Es columnista de LA NACION y miembro fundador del Círculo de Montevideo
que preside Julio María Sanguinetti.
Además de publicar artículos en medios nacionales y extranjeros, es
autor de varios libros, como La República vacilante, El siglo de la libertad y
el miedo, De la república posible a la república verdadera, Sarmiento: un
aventura republicana (con Ezequiel Gallo) y Diálogos con la historia y la
política (con Félix Luna).
Es Doctor en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad de
Lovaina, es Profesor y Director del Departamento de Ciencia Política y Gobierno
en la Universidad Torcuato Di Tella, además de Miembro de Número de la Academia
Nacional de Ciencias Morales y Políticas y de la Academia Nacional de la
Historia.
Dictó cursos y seminarios en diversas universidades americanas y
europeas.
En 1979 obtuvo la Beca Guggenheim y en 1995 el Premio Consagración
Nacional en Historia y Ciencias Sociales.
Ha sido Visiting Fellow en el St. Antony's College de la Universidad de
Oxford y Profesor Visitante en el Instituto Universitario José Ortega y Gasset
de la Universidad Complutense de Madrid.
El fin de la
hegemonía
Ahora, la sucesión
De Octubre de 2013
a Octubre de 2015, ¿es inevitable que venga la Derecha?
¿Están seguros?, ¿pero seguros-seguros-seguros?
Hay unos cuantos, que son miembros de pleno derecho del
Establishment, que creen que a seguro se lo llevaron preso.
Repetir la interna del 88; sin Partido Militar, sin
capacidad material para dar Golpes de Mercado, con los Audiovisuales impotentes
para imponer agenda y/o candidatos a las llamadas Clases Populares.
Con información que implica un rechazo masivo al “free
market”, la “industria financiera” y las concesionarias de servicios públicos;
y empresarios en general.
Ven las condiciones para la tormenta perfecta de la
Demagogia populista.
Mas leo los columnistas de La Nación, Perfil o Clarin, y mas me convenzo en votar FPV.
ResponderBorrarPD Estimado Omix, gracias por acordarse de mi, solo trato de aportar mi pequeño haz de luz.
Saludos Don Manolo (como decimos en el interior).
sin el kirchnerismo esto vuelve al 2001, despues no nos quejemos.
ResponderBorrarManolo:
ResponderBorrarYo también leo LaNación, y Página (hacer un blog político es un sacerdocio), pero me parece que leés demasiado EN viejos columnistas.
Por supuesto, es posible q venga la izquierda, después de la experiencia K. Vos siempre has señalado esa posibilidad. Y, como el futuro es por naturaleza imprevisible, no puedo decirte q estás equivocado.
Pero, la verdad, no lo veo al candidato de la "izquierda real". A fines del ´43 apareció un coronel en el Dto. de Trabajo, pero nunca más apareció otro desconocido.
Y los candidatos q conocemos...
Abrazo
(No te contesté en tu post anterior porque mi vocación no alcanza p aguantar un video de 1 hora)
la ultima vez q el peronismo y la nación tuvieron unidad de concepción fue en los 90, q problema para el pobrerío.
ResponderBorrarAy elpragmatismo, esa tentacion de la edad avanzada, y querer fingir en lo criptico cierta inteligencia.
ResponderBorrarVos manolo, no sabes lo que viene.
Ni te lo imaginas y esta bien
y que carajo le importa a manolo?
ResponderBorrartotal... para entonces anda a saber donde quedo manolo, por una mera cuestion biologica
preguntale si cuando tenia el puestito en la Muni vocereaba por la privatizacion del Sarmiento
Abel
ResponderBorrarhttp://deshonestidadintelectual.blogspot.com.ar/2013/08/dj-de-nacional-rock-y-queruzoinvestiga.html
Completa este post.
Abrazo
No se si la "derecha" Manolo, concepto añejo, de la modernidad que terminó. Lo que vuelve y nunca se fue del todo es la telepolítica, las camaritas que maquillan el miedo a tomar un vermucito en la vereda que no volverá. En lugar de Botana le propongo que siga al liberal conservador de Fidanza, o a la republicana sesentista de Sarlo, están viendo lo mismo que yo: el vacío y la nada del todo lo mismo.
ResponderBorrarHay un librito muy viejo, de los 30, del papá inteligente del Romero sanguango, El ciclo de la revolución contemporánea (o algo así). Un republicano antipopulista, creía (supura en ese librito) que la dictadura del colectivo sobre el individuo era un dato de la realidad, inevitable. No estaba solo, dos décadas antes el conservador desilusionado Max Weber creía lo mismo, era la certeza de la época. No fue así. El comunismo fue la cobertura ideológica de los costos humanos de una industrialización (o un intento de) acelerada en países mayoritariamente agrario. El populismo una vía moderada de lo mismo. Los fascismos un experimento fracasado de canalizar el populismo radical sin expropiaciones. El mismo fin de la historia esperaba a todos al final del camino.
No hace tanto, muchos se ilusionaron conque las respuestas coyunturales a la crisis masiva del cambio de siglo en LaTam expresaban un nuevo modelo de reemplazo. Hasta sugerían, los más entusiastas, promover los modelos nacional-populares ante el resquebrajamiento de los viejos estados ricos y desarrollados.
Ja, lo que se viene es la restauración del liberalismo "normal". Cosa curiosa, lo vamos administrar nosotros. Bah, nosotros.
Por ahí me equivoco, ojalá, que se yo.