“There’s class
warfare, all right, but it’s my class, the rich class, that’s making war, and
we’re winning.”
Warren Buffett
Artemio
realiza una descripción del “Precariat”, aunque pretenda incluir
“Emergent
service sector”, cuestión a discutir.
Mientras
los movilizados “New affluent workers” le responden con “No se puede vivir del amor”,
en nombre de la “Traditional working class”.
Aunque,
objetivamente, comparten intereses “fiscales” con la “Technical middle class”
y la “Established
middle class”.
La tripartición
social victoriana; Alta, Media y Clase Trabajadora; según la British
Sociological Association, ya no corresponde con la realidad del siglo XXI.
Publicaron
en su revista Sociology las conclusiones de la Great British Class Survey,
donde a lo económico le sumaron Bourdieu y Nan Lin.
Los
trabajos académicos y empíricos de este último, sobre las redes sociales, se
pueden ejemplificar con lo que sucede en hoy en día en el Ayuntamiento de
Madrid, con la Red 6000.
Punta del iceberg de
las “Elites” españolas, que mientras cantan loas a la “Meritocracia”
shumpeteriana, ejercen el más crudo nepotismo renacentista.
Ahora bien, siguiendo
a Buffett y Thomas Piketty, la “precarización”
de los Derechos Laborales es la otra pata del “Fisco market friendly”.
La “paradoja”
de la “productividad laboral”; “crecimiento” del empleo, cantidad de
personas, con la “disminución” de las “horas trabajadas”, y por lo tanto “menos”
aportes a la Seguridad Social y al Fisco.
En lenguaje de barrio,
se cambian trabajos de 200 horas mensuales por contratos de 1, 10 o 20 horas
semanales.
Contratos tradicionales
por tiempo indeterminado, por contratos parciales mensuales o trimestrales como
mucho.
Casi un tercio de los
españoles tiene por año de 2 a 5 contratos en la misma tarea y lugar laboral;
gracias a la tercerización de contratas.
Que no son más que “sellos”
que fungen como empresas proveedoras de mano de obra.
Si en la versión social
victoriana el “Trabajo dignifica”, en la nueva estratificación social generada
por la globalización, ese mismo Trabajo “precario” no garantiza “salir”
de la “Pobreza”.
Al igual que el “esfuerzo
personal” de “estudiar”, tampoco lo hace; pesan
mucho más las “Redes Sociales personales”, o sea el “Enchufe”.
“Rodríguez supernumerario” de Ivo Pelay, pre 17 de Octubre de 1945.