Jesús Orlando Capellini
Esa segunda Quincena de Diciembre fue el fin de los 20 años de Gloria Peronista, por delante todo seria penumbras.
Del 18 al 23 a la madrugada, Morón y Aeroparque se sublevaban, como anticipo de los que sucedería 90 días después.
Esas pocas horas entre la Rendición de JOC, y lo que pueden ver aquí, y también aquí; existió una mínima esperanza de torcer el destino adelantando las elecciones para que el Pueblo Argentino decidiera su destino, en lugar de dejarlo en las manos de los Iluminados.
Pero esa fatídica noche sucedió el Holocausto, ya no quedaban barajas en el sabot.
Mi tío Abuelo Antonio, con más de 10 años de Guerras en el lomo; África y España, sintetizo el amateurismo de las Conducciones de la M y el ERP.
“La Revolución no es un picnic del día del Estudiante.
Confundieron a Mao con Sandokan y al Che con Espartaco, y estos dos fueron crucificados”.
Es extraño que se “olviden” ambos eventos, el sondeo de Capellini, y los ¿cientos? de muertos de Monte Chingolo.
Quizás por que demostrarían que los “chicos” no eran “chicos” sino Militantes armados.
Pero también que el “peligro subversivo” se había convertido en insignificante, una simple tarea de limpieza en las retaguardias desordenadas y en fuga.
EL ENEMIGO era otro, un Poder Real y Concreto, y a partir del 24 de Marzo sentiría TODO el peso del Odio y el Resentimiento.
Hasta que llegara el Monte Chingolo del Partido Militar, Malvinas.
“La Guerra es demasiado seria, como para dejarla en manos de unos gordos, que solo saben desfilar y matar civiles desarmados”
No existieron Dos Demonios, como afirma la Teología del Alfonsinismo, sino uno solo.
La Soberbia de los Iluminados, que bien sirve a su Señor el PODER, y la frase que encabeza este post el Mantra que los identifica.
Felices Fiestas