.
En la misma sintonía, Jorge Aquino se descargó: "Vengo para oponerme al cambio que quieren hacer en el país, al cambio de la justicia y al cambio político, quieren convertirnos en otra Venezuela. Espero que sirva para que se den cuenta que no nos pueden avasallar y que La Cámpora no nos puede gobernar. Vengo porque estamos podridos".
Las quejas también se hicieron oír en el Sur del Conurbano. En Quilmes, los vecinos se juntaron en la esquina de Rivadavia y Mitre, y marcharon por la Peatonal. "Basta de Korrupción K. No a la impunidad", "Seguridad y no me digan qué hacer con la plata", y "El pueblo exige respeto", se leía en algunos de los carteles que llevaban las cerca de mil personas que se concentraron allí. Una bandera argentina colgaba en la reja de la Catedral.
"La inseguridad es terrible. Los chicos no pueden salir a la calle. Tengo familiares que viajaron tres veces a la costa y las tres veces se tuvieron que volver porque les entraron a robar en sus casas", contó Daniel Sánchez, con su hija de dos años en brazos. Raúl Borgialli, en tanto, mostraba una pancarta con un mensaje dirigido a Cristina: "Ella no va a evitar que piense, me manifieste y participe". Cerca, en el centro de Bernal, otros vecinos se manifestaron en Zapiola y Belgrano. También estuvieron presente en la manifestación familiares de Matías Blanco, el joven profesor de educación física, de 25 años que fue asesinado en junio de 2012.
En Lanús cerca de 350 personas hicieron sonar su descontento frente a la Municipalidad. Las consignas que los unieron fueron muy similares a las de los demás puntos del Conurbano y del país: inseguridad, corrupción y, sobre todo, un rechazo al Gobierno.
"Estoy harto de los Kirchner. No quiero saber más nada. La vez anterior, en noviembre, también me acerqué hasta acá para decirle basta a la corrupción, a la intención de este gobierno de quedarse para siempre en el poder", afirmó Manuel Segura, vecino de Lanús Oeste. Además del cotillón sonoro hubo algunos que se tomaron el trabajo de plasmar su sentir en carteles que colgaron a lo largo de la avenida Hipólito Yrigoyen.
Resaltaban uno que rezaba "No a la corrupción" y otro "No a los jueces K", en clara referencia al escándalo de lavado de dinero con el empresario Lázaro Báez y los proyectos de reforma de la justicia que promueve el Gobierno.
En Lomas de Zamora el lugar elegido fue el mismo que en las dos marchas anteriores, en la Plaza Grigera, sobre Hipólito Yrigoyen y frente a la Municipalidad. Cuando se hicieron las 20, eran poco más de 1.000 personas las que cortaban el tránsito de la mano hacia capital con sus cacerolas, botellas y pancartas. Y una idea común: un descontento generalizado contra el Gobierno Nacional.
"Sin justicia no hay futuro", "No a la dictadura, si a la república", "Por la división de poderes y justicia independiente" y "Bastardos corruptos" fueron algunas de las consignas que los vecinos plasmaron en sus carteles. Otros apuntaron también a la inseguridad, aunque a diferencia de las marchas anteriores no fue el tema más apuntado por la gente.
En tanto, en Avellaneda casi 500 personas cortaron los cinco carriles de avenida Mitre y entre aplausos y golpes a las cacerolas rechazaron la reforma judicial y pidieron seguridad, "trenes seguros" y "tolerancia". "No se adueñen de la Justicia", se leía en uno de los carteles que desde poco después de las 19.30 ya se levantaban en Mitre y Alsina. Había en su mayoría familias con chicos e incluso perros que, ollas y cucharas en mano, protestaron pacíficamente, cantaron el himno y con cartulinas exhibieron las diferentes consignas que los convocaban: "Trenes seguros para todos y todas", "Basta de Korrupción" y "Justicia por la AMIA".

Mitos de los liberales y progresistas (buenos, pero perjudiciales): la verdad nos hará libres, o sea, basta con contar la verdad para que la gente se dé cuenta.

Pero no funciona así.

Si la verdad que contamos no encaja en un determinado marco, rebota.

Otro mito: las personas normales son racionales, así que razonan –y votan- en atención a sus propios intereses; pero no: un 35% piensa que está o que tiene perspectivas de estar en el 1% superior de la pirámide, ¿y el otro 65%?, no votan por sus intereses, sino por su identidad, sus valores.

Un tercer mito erróneo: el marketing, se hacen las propuestas de acuerdo con encuestas de mercado, se segmenta éste para presentar ofertas diferenciales; pero no funciona y sólo sirve para ‘centrar’ las propuestas, girar a la derecha; el 35-40% tiene el modelo de padre estricto, cerca del 35% el modelo del padre protector, es al resto al que hay que ‘activarle’ el marco que nos interesa (usan los dos en distintas facetas de su vida).

Se usa a veces el lenguaje orwelliano hablando de una cosa para hacer la contraria; hay que fijarse en cuando los conservadores usan ese lenguaje, porque nos indica dónde son vulnerables.

Ellos aprenden y enseñan a los suyos cómo utilizar ese lenguaje.

Los demócratas a menudo padecen hipocognición, carencia de ideas o de un marco prefijado, simple, evocable con un par de palabras.

Un ejemplo para superar la hipocognición: al hablar de los impuestos, se pueden presentar de forma coherente con nuestro marco: son una inversión, son nuestro pago de la cuota por ser norteamericanos, quien no lo paga es un traidor.

Sólo mediante tiempo y repetición estas ideas se asientan en nuestras sinapsis.

Los demócratas siempre están a la defensiva.

La derecha tiene think tanks con fuerte financiación; las instituciones progresistas tienen menos donaciones, y tienden a ser más específicas, para esto o aquello, menos disponibles en su uso.

La derecha gasta lo suyo en defender todo un sistema moral, por eso crea infraestructuras (escuelas, becas) ideológicas.

La izquierda gasta su dinero en apoyar a individuos con problemas, no planifica, no invierte a largo plazo (y a quién hay que ayudar, es un colectivo que crece, conforme la derecha va acabando con los impuestos y las ayudas sociales).

También hay que fijarse en las ‘iniciativas estratégicas’, aquellas que cambando algunas cosas bien escogidas obtienen efectos automáticos en muchas otras áreas, por ejemplo los impuestos o la reforma del derecho de daños (menos financiación para los demócratas, menos protección medioambiental, laboral o de los consumidores).

Hay algún ejemplo, poco, de iniciativa estratégica en la izquierda, como la Iniciativa Nuevo Apolo (pasar los subsidios de las industrias del carbón y gas a las energías alternativas).

Igualmente, las ‘iniciativas de pendiente resbaladiza’, aquellas que si consiguen provocar algo, desatan otros efectos de forma imparable (por ejemplo, la evaluación de las escuelas => recorte de subvenciones a las malas => fomento de las privadas => abandono de las públicas).

Once ideas a poner en práctica:

1. Reconoce lo que los conservadores han hecho bien y nosotros mal.

2. No pienses en un elefante, no te sometas a su marco.

3. Decir simplemente la verdad no funciona: enmárcala.

4. Habla siempre desde la propia perspectiva moral.

5. Entiende bien lo que dicen ellos, de dónde viene, prevelo.

6. Piensa estratégicamente.

7. Crea iniciativas de pendiente resbaladiza.

8. Recuerda que los votantes eligen no por sus intereses, sino por sus valores.

9. Únete y coopera con otros progresistas, aunque sean de intereses diferentes.

10.Se proactivo, no reactivo.

11. Intenta activar tu marco en los indecisos, no gires a la derecha buscándoles.