Hoy La Doctora y San Borocotó se llevan como Hansel y Gretel.
Pasean de la mano por el prado del anti-capitalismo, y cautivan juntos
a Vladimir Putin, para quien el manejo del poder es natural como el té de la
mañana.
Putin es un zar de Rusia como lo fue Stalin, pero sostenido por el PC
superador de la Iglesia Ortodoxa, que legitima la persecución medieval hacia
los homosexuales rusos, de La Siberia o de San Petersburgo.
Lo cual no impide que Putin y La Doctora mantengan el diálogo más
enternecedor, y justamente en materia de comunicación.
Es la conmovedora alianza entre quien persigue a los gays, como si
fueran delincuentes, y quien se jacta de tener el Matrimonio Igualitario para
todos y todas.
manolo, tas contento? te nombro uno de tus ídolos fernandezdiaz
ResponderBorrarbueh, no te nombro, pero te incluyo en el 30% de la población
cuando hable del porcentaje de ñoquis va a hacer referencia a tus corresponsales omix, Luciano y tow