Recoge
tus cosas y largo de aquí
en nombre
de Cristo no quieras seguir.
Si nadie
me acepta, pues bien yo me iré,
estoy
esperando que llegue mi tren.
Si tu
eres mi dama jamás lo sabré.
Si yo no
te río, pues bien matame,
recógete
el pelo, ven a la estación
si no me
acompañas, puedes decirme adiós.
Pueden
venir cuantos quieran,
que serán
tratados bien.
Los que
estén en el camino,
bienvenidos
al tren!
Si vendo
mi alma, quién la comprará?
si compro
tu tiempo, nunca mía serás.
Por eso
es que vago, y ésa es la verdad,
si miento
un poquito ya me perdonarás.
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