Daría la impresión de
que todos los votos de Lavagna, que no son muchos, provendrían de Cambiemos.
El Pelado,
por el que se mean los cabeza de huevo de Palermo, Puerto Madero y las chacras
de Exaltación de la Cruz
(Buenos Aires); convalido el post de ayer sobre el Pan Radicalismo de
Izquierda.
En cuanto a
la PBA , y a pesar
de los circunquiloquios, asume lo publicado en el Atlántico Norte en Mayo del
año pasado.
Luego de la Derrota pirrica de Octubre
del 17, el “Congreso de la
Unidad ” con “todos los que querían estar” en Diciembre de
2017; la “intervención” del PJRA por parte de Servini, los “amagos” de los
Feudales con AF, etc.
Se lograron
“milagros inimaginables”, que la
Tolosana volviera a Matheu, que designara su tocayo Alberto,
que los “gobernas” salieran en tropel para felicitar.
Y hasta lo
que publica la Política On
Line.
Vidal y
Macri no enfrentaban a NADIE, lo que no quiere decir que no tenían enfrente a
NADA.
“¿Puede un partido
derrotado en todos los frentes hace tan solo tres años, intervenido
judicialmente, que ha perdido buena parte de su base territorial, con una
militancia deprimida, con sus cuadros políticos supervivientes atrincherados y
-sobre todo- sin un candidato viable, ser una opción seria para presentar
batalla a la mejor máquina de marketing electoral latinoamericana?
Pues miren, si el país
no fuese Argentina y el partido no fuese el Partido Justicialista, fundado por
Juan Domingo Perón, la respuesta sería un "NO" con mayúsculas, pero
con el peronismo, todo es posible.
…………….
Han pasado tres años
desde esa victoria y, tras un periodo de desconcierto, parece que el peronismo
- especialmente en la provincia de Buenos Aires- comienza a desperezarse, recuperar
su autoestima y transitar por territorios políticos y comunicacionales que
sirvan para acercarles de nuevo a una emergente ciudadanía joven y urbana que,
según la mayoría las encuestas, se aleja cada vez más del actual gobierno”.
En ese
Diciembre de 2017 esta el germen que transformo las “relaciones de fuerza” que parecían abrumadoras; Macri 2019, Vidal
2023 y 2027.
Hoy andan a
los tumbos, mendigando colectoras a quienes porongueaban hasta hace poco.