jueves, 7 de agosto de 2014

Jorge Asís y Ramón Gómez Masía; la anomalía ateniense.

Ómix insiste en ningunear las “tendencias” sociopolíticas, desde ya, cuando ellas “disienten” con la estrategia electoral del +ismo en construcción.

Cayetano Zaín, el “William Wilson” de Jorge Asís, se rasga las vestiduras melancólicamente en la siguiente nota.


Sería más provechoso, literariamente, que el heredero de Ramón Doll recomendara a su “clientela” refugiarse en el texto de “Temístocles en Salamina”.

Hit, por izquierda, del Orden Conservador previo a 1945.

Obra teatral que en la patria del “moncloismo” seria apreciada con fruición; en especial en su versión catalana.

Volviendo a los “clásicos” griegos, previos a la irrupción de la “provinciana” Roma; Atenas, pueblo y su Weltanschauung, eran considerados una “patología” altamente viral para la Helade apolínea.

La Politeia degrado en Democracia, literalmente Populismo, cuando las Reformas de Temístocles le incorporo a la ciudadanía a los “galeotes” de la Armada.

No hacía falta disponer de fortuna para poseer caballos, o comprarse una armadura de hoplita.

Con brazos y espaldas acostumbradas al rudo trabajo físico era suficiente.

La Atenas de la Acrópolis, obra pública dudosa, ya que su objetivo era el Relato ateniense; no fue más que la continuación de la “demagogia” por parte de Pericles, el Chávez del Egeo.