Burdman y Blanck escribieron notables notas sobre el “Poder”
que impactan sobre la línea de flotación de los Consensos de analistas y académicos
sobre la cuestión.
“En Argentina, reflexiona @julioburdman, el partido liberal es
verticalista y el partido verticalista es horizontal”; @andresmalamud.
“@andresmalamud ja. Digamos empresarial en vez de liberal, y tu frase
deja de ser tan paradójica”; @julioburdman.
Comentario y respuesta sobre:
La tercera fuerza que aprendió
El PRO introdujo un diseño comunicacional centralizado y no se apuró en
buscar la Presidencia.
Que esclarece las complicaciones que describe Blanck.
La red de gobernabilidad que teje Macri
…………..
Macri y su equipo entienden que al no tener mayorías propias, la
relación de fuerzas entre los espacios políticos hará imprescindible un sistema
de acuerdos que permitan, cuanto menos, garantizar el funcionamiento
parlamentario.
Eso valdría tanto para el Congreso Nacional, como para la crucial Legislatura
bonaerense, su homóloga de la Ciudad y hasta la de Córdoba.
………..
Siempre bajo la hipótesis aún no comprobada de que Macri será
presidente, la idea es que no habrá cogobierno en ninguno de esos distritos ni
en la administración nacional.
Lo que se buscan son acuerdos que ayuden a poner en marcha una etapa de
recomposición económica, social, institucional y cultural, después de los doce
años de poder kirchnerista, sin que nadie desdibuje su identidad.
Estar en los tres ejecutivos con mayor volumen de caja, si
gana el balotaje, a contrario sensu “sentido común” no garantiza el control, y menos
aun la imposición de una hegemonía, como menta el Julio de Clarín.
Y ello va mas allá de las “escribanías” legislativas, y de
la disponibilidad de funcionarios paladar “amarillo”, como fueron los últimos 4
años de CFK.
La discusión de la peronosfera sobre no confundir la “disciplina
política” con la “disciplina laboral”, se vuelve a reproducir como señalan @andresmalamud
y @julioburdman.
Ya que al contrario del kirchnerismo de la CABA, el
peronismo del resto del país, y en espacial la PBA; “colaborara” en la
gobernanza sin por ello resignar la “competitividad política y electoral”.
Si la disciplina laboral no le dio frutos a la continuidad
del “Proyecto”, difícilmente resultara la “disciplina del Partido Empresario” con
un peronismo “ansioso” de “reunificar por abajo” los 9 millones + los 5
millones que NO votaron a Cambiemos en Octubre.
Si a ello sumamos el “rencor” de los radicales que se
consideren “mal pagados” por su aporte militante a la cruzada de la pureza
republicana; Rafaela Carra para todos y todas.
El tópico de la “Herencia” no sirvió para la Campaña de DOS,
y mucho menos para justificar las “necesarias medidas de Estadista”, que
enarbolan los Empresarios e Inversores Republicanos.
El festival mediático de largas filas de ex funcionarios
desfilando por tribunales, será considerado una cortina de humo si la calidad
de vida tiende a desmejorar con las políticas aprobadas.
Y a ello hay que agregarle “tragar sin escupir” el propio
chocolate de honestismo y movilización de la “Oposición social”.
Que no será la postura trotskista del Republicanismo de los últimos
32 años, sin por ello dejar de ser extremadamente contundente.
Ya que los tiempos y virulencia no lo dictaran los
Dirigentes, sino la “Masa” con sus reclamos y exigencias.
A esta altura de los 70 años de peronismo debería estar
claro hasta para los más obtusos e incompetentes.
Ya que si como se dice, somos una máquina para la Conquista
del Poder, ello implica una eficacia virtuosa para desafiar la disciplina
empresaria.
Volveremos y seremos Bane, si no resuelven a satisfacción
del Soberano.