Luego de
leer “Después
de la luna de miel”, recordé con añoranza los textos exotéricos, para
la época, que nos daban para estudiar en mi infancia y juventud; durante la proscripción
de los 60 y 70.
Para compenetrase
con Mao y la Revolución Cultural, había que adentrarse en los textos Confucianos,
Taoístas y de la Escuela Legalista previos mal Primer Emperador.
Con la misma
intensidad del “Voto o la bala” de Malcolm X ,los pininos socialistas de 1848
hasta el Reformismo de Eduarda Bernstein; o la mas actual Marcha de Prestes.
Las
cuestiones que plantea Calvo resultan, ni más ni menos, el elemento legitimador
del Sistema Chino.
Como
inspirado analista del peronismo, espero que @ecalvo68 no lo tome a mal, ni
como una falta de respeto intelectual.
Ya que también
considerábamos a “Conducción Política” de Perón imbuida por la Escuela
legalista; y su brutal pragmatismo.
En la
Crisis del 2001, Julio Ramos decía:
“Frente al malestar
social y económico, Alfonsín y de la Rúa enviaban la Gendarmería a restablecer
el Orden Publico.
Mientras Menem enviaba polenta,
y la Gendarmería se encargaba de garantizar su reparto”.
Verbigracia,
frente a los “Desastres”, sean “naturales” o generados por las propia Administración;
el “Gobernante virtuoso” debe correr a mitigar los resultados.
Por eso no
resulta extraño que frente a la ¿desbocada? angurria de los Empresarios, hasta
en las huestes de Cambiemos se suspira por un “Napia Moreno” amartillo.
“El hombre vence al
Cielo”, o sea “resuelve”
aqui y ahora; y no dentro de 2, 4 o 10 años.
El “sesgo plutocrático”
que vieron el 49% que voto contra Macri y Cambiemos, no hace más que reforzarse
y aumentar si a los Factores Económicos les “hablan con el corazón y le
responden con el bolsillo”.
Si hasta @lucasllach
et al, cuando clamaban por la “traición” a su clase de Macri, hacer como Theodore
Roosevelt en USA, en realidad pedían a Bane.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario