No estamos
hablando de emprendedores con ¼ o 1/3 de unidad a 2 o 3 vehículos; sino de
Sociedades con US$ 200 millones solo en “material rodante”.
La “mufa”
que genera el Síndrome de colectivo lleno, sumado al “recorte” en el “tiempo de
descanso”, hay que salir ½ o 1 hora antes de lo habitual; ha generado un
milagro impensable en la Argentina de Cambiemos.
Convertir
el “prejuicio” anti-macrista; un gobierno de “ricos” para y por los “ricos”, en
una realidad palpable para los millones de pasajeros, que deben sufragar dentro
de pocos meses.
Ahora bien,
dos cuestiones quedan al descubierto frente a la “espiral de silencio” por
parte del Oficialismo y las Oposiciones.
La primera,
y mas evidente, la “desconexión de clase”.
Entre
quienes “tienen”, aunque sea un auto de los 90, y quienes “no tienen”; y son
los que sufren el “deterioro” del servicio.
“Si no me
pasa, no existe”.
La segunda,
mucho más tenebrosa, es que en las “concesionarias” hay “empresarios” de todos
los palos políticos; en la “oligopolización” de los últimos 20 años no ha existido
la grieta.