Un Post es un manifiesto escrito en la clandestinidad; donde los alias solo son carne y hueso para los co-conspiradores.
La militancia de repartir a mano, robando tiempo al descanso y la familia, porque la mayoría no es rentado por el partido.
Chupando el frío y la lluvia, en invierno, o cagándose de calor en verano; para que uno de mil se quede a leerlo, y te sonría cómplice.
No hay éxitos fulgurantes en la era de la virtualidad, como no los hubo en tiempos de resistencia; con minúscula, porque no éramos héroes titánicos, sino ladillas que buscaban concientemente provocar un salpullido molesto.
Seguíamos la máxima de Mafalda;
“¿Que le puede hacer un mosquito a una locomotora?
Nada, pero vuelve loco al maquinista”
Volviendo a las ladillas, y el salpullido de los pontificadores de
Es imposible tener una postura digna, si uno se rasca la entrepierna en publico; los murmullos de asombro de la feligresía, se convierten en sonrisitas nerviosas, hasta que alguno no aguanta y larga la carcajada.
Con Andrés el Viejo y el Tío, Fernet y Vino de por medio; solíamos discurrir que el fenómeno Blogger era mas una Vanguardia Artística que Política.
Un Militante es 80% de esfuerzo y 20% de Ego; y en los blogeros el Ego es el motor de su Creatividad; de él, y de su necesidad de expresarse, depende su Producción.
Buena, Regular, o Mala; abundante o escasa; pero siempre originalmente personal.
Si imprimen 50 textos en forma anónima, de toda la blogeria, no solo
Es como los fanáticos del Tango Canción, que con solo escuchar los primeros fraseos, saben quienes son los intérpretes; aunque el tema sea el mismo.
¿Cuántos interpretaron Yira Yira?, tenemos desde Gardel a Los Piojos; y cada uno le da su tonalidad.
Y no hablemos de Cambalache, que tiene docenas de versiones, hacer clic aquí.
En fin; las ladillas, aunque entonemos la misma letra, tenemos nuestras diferencias estilísticas y de enfoque.
Y el meternos a todos en la misma bolsa, gracias a la alergia provocada, es una demostración de debilidad de quienes nos encañonan.
El zumbido de los mosquitos están volviendo locos a los maquinistas; aunque la locomotora siga indemne.
Los dejo, el esténcil ya se desgasto; así que me voy a la estación de tren para repartir los manifiestos; con la esperanza de lograr, aunque sea, una sonrisa cómplice, de uno que no abolla el papel.
Será la lluvia del domingo, un recurso poético, o cualquier otra cuestión. Pero usted sabe que somos muchos los que esperamos diariamente el volante.
ResponderBorrarHubiera querido ir a la reunión de blogs para saludarlo personalmente, pero la fecha coincidió con el cumpleaños de mi mujer.
Me conformo con el medio original para hacerle llegar esos saludos, y recordarle que estamos acá para juntar el bollito del piso, alisarlo y luego de leerlo saber que no estamos tan solos.
Juan C.
Oiga, si bien yo no escribo, ando continuamente en busca de las opiniones blogueriles y sepa bien compañero que aqui encuentra una franca sonrisa y además bien complice. Gracias por haberlos encontrado.
ResponderBorrarLa mole y su relato único de inclusión/exclusión. Todos los sistemas tienen fugas.
ResponderBorrarMuchas gracias, Manolo, por poner su inteligencia a nuestra disposición.
ResponderBorrarManolo: Solo falta que hable Jorge Rial y la operacion de prensa es perfecta. El maquinista esta apretando cualquier boton y se ven los hilos.
ResponderBorrarSalute
Pican Pican los mosquitos...( canción 50+ )
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