martes, 10 de febrero de 2015

Massa, Vargas Llosa y el genocidio administrativo del Sovaldi.



Un cadáver insepulto, que es muchísimo más “concreto” que un espectro, provoca espasmos de horror en las elites del Atlántico Norte.

La Argentina 2001/03 es a la Crisis “Social” de la Globalización financiera, 2007/201?, lo que las Guerras Civiles Española y China fueron a la IIº Guerra Mundial y Potsdam.  

Como sostiene Pierre Ostiguy en la entrevista a Artepolítica, hacer clic aquí:

“Creo que hay un choque muy importante en la Argentina entre el deseo de varios políticos de enfatizar la diferenciación izquierda-derecha (que es muy real), y la realidad electoral y sociopolítica a nivel “masa” (para usar categorías comunes en electoral behavior en las ciencias políticas), que está sólidamente diferenciada en la otra dimensión, es decir culturalmente, peronismo y no peronismo, y más genéricamente (y para mí más exactamente) alto y bajo.

¡Ese choque es el drama de la política argentina desde hace ya más de seis décadas!

Este deseo siempre se topa con esa realidad.

Y a eso hay que añadirle los numerosos políticos que no tienen ningún deseo de transcender esa dicotomía, sea por pragmatismo de poder o sea por aversión, estilo, “valores”, o imagen de sí mismo”.
………

“Sobre su otra pregunta, más fácil, los dos clivajes políticos existen fuertemente en la Argentina.

Siempre insisto que el espacio político argentino es bi -dimensional.

Y lo es absolutamente, con las dos dimensiones perpendiculares una con la otra.

(Eso no es el caso, por ejemplo, entre el eje económico y el eje cultural en EEUU, donde se observa un “ángulo agudo” entre ambos ejes, es decir, en donde un liberalismo cultural y lo que ellos llaman erróneamente un liberalismo económico se enfrentan a un conservadurismo económico y a un conservadurismo cultural.)

Esa perpendicularidad da más opciones de alianzas posibles en la Argentina.

Creo que dentro del no peronismo, los políticos e intelectuales se ven a sí mismos enteramente diferenciados por el eje izquierda-derecha, pero que a nivel sociocultural la diferencia entre lo alto y lo bajo en la Argentina es mucho más fuerte.

Esto se nota sociológicamente, por ejemplo, en las redes sociales y familiares.

La diferenciación entre alto y bajo es una clave fundamental de la realidad argentina, que va mucho más allá del estilo -simple expresión de algo mas sociológico”-.

Podemos en España, remplazando el eje Izquierdas contra Derechas por el clivaje de “Pueblo y Patria” contra las “Castas Oligárquicas”.

O Syriza en Grecia, con su “Bloque Nac&Pop” con ANEL; este último “aporta” a la “Coalición” los sectores de la Iglesia Ortodoxa y las FFAA y FFSS contrarios a la Troika y la euro-burocracia financiera.

Que en el paradigma tradicional resultan incompresibles, con la descripción de Ostiguy adquieren una lógica que son vistas como unas amenazas por la hegemonía Neoliberal dominante en el Atlántico Norte.

Vargas Llosa como “orgánico” no tiene ninguna duda que si en la Argentina se llega a un balotaje con dos “pseudo”, o “cripto”, peronistas; sería una situación inadmisible para los intereses concretos de su fracción social a nivel global.

Ya que asumen, o descuentan como los Mercados, lo siguiente:



“Pues el peronismo no necesita de los Kirchners para consolidarse como expresión de poder, ya que lo es de todas maneras a nivel electoral, local e identidario”

Como “Régimen” o “Sistema” que adversa “radicalmente” la “Cultura” de los Mercados; como en el caso de Sovaldi, ver video.


Así como el kirchnerismo de paladar negro se ve obligado a ver a DOS como Camilo Cienfuegos, las Usinas del Atlántico Norte lo consideran a STM una especie Huber Matos, “prisionero” de “tendencias” sociopolíticas a la que no puede “controlar” y/o “domesticar”.

Traducción, un Menem bis es insuficiente; como se demostró en el Congreso Nacional de 2001/03

El “Populismo” como “expresión” democrática siempre atenta contra el “Principio de Pareto”, donde el 20% que detenta el control del 80% de la economía, se ve desbordado electoralmente por el 80% que solo posee el 20% de la economía.

Volvemos al genocidio administrativo del Sovaldi, la “Voluntad Soberana” se caga literalmente sobre los “Derechos de Propiedad”; ya que se considera que la “vida” no puede ser un “comodity” para ser “transado” en las Bolsas.

Así se da la paradoja de quien tiene casi asegurado un lugar en balotaje presidencial es “descartado”, siendo “remplazado” por quien se paso 15 años esperando que los peronistas lo fueran a buscar a su casa de Barrio Parque.

 Y como el sistema electoral de “doble balotaje” argentino, las PASO son un balotaje, no les queda otra que utilizar de sparring a la Dra. Carrio; que permite dar “volumen cuantitativo” sin por eso correr el riesgo de “perder”.

Volver a 1946, más que opción política e ideológica, es una necesidad “in extremis” frente al panorama Hegemónico realmente existente.

Como conclusión y síntesis dos videos.

En Europa los chicos malos, con sus camperas de cuero, negociando en una mesa sus aventuras horribles.

En la Argentina salir del placard, para todos y todas, aunque lo quieran tunear.



5 comentarios:

  1. Reútemann lo dejará Ser a miguel del sel y luego, lo sentará sobre las 20 verdades del Viejo. Lo mismo con el PJ y macri/massa/scioli. Lo supremo es la verdad y el cielo, es una; así como nuestra doctrina. Primero la patria, después es movimiento y por último los hombres. Saludos Manolo y larga vida.

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  2. "Vargas Llosa como “orgánico” no tiene ninguna duda que si en la Argentina se llega a un balotaje con dos “pseudo”, o “cripto”, peronistas; sería una situación inadmisible para los intereses concretos de su fracción social a nivel global"

    Mmmmm yo no estaría tan seguro.... los establishment tiene mucha experiencia rosqueando con el que venga. Y tan mal no les va, con el agravante que no se someten al porotaje. Insisto, nosotros somos todos iguales 1 vez cada 2 años y pico, ellos participan todos los santos días.

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  3. Naaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah. Pobre Vargas Llosa, tan ridículo y él que ni se entera.

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  4. Muy buen post, Manolo.

    Hay muchos que piensan que las categorías "pueblo", "patria", "castas oligárquicas", “oligarquías, etc. son simplificaciones que dicen poco y nada, porque las contradicciones y diversidad interna de cada conjunto son muy grandes.

    Para esta visión, para entender la "verdadera" política (y la historia) hay que hacer matizaciones y relativizaciones constantemente. En esta perspectiva, la comprensión de la política y la historia es una narración estética de los acontecimientos, sin, jamás, explicitar los supuestos (teóricos) de esa narración. En el extremo, esta visión conduce a una suerte de "azar" o "caos" de los intereses individualmente considerados.

    En el análisis de la política internacional o mundial, tal perspectiva se traduce en los “intereses de los países o naciones”, en tanto “átomos” o “ladrillos” básicos de las relaciones internacionales. También aquí el resultado es una suerte de “azar” o “caos” de la interacción de unos supuestos “intereses nacionales” jamás explicitados.

    Cuando este tipo de análisis se los ve de cerca, padecen de una ambigüedad notable en el uso explícito o implícito de determinados conceptos, ambigüedad que está al servicio de reforzar la estética de la narración y argumentación.

    Yendo a uno de los temas de tu post, lo que determina la eficacia en la realidad del clivaje “oligarquías” vs. “pueblos”, Imperio vs. Estados Nacionales, o, en el plano local, clase alta/baja, es el control o no control sobre los resortes económicos, financieros y políticos fundamentales.

    Como esos resortes están en poquísimas manos, es obligado que amplios conjuntos sociales estén desposeídos de los mismos. Y tal realidad objetiva produce, querramos o no, una dialéctica que es independiente de la voluntad de los participantes.

    Lo que hay atrás de los resortes fundamentales no son países sino clases sociales globales oligárquicas que, al ejercer el control sobre los primeros, colonizan las estructuras estatales de los segundos.

    Admitir que hay clases sociales globales oligárquicas no implica admitir unidad, uniformidad o grupo monolítico indiferenciado de intereses, etc. Por ej. un G. Soros no se convierte en “pueblo” por apoyar (aparentemente) los reclamos de Argentina en el tema buitres. Es probable, por su posición respecto a los resortes fundamentales financieros, que tal personaje esté pensando en sacar una ventaja a expensas de Argentina con la táctica de confrontar a los fondos buitre.

    De igual modo, una persona cualquiera que piense, por las razones que sean, que hay que arreglar con los buitres, no es un “oligarca” por ello, sino, en todo caso, una víctima (de las tantas) de la dominación ideológica oligárquica.

    El déficit que tiene la visión que criticaba al comienzo de este comentario es que no puede concebir elementos, partes o factores como lo singular de una totalidad, solo concibe al modo de relaciones mecánicas entre ellos: cada individuo o cada país por sí tiene “sus” intereses que, cuando interaccionan con el resto, produce choques, alianzas, guerras, etc., etc. Esto solo es cierto a modo descriptivo, porque esas partes están situadas por la totalidad, y no por sí mismas. Por eso las descripciones por sí mismas llevan a pifiar en los diagnósticos y las soluciones.

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  5. El problema muy serio que tiene la dominación oligárquica a nivel global es que los pueblos no se suicidan nunca, siempre, a la larga o a la corta, reaccionan. Y esa reacción produce resultados políticos, sociales, culturales, ideológicos, etc. Y esto lo anticipé hace años en este blog y en otros, antes del surgimiento de las tendencias políticas que ahora se ven en varios países europeos.

    A las oligarquías les gustaría que los pueblos sean como las vacas en un corral, cada tanto las llevás al matadero y no pasa nada. Pero, por desgracia para ellos, y por suerte para nosotros, no es así.

    Cuando las oligarquías inducen a los pueblos a que se suiciden en aras de resolver por medio de ajustes las variables macroeconómicas para que ordenen sus papelitos (balances, títulos de deuda, etc.), tarde o temprano los pueblos van a reaccionar y van a producir condiciones para que se pueda alternativizar los métodos y objetivos de la administración oligárquica. Por lo general, las soluciones alternativas de los “populistas”, luego de profundas crisis, es desechar los papelitos para que vivan las personas al revés de lo que hacía la oligarquía que era desechar a las personas para que sobrevivan los papelitos.

    Cuando sucede eso, están los pueblos en vías de tener un Estado Nacional que es el arma con la que van a luchar contra el arma de la clase contraria que es el Imperio.

    La razón por la que nos sentimos tan familiarizados con lo que ocurre en España, Grecia e, incluso, Ucrania, es que los pueblos de esos países sucumben y/o reaccionan ante los problemas que les plantean las mismas clases sociales globales oligárquicas.

    El problema para nosotros, los pueblos, es que las oligarquías no se suicidan, no se corren para permitir que otros solucionen los desastres que ellas causaron, porque ello implicaría, necesariamente, que los pueblos empiecen a controlar más los resortes fundamentales que ellas controlan.

    Por eso necesitamos los Estados Nacionales (soberanos), porque es el instrumento que nos sirve para aumentar ese control, sin el cual no pueden mejorar las condiciones materiales y espirituales de las clases populares.

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