Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor,
han perdido la suya y te culpan de ello.
Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti,
pero también dejas lugar a sus dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no te domina el odio
Y aún así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio.
Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu amo;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes conocer al triunfo y la derrota,
y tratar de la misma manera a esos dos impostores.
Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho,
tergiversada por malhechores para engañar a los necios.
O ver cómo se rompe todo lo que has creado en tu vida,
y agacharte para reconstruirlo con herramientas maltrechas.
Si puedes amontonar todo lo que has ganado
y arriesgarlo todo a un sólo lanzamiento;
y perderlo, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón y tus nervios y tus tendones,
para seguir adelante mucho después de haberlos perdido,
y resistir cuando no haya nada en ti
salvo la voluntad que te dice: "¡Resiste!".
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
O caminar junto a reyes, y no distanciarte de los demás.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el inexorable minuto,
con sesenta segundos que valieron la pena recorrer...
Todo lo que hay sobre
y lo que es más: serás un hombre, hijo mío.
http://es.wikipedia.org/wiki/Si..._(Kipling)
Manolo
ResponderBorraruna moral así fue forjada por un niño cuya madre y padre abandonaron para irse a Gran Bretaña, mientras lo dejaban en la India a cargo de sirvientes. El dolor de ese niño encontró recursos de escape en la lectura, que terminó por servirle para la escritura.
Pero podemos imaginar el mundo de un niño cuyos padres abandonan en la niñez para irse a vivir una vida más elegante y refinada que la que les deparaba la India.
Podemos imaginar la tortura interior, la que él mismo cuenta con todas las palabras. En ese jardín de plantas con espinas él forjó su estoicismo.
No nos sirve la experiencia de una víctima de la peor cosa de la vida que es el abandono de una madre en la niñez.
Todos los niños se sienten culpables de las desgracias que los rodean. Prefieren no perder el ícono de sus adultos, porque se quedarían sin nada, sin íconos, sin lo que a un niño le permite sobrevivir. Por eso prefiere echarse la culpa a sí mismo de que sus adultos hayan perdido la cabeza. Por eso dejan lugar a sus dudas.
Pudo esperar y no cansarse en la espera, esos largos años hasta que pudo ir a vivir a Londres. En esos años soñó pero resistió a los sueños imposibles, por eso dice que pudo no hacer de los sueños sus amos.
No hace falta tanto sufrimiento. No es humano. No hay necesidad de sufrir así. Nadie debería estar preparado para resistir condiciones tan duras. Nos merecemos una mejor vida que la tuvo Kippling en la infancia, que se proyectó a la adultez.
Usar al poeta del imperio, Manolo, esta criptico, solamente si pone the white man's burden casi apuesto lo que quiso decir
ResponderBorrarsaludos
ayj
Estimada Compañera Eva.
ResponderBorrarMuchas gracias por tus palabras, pero por favor no te angusties,
http://www.youtube.com/watch?v=T7EEulHLaI8&feature=related
En este link, se plantea lo mismo, pero con una mirada mas “mediterránea” que la noreuropea de Kipling.
Lo que deba ser, será, si no esta en nuestras manos cambiar el rumbo; en esas ocasiones nuestra responsabilidad es por los que sobrevivan.
Por lo menos así me educaron a mí.
Un abrazo muy grande, para vos y para Rob.
lest we forget
ResponderBorrarEste poema deben haberlo recitado muchas veces en la casa de las Ocampo durante "la Segunda Tiranía". Especialmente la parte de la "verdad tergiversada por malechores para engañar a los necios" (demagogia). La moral de los "Aristoi" es siempre LA moral, aún para los lunfardos y barrabravas, aunque la llamen "códigos" o lo que sea.
ResponderBorrarYo estoy, modestamente, más cerca de Zorba: a veces, en el peor día, salen las mejores caricaturas.
Pero, más allá de su aristocratismo y su afferramiento a la "carga del hombre blanco" -que tan infeliz hizo su niñez- no puedo dejar de agradecerle a ese inglés reaccionario que haya escrito el libro que mejor consulelo me dio en la mía: El libro de las tierras vírgenes. Abrazo, Manolo.
Es un hermoso poema pasible de múltiples lecturas y yo no lo encuentro sectario aunque algunos sectarios sí. Para mí tiene un significado muy especial porque era el preferido de mi viejo (bendita sea su memoria) que nació judío, se hizo comunista y murió peronista.
ResponderBorrarEddie