Los
Socialistas tienen más de 300 imputados en Andalucía, incluyendo dos ex
Presidentes de Autonomía.
El Partido
Popular, como persona jurídica, está imputado por financiación ilegal, enriquecimiento
ilícito y evasión impositiva.
El Ministerio
de Agricultura y Medio Ambiente, incluyendo el ex ministro y actual Comisario
Europeo de Medio Ambiente de la Comunidad europea, están siendo investigados
por defraudación y delitos ambientales masivos; verter acido clorhídrico en el
Ebro para beneficiar contratistas.
Los Pujol
son sospechados de desviar, durante más de 30 años en Cataluña, montos que podrían
superar los 10.000 millones de euros.
A pesar de
todo ello, el PP ronda el 30% de intención de voto en España, el PSOE sigue
siendo la 1ª fuerza en Andalucía y un 20% nacional; mientras que la Convergencia
de los Pujol es tercera en Cataluña, cabeza a cabeza con Exquerra por el
segundo lugar.
De los “emergentes”,
solo Ciudadanos hace hincapié en la cuestan, mas el tema de la “unidad” de
España.
Mientras Unidas Podemos, que ha superado al PSOE y le “sopla
en la nuca” al PP, prefiere “centrarse” en la “movilización social” para “revertir” las políticas que pide la globalización
financiera.
No se trata
de minimizar la “corrupción”, sino de ponerla en el contexto “real y concreto”
que la convierte en “funcional” para el Empresariado español y europeo.
“Eliminarla”
tal cual pretende Ciudadanos, es ni más ni menos que “bajar costos sin afectar ganancias”.
Esta “estrategia”
de “movilización” ya tiene los primeros “resultados”, el voto por correo pasó
de 700.000 el 20D a los actuales 1.400.000.
No solo en
el territorio nacional, sino también en el exterior, a pesar de las cortapisas
interpuestas por las actuales autoridades.
Las “banderas
anticorrupción” pueden ser maravillosas en los platos de medios audiovisuales y
las redes sociales, pero es la situación “microeconómica” la que realmente “desmoviliza”
a los sufragios de populares, socialistas, y nacionalistas catalanes y vascos.
Como decía Ongania
en su maneto, “nadie va a morir por defender el incremento del PBI, si el bolsillo
del laburante percibe que eso es usufructuado por las Empresas”.
La Morsa
parafraseaba, sin haberlo leído, a Adam Smith.
Volviendo a
nuestro país….
¿Se aprendió
algo de la experiencia 1999/2001?
¿O esperan
las fetas de salame en las urnas para caerse del catre?
Claro y concreto
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