Ómix
insiste en ningunear las “tendencias” sociopolíticas, desde ya, cuando ellas “disienten”
con la estrategia electoral del +ismo en construcción.
Cayetano
Zaín, el “William Wilson” de Jorge Asís, se rasga las vestiduras melancólicamente
en la siguiente nota.
Sería más
provechoso, literariamente, que el heredero de Ramón Doll recomendara a su “clientela”
refugiarse en el texto de “Temístocles en Salamina”.
Hit, por
izquierda, del Orden Conservador previo a 1945.
Obra
teatral que en la patria del “moncloismo” seria apreciada con fruición; en
especial en su versión catalana.
Volviendo a
los “clásicos” griegos, previos a la irrupción de la “provinciana” Roma; Atenas,
pueblo y su Weltanschauung, eran considerados una “patología” altamente viral
para la Helade apolínea.
La Politeia
degrado en Democracia, literalmente Populismo, cuando las Reformas de Temístocles
le incorporo a la ciudadanía a los “galeotes” de la Armada.
No hacía
falta disponer de fortuna para poseer caballos, o comprarse una armadura de hoplita.
Con brazos
y espaldas acostumbradas al rudo trabajo físico era suficiente.
La Atenas
de la Acrópolis, obra pública dudosa, ya que su objetivo era el Relato
ateniense; no fue más que la continuación de la “demagogia” por parte de
Pericles, el Chávez del Egeo.