PARÍS. La política de apertura a la izquierda de Nicolas Sarkozy está desestabilizando al Partido Socialista (PSF), cuando las ideas, acciones, ofertas, invitaciones y responsabilidades ofrecidas por el presidente de la República seducen a un número llamativo de personalidades y antiguos ministros socialistas.
Causaron estupor los nombramientos de Bernard Kouchner, ex ministro socialista de Sanidad, y de Jean-Pierre Jouyet, amigo íntimo de Ségol_ne Royal y François Hollande, primer secretario del PS, como ministro de Asuntos Exteriores y ministro delegado para Asuntos Europeos.
Siguió un rosario impresionante de nombramientos espectaculares: Eric Besson, ex redactor del programa económico socialista, nuevo responsable de evaluación de las políticas públicas; Rachida Dati, hija de inmigrantes norteafricanos, ministra de Justicia; Martin Hirsch, célebre por sus acciones humanitarias, nuevo alto comisario contra la pobreza; Rama Yade, francesa negra y musulmana, secretaria de Estado en Asuntos Exteriores y Derechos del Hombre; Fadela Amara, antigua presidenta de «Ni putas ni sumisas», secretaria de Estado de Ministerio de la Vivienda; Jean-Marie Bockel, senador socialista, nuevo secretario de Estado para la Cooperación y la Francofonía.
Esos nombramientos de los dos primeros gobiernos de Nicolas Sarkozy provocaron una ola de consternación, a la izquierda. Pero la apertura no ha terminando, insisten Sarkozy y François Fillon, su primer ministro.
Por vez primera en la historia parlamentaria reciente, Sarkozy ha ofrecido la presidencia de la influyente comisión de finanzas de la Asamblea Nacional a un diputado socialista, Didier Migaud, que ha aceptado los votos masivos de sus rivales de centro y derecha.
Por vez primera, igualmente, Sarkozy proyecta una reforma de fondo del modelo constitucional de la V República. Y ha pedido a Jack Lang, ex ministro de Cultura de François Mitterrand, que participe en la comisión que hará las primeras propuestas, junto a Edouard Balladur, ex primer ministro conservador.
Por su parte, Hubert Vedrine, ex ministro socialista de Asuntos Exteriores, ha aceptado redactar para Sarkozy un informe sobre el impacto europeo de la globalización. El presidente de la República ha subrayado que ese informe está llamado a integrarse en la nueva diplomacia nacional.
Flecos tácticos
Esa apertura masiva y sin precedentes, en la historia de la V República, de un presidente conservador reformista, hacia ex ministros, diputados, senadores y personalidades de izquierda socialista y radical, se inscribe en un marco de ruptura contra las tradiciones políticas inmediatas y tiene incontables flecos tácticos.
Sarkozy afirma que para consumar su anunciada ruptura contra el arcaísmo socialista y el inmovilismo conservador, es imprescindible gobernar con todas las sensibilidades de Francia: «No se puede reformar en profundidad, gobernando con los amiguetes de un clan político».
Al mismo tiempo, detrás de cada uno de esos nombramientos hay una finta política, desestabilizante para la oposición socialista. Por ejemplo, nombrando a Bernard Kouchner ministro de Asuntos Exteriores, Sarkozy instalaba en su primer Gobierno al más popular de los socialistas franceses, figura emblemática del mes de mayo de 1968.Y nombrando a Rachida Dati, Rama Yade y Fadela Amara a los más altos cargos, Sarkozy abría su Gobierno a la inmigración capaz de integrarse, a la inmigración negra y musulmana, a la inmigración radical.
http://www.abc.es/20070705/internacional-europa/incorporacion-socialistas-proyecto-presidente_200707050257.html
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