Durante el último ¼ de siglo Chile fue el Modelo a imitar; según
la Hegemonía
realmente existente en la
Argentina.
Las Izquierdas y Progresismos argentos, suspiraban por las
Derechas y Conservadurismos transandinos, cultos y refinados; como todos
aquellos que vienen de los “bien nacidos”.
Mientras que ¿nuestras? Derechas y Conservadurismos; no se
cansaban de señalar lo bien educados, y por lo tanto perfectamente “ubicados”,
que eran los miembros de la Concertación Chilena; tan "bien
pensantes" ellos.
¡¡¡Belleza!!!, como diría el Bambino Veira, mientras su mano
se desliza por nuestra espalda.
Desde hace un par de años, el pueblo chileno vive
preguntando a su Clase gobernante, que según el relato querían alcanzar el
mismo estatus de USA, Suecia, Suiza o Nueva Zelandia; según la tribu política a
la que pertenecían.
Pregunta, decía, ¿por qué en el País mas retobado e
indecente de Sudamérica, se vive mejor que en el País Modelo para el
Continente?
Dos generaciones sacrificios, para estar peor que aquellos
que descendieron al infierno no una, sino dos veces; 1989 y 2001, en ese mismo
lapso.
Al actual “Argentina adóptanos”, de Aysén, hacer clic en la
imagen, para la nota de El Mercurio,
hacer
clic aquí.
"Magallanes en paro.
Firmes. Dignos. ¡Chilenos! No nos ganarán, y si no, ¡Cheeeeé! ¡Nos vamos al
otro lado del alambre! ¡Viva Chile!", escribió el parlamentario en su
cuenta (@MiodragDiputado), dando a entender que, de no lograr revertir la
medida, Magallanes podría volverse territorio argentino.
“El “pueblo” de los populistas no es esencialista, sino que responde a
un objetivo político.
Este fue uno de los errores fundamentales de quienes quisieron comparar
a los populismos latinoamericanos con los fascismos europeos.
Haciendo una mala analogía contrafáctica, podríamos decir que bien
lejos de las manifestaciones nacionalistas uniformes de los nazifascismos de
los ‘30 y ‘40, el peronismo y otros populismos latinoamericanos de los ‘40
fueron una gran unión de los excluidos por aquellas manifestaciones.
Y desde entonces, siempre fue incorporacionista.
En todas sus variantes, el peronismo fue favorable a una inmigración
abierta.
Aún hoy, en un mundo en el que los países tienden a cerrar sus
fronteras a la inmigración.
Es, también, un partido que se identifica con los avances civiles y
sociales logrados por otras comunidades excluidas, como las mujeres, los
inmigrantes de países limítrofes, los homosexuales y, lentamente, los pueblos
originarios.
Finalmentre, otra política histórica del peronismo que se contrapone
por definición al nacionalismo, es su integracionismo.
Durante el primer peronismo, aún cuando no se lograron avances
concretos en la materia en comparación con el Mercosur –firmado en 1991 por un
presidente peronista, en este caso globalista, como fue Carlos Menem–, se
desarrolló una doctrina de orientación a la integración regional que perdurará
hasta nuestros días.
En suma: el peronismo en nada se parece a un nacionalismo europeo.
Estos últimos movimientos se caracterizan por una visión restringida de
la población, su oposición a la inmigración y la integración regional, y una
desconfianza hacia los países vecinos.
Contrariamente, el peronismo siempre fue partidario de la inmigración y
la integración regional, y su visión acerca de la población es dinámica y
populista- incorporacionista.
El nacionalismo territorial ofensivo argentino siempre actuó bajo el
gobierno de grupos políticos herederos de la tradición nacionalista argentina,
y ello incluye a la Guerra
de Malvinas, engendrada por la última dictadura militar y antiperonista.
El peronismo es populista, con todo lo que ello implica.
Tal vez Kant debería renacer para escribir “La Paz Populista”.
Es esa “Paz” que reclamaban en Tarija, con la “incorporación”,
durante el conflicto de la Media Luna
vs. Evo Morales; recordando que ellos, los tarijeños, firmaron la Independencia en Tucumán;
mientras que Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y la Banda Oriental no lo quisieron
hacer, por estar enfrentados Artigas y Buenos Aires.
Que conste que no es un cargo contra el Compatriota
Oriental, un decidido defensor de la Independencia y la Voluntad de los Pueblos.
Como al peronismo no se le reconoce “identidad” ideológica, siempre
primo la Praxis;
se lo termino asociando a la “religiosidad popular”.
Una “vulgar” pretensión de Redención Social de las Masas,
con estructuras llenas de “predicadores”, agresivamente militantes en su “celo
misionero” por incorporar a la “ekklēsía”:
“Donde no hay Griego ni Judío,
circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni Scytha, siervo ni libre; mas Cristo
es el todo, y en todos”.
Col 3, 11 (TR1894 y RVA)
Como las llamadas Religiones Universales por Toynbee, producto de la rebelión del Proletariado Interno frente al despotismo de las Minorías
Dominantes.
Mas cercana, por su estructura descentralizada, a la Meca que al Vaticano; sin “clero”
establecido, que lo diferencia del Budismo y el Hinduismo, en sus devociones
populares.
Una Maquina de Guerra Nomádica en permanente lucha, e
intercambio de “fluidos” con la Maquina Administrativa
del Despotismo; como expresaba Deleuze.
“Hay grupos enteros que se escapan, que se
nomadizan: no como si retornasen a un estadio anterior, sino como si
emprendiesen una aventura que afecta a los grupos sedentarios, la llamada del
exterior, el movimiento.
El
nómada, con su máquina de guerra, se opone al déspota con su máquina
administrativa; la unidad nomádica extrínseca se opone a la unidad despótica
intrínseca.
Y, a
pesar de todo, son fenómenos tan correlativos y compenetrados que el problema
del déspota será cómo integrar, cómo interiorizar la máquina de guerra nómada,
y el del nómada cómo inventar una administración del imperio conquistado.
En el
mismo punto en el que se confunden, no dejan de oponerse.
El
discurso filosófico nació de la unidad imperial, a través de muchos avatares,
los mismos que conducen desde las formaciones imperiales hasta la ciudad griega.
E incluso
en la ciudad griega el discurso filosófico mantiene una relación esencial con
el déspota o con su sombra, con el imperialismo, con la administración de las
cosas y de las personas (se encuentran todo tipo de pruebas de ello en el libro
de Léo Strauss y Kojève sobre la tiranía) (e).
El
discurso filosófico siempre ha permanecido en una relación esencial con la ley,
la institución y el contrato que constituyen el problema del Soberano, y que
atraviesan la historia sedentaria que va de las formaciones despóticas hasta
las democráticas.
El
«significante» es en verdad el último avatar filosófico del déspota”.
El francés, ¿repite al judío fariseo, ciudadano romano y culturalmente
griego, Saulo de Tarso en Col 3, 11?
“La anarquía y la unidad son una sola y misma cosa, no la unidad de
lo Uno, sino una más extraña unidad que sólo se reclama de lo
múltiple”.
El Senex del peronismo, en su afán de “Legitimar” a lo/as “Ilegitimo/as”;
¿traduce a “criollo”, bien "mestizo y mulato”, la predicación del Profeta Mahoma
en pleno desierto hace casi 1500 años?
"Los Musulmanes, las Musulmanas, los
creyentes, las creyentes, los que oran, las que oran, los verídicos, las
verídicas, los constantes, las constantes, los humildes, las humildes, los
limosneros, las limosneras, los que ayunan, las que ayunan, los recatados, las
recatadas, los que recuerdan, las que recuerdan constantemente a Dios, a todos
estos Dios les ha preparado un perdón y una enorme recompensa."
Ya se, que algunos de los lectores, se quejaran de este afán
apologético, mas digno de un sermón que de un Análisis Intelectual; pero no hay
que olvidar que solo soy un simple predicador en el Bazar, que nunca será
reconocido por los ámbitos recoletos de la Catedral.
Lo mío es lo Horizontal de las muchedumbres, más que lo Vertical
de lo “certificado” como Erudito, de y para esos mismos Eruditos.
Los Simples, los Vulgares, me toman como lo que soy; un
faquir hace malabares con los “sacrosantos” significantes; y se regocijan con
el estupor de los que miran desde la torre de la Catedral.
Un simple, “Che, boludo, decilo en sencillo”;
es suficiente para llamarme a la realidad del Bazar, al que pertenezco.
Por eso, en sencillo; mientras “nuestras” Intelligentsias de
Izquierdas y Derechas, cogotean desesperadamente para pensar y explicar lo que
esta sucediendo en el aquí y ahora de la globalización.
Las masas de compatriotas de la Patria Grande, más allá de las
fronteras de la Argentina,
siguen el Axioma Zen.
“No lo pienses, actúa.
No lo digas, hazlo”.
Y su acción es que quieren ser como lo peor de los “Ches”,
peronistas; para horror de bien nacidos y bienpensantes.