Lo cierto es que en 1973, muy pocos compañeros estaban preparados para pensar un futuro político desde un lugar de poder que no fuera el de la movilización popular o, en su caso, “el que surge de la boca de un fusil”.
Para la mayoría resultaba inconcebible la posibilidad de construir poder desde las instituciones.
En nuestra experiencia, el poder se tomaba: desde nuestro lado, como el Palacio de Invierno o la entrada en
Canca Gullo a Amorin.
El “partido nuevo” que propugnaba Togliatti tenia que ser un partido “nacional”, de “gobierno”, y de “masas”.
Un partido de “gobierno” porque la clase trabajadora tenia que demostrar que era capaz de dirigir al país y responder a las demandas de transformación social; “nacional”, porque tenia que comprender y reflejar los intereses de toda la comunidad y no solo los de la clase obrera; de “masas” porque tenia que abrir sus puertas a todas las clases sociales –obreros, campesinos, intelectuales, profesionales, empleados-.
Se apoyo sustancialmente en una plataforma de obreros y braceros de formación tradicional, sobre una masa de aparceros y sobre núcleos cualificados, activos pero restringidos de pequeña burguesía urbana y de intelectuales. (25)
El “partido nuevo” tuvo que:
“…crear una difícil mediación entre las necesidades sociales inmediatas de estos grupos, la idea de una sociedad nueva que iba madurando en su interior y la urgente necesidad de elevarse a unas relaciones mas vastas con otras fuerzas sociales, de elevarse a la responsabilidad de gobernar el país” (Ingrao 1980,117)
Esto llevo a que en el interior del partido convivieran distintas identidades compartiendo el mismo proyecto.
Solo así el movimiento obrero italiano pudo llegar a ser una fuerza política con incidencia real en la sociedad. (26)
25/En poco tiempo el “partido nuevo” logro un aumento considerable de miembros; de 401.960 inscriptos en 1944 paso a 2.252.446 en 1947. (Martinelli 1990, 34)
26/Esta capacidad de integrar distintos grupos sociales en un mismo proyecto político -este interclasismo- distinguió al PCI del resto de los partidos obreros europeos.
El modelo político italiano. Héctor Claudio Silveira
La autocrítica del Canca NO incluye, necesariamente, a la totalidad del Movimiento; ni siquiera a la totalidad de
El “giro de Salerno” del PCI fue contemporáneo a la emergencia peronista, y uno de los modelos de organización que se debatieron entre 1946/55.
Cuando la “insurgencia” de
El objetivo era “recuperar”, mediante la infiltración, las Organizaciones Libres del Pueblo; que habían sido intervenidas por
No se trataba solo de los Sindicatos, como a primera vista se supone; Sociedades de Fomento, Clubes de Barrio, Cooperadoras Escolares, Mutuales, etc.
Eran todos aquellos sujetos sociales que se podían disputar sin necesidad que chapear con el escudo o el himno, que de paso estaban proscriptos.
Recordemos que hasta el gobierno de Ongania, los “interdictos” pasaron de más de
En nombre de
No era solo la inhabilitación de la ciudadanía, sino la incapacidad de poder disponer de sus propios bienes.
Cuando ambos murieron, Diciembre del 56 el primero y Agosto del 62 el segundo, sus familiares no podían realizar la sucesión; pues a pesar que les habían negado los “jueces naturales”, y que los Tribunales “Especiales” no comprobaron ningún delito, nadie se animaba a cerrar los casos.
Como cuenta Roberto Roth, la viuda de Borlenghi ni si quiera podía cobrar su propia jubilación como empleada de Comercio; ni hablemos de la de de su fallecido esposo.
En los años 68 y 69 dependía de la solidaridad de los compañeros para pagarse la pensión.
La casa que habían construido ANTES de ser el Ministro de Perón, estaba interdicta.
Las 62 Organizaciones, fue una alianza entre el naciente Vandorismo y el PCA, recién después de la caída de Frondizi comenzaron a llamarse peronistas.
Mientras tanto, en los territorios se organizaban los embriones del “neoperonismo”, un “entrismo” ad hoc para disputar el Estado, aunque fuera desde una posición de inferioridad legal.
Una reliquia de aquellas épocas es el MPN, de los Sapag, compañeros que se ganaron la autonomía a pulso; siempre que hizo falta dieron el presente, con material para los “caños” o votos.
A mediados de los 60, Perón comenzó a insistir con el tema del transvasamiento;
Nos debíamos transformar en un “partido de “gobierno”, porque la clase trabajadora tenia que demostrar que era capaz de dirigir al país, y responder a las demandas de transformación social;…”
Esa cantinela del General, que nos parecía ridícula, “reconstruir simultáneamente al Hombre y al Estado”; la idea que se podía conquistar el poder por la vía demoliberal no estaba de moda.
Y a pesar del ejemplo de Chile, el aluvión de Sectores Medios en los 70, margino a los sectores que SI tomaron en serio
Treinta años más tarde, el Kirchnerismo depende de los Gnomos de Guardia y
Los horrores de los 70 se nos cobraron con usura en Diciembre del 83, la elección no se perdió por la falta de “esclarecimiento” de las Masas y el Pueblo.
No generábamos “Confianza Política” en
Una “confederación” de gobernadores de provincias periféricas, sumadas a la clase obrera en franca decadencia y aislada socialmente.
Había que barajar y dar de nuevo, y
El primero fue creer que los Sectores Medios eran el Sujeto histórico que transformaría
El segundo, confundir
Una digresión necesaria en esta cabalgata histórica.
Si uno debe optar entre las Contradicciones y las Disfunciones no se trata de Teoría sino de Realpolitik; de Poder.
“Expertos o Rojos”, como se decía en los años 20; frente a las Crisis el ser humano no discurre sobre los Imperativos, o
Volviendo al tema, el peronismo de la primera mitad de los 80 estaba en la misma situación que el PCI en la segunda mitad de los 40.
Debía demostrar que era un “partido” de Gobierno, con capacidad de articular alianzas políticas e interclasistas, y a su vez comprender y reflejar la totalidad de
Eso no implico que esta última desapareciera; la heredera de
Pero en su viaje hacia el reemplazo de
Mientras tanto, quienes se preocupaban mas de la disfuncionalidad que de las contradicciones enfrentaban el Fin de
No eran solo los condicionamientos internos de los saqueos, la hiper, o la ingobernabilidad; que se compartían con el resto de los emergentes, ¿recuerdan el Caracazo y el colapso del sistema político venezolano?
El Muro de Berlín caía,
El apechugar y resolver, ser “solucionadores de problemas” mas que emisores de discursos, se convirtió en un arma mortal para quienes permanecían afuera.
Los que se proclamaban discípulos de Gramsci repudiaban la hegemonía, y la construcción de la dirigencia dominante, para ningunearla como Ideología del Poder de conductas clientelisticas.
Llegamos entonces a la situación ridícula donde se asume naturalmente, de parte de
Mientras que el Establisment, que por algo es quien es, desespera por domesticar la amenaza; no tiene con quien remplazarlos, y todos los intentos de seducción y cooptación son rechazados.
Ya en Febrero del 2002 se dio la alarma, aunque solo sea una fracción del peronismo, es la mas numerosa y homogénea.
Una masa de militancia condicionada por la obtención de resultados inmediatos, que comenzó a remplazar la ausencia del Estado en los 80, hasta convertirse en el Estado en si misma con
Un cuerpo de dirigentes intermedios, que a su vez esta condicionada por sus subordinados; que a lo largo de los años aprendió a comportarse disciplinadamente, sin ponerse a considerar la limpieza de sangre, la antigüedad o la solidez ideológica.
Formaron una “meritocracia” que subvierte los valores de la vieja hegemonía, donde el ascenso esta abierto a todos, mientras se acepten las reglas de juego interno.
Las fuerzas políticas que intentan coparlos corren el riesgo cierto de ser vampirizados, sus cuadros mas capaces serán incorporados y encuadrados, con la zanahoria del bastón de mariscal.
Las viejas glorias no sirven como escudo protector para la caída en desgracia, hay docenas de reemplazantes potenciales esperando su oportunidad.
No hay manera de obturar el cambio, de Cafiero para aquí son centenares los dirigentes los que fueron enviados a RE.
Solo la efectividad tiene el poder de disciplinar, y el paso del sillón de Rivadavia a la sillita matera es una demostración de quien es el Príncipe.
“El antikirchnerismo ya fue”, decreta Mariano Grondona, el viejo zorro “conoce a los muchachos”; y sabe que creerse la propia “Agitprop” es desastroso.
Como se abrió la caja de Pandora, las comparaciones serán gestión contra gestión, analizando los recursos contra los recursos.
Macri,
¿Puede hacer lo mismo un Socialista rosarino, si solo cuenta con 1/3 del presupuesto del baluarte del Paraná?
¿Cuántos días evitara el incendio Mauricio con menos del 5% de su actual caja?
¿Cómo harán para reemplazar y/o disciplinar a los mandos inferiores, cuando estos se enculen y se queden en sus casas?
Reutemann y Scioli, igual que el resto de la cosecha de los 90, ya tomaron nota de los límites.
Una ultima consideración, ¿es imposible una alternancia republicana y/o progresista?
Solo hay que recordar la frase de Ingrao.
“…una difícil mediación entre las necesidades sociales inmediatas de estos grupos, la idea de una sociedad nueva que iba madurando en su interior y la urgente necesidad de elevarse a unas relaciones mas vastas con otras fuerzas sociales, de elevarse a la responsabilidad de gobernar el país”
Pero para eso se debe ser un partido “nacional”, de “gobierno”, y de “masas”; sin que falte ninguno de los tres requisitos.
Y la verdad, no veo mucha voluntad en la “clase política” de encarar la tarea; solo queda esperar que los millones de compatriotas radicales se sacudan de encima a sus minorías dirigenciales.
Buenas Manolo,
ResponderBorrarExcelente descripción de la derrota de 1983. De hecho, me parece que la denuncia del pacto militar-sindical de ese momento fue creible y causó el efecto que causó por esto que escribiste:
"Los horrores de los 70 se nos cobraron con usura en Diciembre del 83, la elección no se perdió por la falta de “esclarecimiento” de las Masas y el Pueblo.
No generábamos “Confianza Política” en la Administración Publica del Estado, no éramos un partido de “gobierno”, tampoco se podía hablar de“nacional” o “masas”.
Una “confederación” de gobernadores de provincias periféricas, sumadas a la clase obrera en franca decadencia y aislada socialmente."
En ese momento la UCR, aún con sus limitaciones, estaba coherentemente encolumnada detrás de un lider y no mostraba las fisuras que el peronismo mostraba.
Respecto a la posibilidad de alternancia republicana, lo veo difícil. Para eso, amplios sectores de la sociedad deberian confluir en un proyecto de país que sea más que un mero discurso, que tenga asidero y sentido para los sectores productivos que representaría.
No veo hoy a la UCR encarnando nada nuevo. Si en el 83 intentó crear un tercer movimiento histórico y en el 99 intentó inventar un concepto más transparente de administración, en 2009 no creo que sepan lo que quieren llevar adelante, más allá de la supervivencia de la banca o el cargo que les da de comer. Difícil así ser un partido nacional, de gobierno y de masas.
Saludos,
Andrés