Se esconden lejos, al acecho, de forma invisible, en
rincones oscuros y grietas.
Cuando emergen, se escabullen sin rumbo, a menudo alrededor
de nuestras casas, cocinas y en hoteles y restaurantes sucios.
Terminamos despreciándolas por su comportamiento natural,
viéndolas como una plaga que hay que evitar e incluso exterminar.
Sin embargo, las cucarachas han sido tratadas a menudo de
manera injusta.
Al descubrir los secretos de estos escalofriantes insectos,
los científicos han visto que son mucho más sofisticados de lo que pensábamos.
Tras conocer su vida secreta se han dando cuenta de que las
cucarachas son en realidad criaturas muy sociales, que reconocen a los miembros
de sus propias familias, con diferentes generaciones de una misma familia
viviendo juntas.
A las cucarachas no les gusta que las dejen solas y sufren
problemas de salud cuando lo están.
Forman sociedades igualitarias con una estrecha relación,
basadas en estructuras y normas.
Las comunidades de cucarachas son incluso capaces de tomar
decisiones colectivas por el bien común.
Estudiando ciertas especies de cucarachas podremos incluso
ser capaces de aprender cómo evolucionan algunas sociedades animales, incluida
la nuestra.
Decisiones colectivas
Tal vez la revelación más sorprendente de la vida secreta de
las cucarachas es la medida en la que forman "rebaños sociales" y
pueden tomar decisiones colectivas.
Cuando buscan un refugio, por ejemplo, todas las cucarachas
en un grupo harán la misma elección, seleccionando el mismo y mejor lugar.
Los grupos también buscan las mismas fuentes de alimento.
Estos comportamientos permiten que la información se
comparta y se tomen decisiones con mayor rapidez en beneficio de cada grupo en
su conjunto.
De hecho, "puede ser visto como formas emergentes de
cooperación", dicen los científicos, o "una cualidad emergente de la
inteligencia de enjambre".
Los estudios sobre las cucarachas americanas y alemanas
muestran lo sociables que son estos insectos.
Viven en albergues comunes.
Diferentes generaciones de cucarachas viven juntas y estos
animales acaban dependiendo socialmente unos de otros.
Y a pesar de que las cucarachas son menos avanzados que
otros insectos sociales, que han evolucionados en comunidades, son más
igualitarias.
En insectos sociales domina una reina, reservándose
privilegios para sí misma, con el apoyo de miles de trabajadores.
Sin embargo, cualquier cucaracha es capaz y le está
permitido aparearse y reproducirse.
Lihoreau y sus colegas piden que se investigue más sobre el
comportamiento social de las cucarachas, ya que puede revelar más acerca de
cómo los animales se unen para formar grupos colectivos.
Al parecer, incluso las cucarachas son un grupo muy amigable
y desde una perspectiva evolutiva se están beneficiando de sus habilidades
sociales, inéditas hasta ahora.
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