¿Existe en la Argentina un foro de la Presidencia como tiene Méjico?
¿Fox esta a la izquierda de Néstor?
¿Tienen miedo que Hard los bardee?
Cuando las piedras eran una opción los mejicanos planteaban esto:
¿Cuánto vale la patria?
Enviado por: • Dr. José Lorenzo Calzado López (---.esfm.ipn.mx)
Fecha: 29 de May , 2002 07:32PM
¿Cuánto vale la patria?
El dictamen viene de arriba: no hay alternativa. "Y de haberla -añaden bajito los modernos- nos ocuparemos de que no la haya." Que la añeja y vetusta noción de "patria" sea erradicada del lenguaje. Que no exista más. ¿Creías que la patria tenía un valor? La patria, es decir el mercado, ya no tiene valor. El mercado, es decir la patria, tiene precio: a la una, a las dos... ¿quién da más?
Las cosas tienen precio cuando dejan de tener valor. Tu madre te dejó un relicario de oro a condición de que siempre lo conserves en tu poder. Pero como no supiste o no pudiste transmitir a tu hijo que la prenda encerraba una memoria y un sentimiento, un pensamiento y una conciencia, se rehusó a estimar el valor que le dabas y tasó el precio del oro. Así con la patria.
En 1989 la empresa Lund International Inc. solicitó al gobierno de Puerto Príncipe permiso para alquilar La Tortuga, isla de 198 kilómetros frente a la costa norte de Haití, para convertirla en paraíso tropical y otras partes del territorio para "industrias" (maquiladoras). Ambos, la isla y los territorios, formarían parte de la República de La Tortue, con leyes propias, ciudadanos y bandera y todos los adelantos de la modernidad.
La corporación ofreció al Estado haitiano 250 millones de dólares y planeaba invertir entre 14 mil y 20 mil millones en la construcción de casas y hoteles de lujo, campos de golf, fábricas farmacéuticas, plantas eléctricas, hospitales, autopistas y un aeropuerto internacional.
En Haití Progrés, Norman Lund aclaró que los haitianos que viven en la isla no serían ciudadanos del nuevo país: "...estarían allí con permisos de trabajo". Felizmente valores "premodernos", como la conciencia nacional y de indignación de un pueblo pobre, pionero de las causas libertarias de América y atrasado en el mundo como pocos, fueron superiores al precio ofrecido por la empresa.
¿Es que los haitianos se oponían a la "globalización" y a un proyecto benéfico para su patria? A esta conclusión arribaría cualquier vendedor de pizza empeñado en confundir pan con tulipanes y creído de que la impotencia de los países en el conventillo global depende de "...súbitos desamores financieros".
La razón es más simple: los haitianos rechazaron la oferta porque a más de verse obligados a vender parte de su patria debían visitarla "...con pasaporte o un permiso de trabajo". Es decir, como mano de obra barata de Lund y en calidad de súbditos del extranjero.
Pero tales aspectos son los que justamente tienen sin cuidado a charlatanes como David DeRosa, quien podrá ser un "prestigiado profesor de Yale" pero también de quienes ahora nos dicen que "...los desastres se hacen en casa" (Ugo Pipitone, "Bulbos de tulipán", La Jornada, 28/05/02).
¡Como si estos desastres no fuesen impuestos por el FMI y el Banco Mundial, y estimulados a los agentes criollos que responden al crimen organizado de los mercados financieros, la Casa Blanca y el Pentágono, interesados, en el caso de La Tortue, en instalar una base militar en el canal de aguas profundas entre Cuba y Haití!
Actualmente Argentina es el camino: deuda por territorio. "It' time for change" (es hora del cambio), sugería un aviso de una ignota Unión Patriótica 2003, escrito en inglés y publicado en enero pasado en el diario Buenos Aires Herald (unionpolitica2003@fibertel.com.ar). "Es tiempo de que la humildad (sic) remplace al nacionalismo."
El aviso ponía como ejemplo a la generación de argentinos que hace 130 años unificó a las provincias constitutivas del Estado moderno. "Para atraer nuevos inversores e 'inmigrantes educados' " (leáse blancos pero no pobres).
"La Argentina debe encabezar una 'Unión Americana' con el estatus de protectorado (sic). Después de un periodo inicial de 25 años el país podrá renovar el contrato, volver a su situación anterior o aspirar a convertirse en un Estado más de su protector. Una pérdida de soberanía temporaria es preferible a un futuro económicamente inmovilizado."
El desplegado propuso que Argentina entregue "temporariamente" su soberanía a Estados Unidos para salir de la crisis económica.
Dos meses después otro par de "genios", Rudiger Dornsbusch y Ricardo Caballero, economista chileno del Massachusetts Institute of Technology (MIT), publicaron el artículo "Argentina: un plan de rescate que funcionaría", en el que estipulan que el país rioplatense tiene que "renunciar a la soberanía sobre todos los aspectos financieros, monetarios, fiscales, regulatorios y de gerencia por un periodo extendido".
El tuyo es un hijo moderno y "progresista": da precio a lo que no tiene valor y da valor a lo que debería merecer mucho precio. Por eso estima lo que debería darle vergüenza. La honra, la justicia, los principios eran tus motivos de tu valor. Para él, todo esto tiene un precio. Así con la patria. Nuestras patrias anegadas en oceános de... (siga usted) que nuestros hijos recibirán de herencia.
José Steinsleger. La Jornada 29/05/02
El dictamen viene de arriba: no hay alternativa. "Y de haberla -añaden bajito los modernos- nos ocuparemos de que no la haya." Que la añeja y vetusta noción de "patria" sea erradicada del lenguaje. Que no exista más. ¿Creías que la patria tenía un valor? La patria, es decir el mercado, ya no tiene valor. El mercado, es decir la patria, tiene precio: a la una, a las dos... ¿quién da más?
Las cosas tienen precio cuando dejan de tener valor. Tu madre te dejó un relicario de oro a condición de que siempre lo conserves en tu poder. Pero como no supiste o no pudiste transmitir a tu hijo que la prenda encerraba una memoria y un sentimiento, un pensamiento y una conciencia, se rehusó a estimar el valor que le dabas y tasó el precio del oro. Así con la patria.
En 1989 la empresa Lund International Inc. solicitó al gobierno de Puerto Príncipe permiso para alquilar La Tortuga, isla de 198 kilómetros frente a la costa norte de Haití, para convertirla en paraíso tropical y otras partes del territorio para "industrias" (maquiladoras). Ambos, la isla y los territorios, formarían parte de la República de La Tortue, con leyes propias, ciudadanos y bandera y todos los adelantos de la modernidad.
La corporación ofreció al Estado haitiano 250 millones de dólares y planeaba invertir entre 14 mil y 20 mil millones en la construcción de casas y hoteles de lujo, campos de golf, fábricas farmacéuticas, plantas eléctricas, hospitales, autopistas y un aeropuerto internacional.
En Haití Progrés, Norman Lund aclaró que los haitianos que viven en la isla no serían ciudadanos del nuevo país: "...estarían allí con permisos de trabajo". Felizmente valores "premodernos", como la conciencia nacional y de indignación de un pueblo pobre, pionero de las causas libertarias de América y atrasado en el mundo como pocos, fueron superiores al precio ofrecido por la empresa.
¿Es que los haitianos se oponían a la "globalización" y a un proyecto benéfico para su patria? A esta conclusión arribaría cualquier vendedor de pizza empeñado en confundir pan con tulipanes y creído de que la impotencia de los países en el conventillo global depende de "...súbitos desamores financieros".
La razón es más simple: los haitianos rechazaron la oferta porque a más de verse obligados a vender parte de su patria debían visitarla "...con pasaporte o un permiso de trabajo". Es decir, como mano de obra barata de Lund y en calidad de súbditos del extranjero.
Pero tales aspectos son los que justamente tienen sin cuidado a charlatanes como David DeRosa, quien podrá ser un "prestigiado profesor de Yale" pero también de quienes ahora nos dicen que "...los desastres se hacen en casa" (Ugo Pipitone, "Bulbos de tulipán", La Jornada, 28/05/02).
¡Como si estos desastres no fuesen impuestos por el FMI y el Banco Mundial, y estimulados a los agentes criollos que responden al crimen organizado de los mercados financieros, la Casa Blanca y el Pentágono, interesados, en el caso de La Tortue, en instalar una base militar en el canal de aguas profundas entre Cuba y Haití!
Actualmente Argentina es el camino: deuda por territorio. "It' time for change" (es hora del cambio), sugería un aviso de una ignota Unión Patriótica 2003, escrito en inglés y publicado en enero pasado en el diario Buenos Aires Herald (unionpolitica2003@fibertel.com.ar). "Es tiempo de que la humildad (sic) remplace al nacionalismo."
El aviso ponía como ejemplo a la generación de argentinos que hace 130 años unificó a las provincias constitutivas del Estado moderno. "Para atraer nuevos inversores e 'inmigrantes educados' " (leáse blancos pero no pobres).
"La Argentina debe encabezar una 'Unión Americana' con el estatus de protectorado (sic). Después de un periodo inicial de 25 años el país podrá renovar el contrato, volver a su situación anterior o aspirar a convertirse en un Estado más de su protector. Una pérdida de soberanía temporaria es preferible a un futuro económicamente inmovilizado."
El desplegado propuso que Argentina entregue "temporariamente" su soberanía a Estados Unidos para salir de la crisis económica.
Dos meses después otro par de "genios", Rudiger Dornsbusch y Ricardo Caballero, economista chileno del Massachusetts Institute of Technology (MIT), publicaron el artículo "Argentina: un plan de rescate que funcionaría", en el que estipulan que el país rioplatense tiene que "renunciar a la soberanía sobre todos los aspectos financieros, monetarios, fiscales, regulatorios y de gerencia por un periodo extendido".
El tuyo es un hijo moderno y "progresista": da precio a lo que no tiene valor y da valor a lo que debería merecer mucho precio. Por eso estima lo que debería darle vergüenza. La honra, la justicia, los principios eran tus motivos de tu valor. Para él, todo esto tiene un precio. Así con la patria. Nuestras patrias anegadas en oceános de... (siga usted) que nuestros hijos recibirán de herencia.
José Steinsleger. La Jornada 29/05/02
caramba, Manolo, que post! ¿ conoce Ud. la historia de La Forestal? Era una companía taninera con territorio, policía, legislación, moneda y bandera propia dentro de la Argentina.
ResponderBorrarSr. U
ResponderBorrarGracias por pasar.
Como no recordar a La Forestal, y no solo por la película.
Sabía que Frondici en su crítica a los contratos de Perón con la SOCAL, la utilizaba como ejemplo de lo que podía suceder si a una CIA se le daba autonomía territorial.
Pero lo más jugoso de este post mejicano es la isla de La Tortuga.
Recuerda las aventuras de piratas del Caribe, Sir Henry Morgan y los corsarios.
La base era esta isla, hasta el 1750, fue una republica pirata, las tripulaciones elegían a los capitanes, según su capacidad para conseguir botín.
Los “códigos” eran escrupulosamente respetados, hasta tenían seguro social.
Cada marino que perdía un ojo o un miembro, obtenía un plus del fondo común.
Un abrazo y al abordaje
caramba, los piratas inventaron las ART! no lo sabia.
ResponderBorrarSr. U
ResponderBorrarSi, las crearon, jajajaja.
Le mando unos links para que se divierta y tenga material para sus historias.
http://en.wikipedia.org/wiki/Pirates
http://en.wikipedia.org/wiki/Buccaneer
http://en.wikipedia.org/wiki/Henry_Morgan
El de Henry Morgan no tiene desperdicio, las mañas no cambiaron tanto entre el siglo XVII y el XXI.
Un abrazo