Paradigmas,
de las Ciencias sociales y políticas, en bancarrota ideológica.
Que generan
en los Analistas de los Media, o más bien en las “cajas” de esos mismos Media y
SUS empresas satélites de Demoscopia y Márquetin; profundos problemas de “flujo”
de pautas y contratos.
El “conflicto”
entre “modernidad” y “postmodernidad”, o más bien entre “topografía” y “topología”,
hay que leerlo en “esa clave”.
Aunque,
nobleza obliga, la “critica” a los “postmodernos” es absolutamente “razonable”.
En la “intemperie”,
sin los “cañones” que la respalden, la postmodernidad corre el riesgo cierto de
los Balcanes en los 90 o la Media luna árabe en el último quinquenio.
Cuando “muerden
las balas”, analógico a lo bestia; lo “digital” es irrelevante, o directamente
colapsa.
Desde el derrumbe
del AlfonCinismo, hace ya casi 3 décadas; los Ciencistas sociales y políticos han
suministrado “verdura justificadora” para “torturarnos” con la “cuestión” del
Clientelismo y sus cajas.
Mau, Mariu,
y el resto de la claque gobernante; descubren con asombro que “disponer” de las
Grandes “cajas” de la Republica no implica el “automatismo” del sufragio de los
“desamparados”.
Para colmo,
y de allí la “metáfora” sobre el “vacio político”; los “mecanismos” de “representación”
de las Clases populares, con sus “tiempos” ajenos a las “deseos y necesidades”
de las elites, generan “incertidumbres” sobre quienes “sobrevivirán” a la carnicería
“interna”.
Verbigracia,
el “santiagueño desconocido” de Prat Gay.
Cuando en el
“Exterior" a Mau lo “felicitan calurosamente”, pero “desensillan” hasta
2018 o 2019 las “inversiones prometidas”, es que “descuentan” que las “contraofensivas”
serán directamente proporcionales al volumen de “macanas” generadas por el
Oficialismo Republicano.
Desde la implosión
del Pacto de Varsovia, y la Crisis de la Socialdemocracia, los Estados fallidos
y las Sociedades civiles desarticuladas y con millones de migrantes; han sido
la “norma” en la Globalización.
Con una “aisladísima”
excepción, Argentina.
Que supero,
a los ponchazos, 1989 y 2001.
Con
hambrunas hiperinflacionarias, proletarizaciones vertiginosas, estallidos
sociales, vaciamientos del sistema financiero, implosiones del sistema político
y/o del Estado; etc.
Así y todo;
no es ni México, ni Brasil, ni Colombia, ni Venezuela; y mucho menos los
Balcanes u Oriente Medio y África.
De allí que
el tic-tac tic-tac que se escucha pone tan “nerviosos” a los “esbirros” del Capitán
Garfio.