Para el Capitán
Yánez, un poema de Supertramp sobre los Ciegos EN la neblina toxica del Londres
Victoriano.
I saw the fog grow thick,
Which soon made blind my ken;
It made tall men of boys,
And giants of all men.
It clutched my throat, I coughed;
Nothing was in my head
Except two heavy eyes
Like balls of burning lead.
And when it grew so black
That I could know no place,
I lost all judgement then,
Of distance and of space.
The street lamps, and the lights
Upon the halted cars,
Could either be on earth
Or be the heavenly stars.
A man passed by me close,
I asked my way; he said
`Come follow me, my friend` -
I followed where he led.
He rapped the stones in front,
`Trust me,` he said, `and come` -
I followed like a child -
A blind man led me home.
BLIND MAN'S FOG - W. H. DAVIES
Compañero;
en medio del zafarrancho, nacional y global, en esos lugares donde solo nos dejarían
entrar por la puerta de servicio; para limpiar pisos y baños.
Están
invadidos por un irracional pánico supersticioso frente a las “tolderías”, y su
capacidad sobrenatural de sacar conejos de las galeras, aun en situaciones
limites.
Ellos, los
que nos quisieran ver borrados de la faz de la tierra, en su pesimismo frenético;
nos ven mucho mas fuertes y “enteros” de lo que nosotros mismos creemos.
A
Bergoglio; jesuita sudamericano ante todo, Ad maiorem Dei gloriam, sus pares no
lo eligieron por su piedad o capacidad teológica.
Sino por su
“Prontuario”, como pastor y obispo, de uno de los pueblos mas sediciosos y
retobados de la
Cristiandad.
Un “Piloto
de tormentas”, probado en la
Realidad , para Conducir la “barca de Pedro el pescador”.
Ser “reconocidos”
por el Vaticano, con sus 2.000 años a cuestas, no es moco de pavo.
Al igual
que ser “sujeto de estudio” sobre la “gobernanza” y los “Estados Fallidos”,
tanto en el Departamento de Estado y el Pentágono, como en las reuniones de
Davos.
Son un pequeño aporte propio sobre los “territorios en
emergencia”, que me consta gracias a las consultas desde el Atlántico Norte, sobre
lo que se discute en foros académicos y militares.
No solemos darnos cuenta, pero la “divergencia” con el resto
del mundo, para mejor desde ya; es una cuestión que esta en el candelero donde
cortan el bacalao.
Un abrazo peronista.
¡Jaaaa!
ResponderBorrar¿Qué puedo agregar, compañero?
Mi capitanía es ficticia: al igual que usted... soy sólo un remero. Y no el que encuentre el salero.
Y si: seguimos sonando, pese a todo.
PD: ¿sabía que me gusta Supertramp o sólo acertó al boleo?