Es un mundo de convenciones, confort y buen gusto cuya
plácida rutina se ve alterada cuando se descubre el otro mundo (hecho de
estrecheces, incomodidades, sacrificios y añoranzas, y de cierta alegría de
vivir) que está ahí nomás, unos cuantos escalones arriba, en el altillo.
Otra comunidad y otra cultura que empiezan a formar parte de
su vida y a transformarla.
"Me gusta la idea de que algo tan ajeno pueda
encontrarse tan cerca y tan ignorado -dice Le Guay-; el incidente más pequeño
puede poner en contacto esos dos mundos que se rozan sin llegar nunca a
mezclarse.
En la película Jean-Louis lo resume en esta frase:
«Esas mujeres están viviendo justo encima de nosotros y no
sabemos absolutamente nada de ellas»".
Hay una vieja pelicula española, que trata de un trabajador que vuelve a la España rural de fines de los 50s en un Mercedes Benz.
ResponderBorrarEl cual no era de el, y, un amigo se va a Alemania
muy parecida
ayj
PS: a un hijo de inmigrante no le va a contar nada nuevo, mi abuela todavia se acordaba del tiro de Tita Merello a Sandrini en el Provincial cuando ella era lavandera ahi. Lo que narra la nota no es nada nuevo