miércoles, 25 de abril de 2012

Para cuando las disculpas, filosóficas, por caracterizar, infamemente, a los Down de peronistas.






"El domingo 22 de abril, en la contratapa del diario Página/12, el filósofo José Pablo Feinmann utilizó la frase "peronismo mogólico" como descalificativo para un sector del peronismo.
Nos preocupa que un profesional que en reiteradas ocasiones mostró su apoyo a políticas de inclusión social utilice en esta oportunidad una palabra que más que un insulto, expresa discriminación. La palabra mogólico guarda en sus orígenes la referencia a las personas con síndrome de Down. Su utilización como insulto es un acto contra la dignidad de estas personas.
Pedimos a José Pablo Feinmann, a todas las personas que se expresan en medios de comunicación masiva y a la comunidad en general que sean cuidadosos a la hora de elegir la forma de expresarse. A partir de las palabras que usamos creamos una manera de relacionarnos entre individuos, de ver y de entender al otro".

Ladrón, Puto, Judío, Negro, Analfabeto, Roñoso, Impresentable, Ilegitimo, Pobre; resumidos en “Peronista”, como anatema descalificador SOCIALMENTE.

En fin, hasta JPF mostró la hilacha de la bombacha; el rencor de la pequeña, muy pequeña, burguesía cultural argentina.
¿Qué culpa tienen los Corquis de SU fracaso Intelectual y Político?
En fin, si los Down quieren su propia rama, saben perfectamente que tienen lugar en la “Casa peronista; donde el lugar es chico, pero el corazón es grande.

La imagen de JPF, hacer clic aquí.

¿Neo-Peronismo o Sub-Peronismo?; M. A. Bastenier, “Periodista eterno”, no leyó a Fernando Henrique Cardoso; Sociólogo, Teórico de la Dependencia y Presidente de Brasil; 3.

De “hecho maldito del País Burgués”, el peronismo se esta convirtiendo en la “amenaza populista” contra la Civilización Occidental y Cristiana; esa que reza de rodillas al Dios Mercados, temerosa de las excomuniones de su Sacerdocio, los Inversores.

Muchos se sorprenden, aunque no deberían, de las reacciones de los Republicanos del Tea Party y Fox News; ver la “estatización” de General Motors.

Como cayo el Muro de Berlín, el peronismo remplaza como “cuco” a la extinta IIIº Internacional; o a las expresiones revanchistas de las pequeñas burguesías aterrorizadas, los fascismos.

Ladrón, Puto, Judío, Negro, Analfabeto, Roñoso, Impresentable, Ilegitimo, Pobre; resumidos en “Peronista”, como anatema descalificador SOCIALMENTE.

Porque de eso se trata, una visceral reacción de clase, frente a la potencial amenaza sobre lo que consideran SUS CAJAS; los Presupuestos del Estado y/o aquellas fuentes de efectivo reguladas por este ultimo.

A los brulotes del PP, El Mundo, ABC y la Gaceta; se suman los del PSOE, El País, La Vanguardia, etc.; porque lo que se ha tocado no es la “españolidad”, sino las ULTIMAS fuentes de “financiación” de la Clases Dirigentes de la península.

Mas que meterles la mano en el “bolsillo”, víscera mas sensible, le sacamos el “pan de la boca”; y por eso no extraña que reaccionen como “perros rabiosos”.

Los gruñidos y ladridos, por tocar SU plato, se reducen a eso, porque no pueden “morder”; no solo están encadenados, también se quedaron sin colmillos.

Ahora bien, el amontonamiento de lugares comunes de la nota de Miguel Ángel Bastenier; publicada en El País, hacer clic aquí; y citada por La Nación, hacer clic aquí.

Había sido comentada por Carlos Pagni en Abril del 2011; hacer clic aquí.

Las políticas populistas suelen envolverse en argumentos que, a primera vista, tienen la sensatez del sentido común.

Por ejemplo: los funcionarios justificaron ayer el avance del Estado en los directorios de empresas donde tiene participación la Anses diciendo que se pretende defender el patrimonio de los trabajadores, que fue invertido en esas compañías.

Salvo que se sea un explotador despiadado, la consigna suena, en principio, inobjetable.

Es una pena que, a medida que se la examina, lo que parecía una verdad evidente comience a mostrar un signo inverso.

Es decir: cabe temer que los intereses que se dice resguardar sean los que correrán mayor peligro.

Una incógnita preliminar es si los fondos previsionales están mejor o peor asegurados en empresas cuyo gobierno está sometido a la arbitrariedad del Poder Ejecutivo.

Cristina Kirchner volvió a modificar una ley a través de un decreto, sin que quede clara la necesidad ni la urgencia para hacerlo.

(Salvo que la asamblea anual de Siderar, del grupo Techint, está citada para mañana, y el kirchnerismo pretende imponer allí al militante de La Cámpora Axel Kicillof.)

Ese DNU es más controvertido porque elimina una cláusula sin la cual la estatización de las AFJP tal vez no habría sido aprobada: la que establece que, cualquiera que fuera su posición accionaria, el Estado no tendría derecho a una representación superior al 5% en la conducción de las empresas.

La "defensa de los intereses de los trabajadores" -o, si se prefiere, la premura por designar a Kicillof- es invocada, entonces, como un pretexto para violar la ley.

Es obvio que ni siquiera un fin tan noble como la preservación del patrimonio de los contribuyentes a la Anses debería ser superior a las normas.

Pero no es tan seguro que, en adelante, los intereses de los trabajadores estarán mejor custodiados.

El kirchnerismo se ha cansado de demostrar que ese objetivo no lo desvela.

Por ejemplo: la Anses, que podría comprar bonos argentinos en el mercado a una tasa del 10%, le presta dinero al Tesoro al 6 o 7 por ciento.

La misma negligencia se ilustra con anécdotas menos relevantes.

¿Es verdad que, en una década, ese organismo llevó su planta de personal de 8000 a 16.000 agentes?

¿Qué relación guarda esa expansión con el clientelismo oficial?

¿Existe allí una política de viáticos e "inversiones" ligada al proselitismo?

¿Qué rol juega La Cámpora en esas prácticas?

Para aceptar que la expansión oficial sobre las empresas redundará en beneficio de los trabajadores y de los jubilados, habría que demostrar que los representantes del Estado defenderán esos intereses aun cuando se enfrenten a las preferencias del Gobierno.

Por ejemplo: los delegados de la Casa Rosada en una distribuidora eléctrica o gasífera, ¿pedirán aumentos de tarifas para que mejore la ecuación de la empresa y, en consecuencia, la de sus accionistas?

En esa encrucijada, ¿velarán por los activos de "los abuelos" o cumplirán las instrucciones de Olivos?

Esta pregunta se la están formulando quienes invirtieron en acciones de esas compañías, apostando a que serían conducidas con la pretensión de volverlas más rentables y no de someterlas a las urgencias de la política.

Para ayudarlos con la respuesta, ahí está Guillermo Moreno, con sus guantes de boxeo, enriqueciendo las deliberaciones de Papel Prensa.

No son interrogantes teóricos o preventivos.

El Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses ha destinado miles de millones de pesos a proyectos de generación energética a gas –en un país que tiene cada vez menos gas– o a usinas nucleares obsoletas.

A pesar de que en el sitio web de ese organismo (www.anses.gob.ar/FGS/inversion_proyectos.php)  se prometen dictámenes de universidades nacionales sobre la razonabilidad de esas inversiones, jamás fueron publicados.

Es válido preguntarse si realmente se hicieron.

La primera trampa conceptual es, entonces, que la expansión del poder del Estado en los directorios afecta sólo el interés de las grandes empresas.

Como si, en este caso, ese interés fuera contradictorio con el de sus accionistas, entre ellos, los contribuyentes a la seguridad social.

Por supuesto, la mayor influencia de los representantes de la Anses puede determinar también el deterioro de las compañías.

La Unión Industrial Argentina y la Asociación Empresaria Argentina alertaron ayer sobre ese peligro.

Nada que objetar, salvo la falta de visión de largo plazo que caracterizó a muchos hombres de negocios cuando se estatizó el sistema previsional: en esa decisión está la raíz de esta expansión sobre la esfera privada.

Una curiosidad que presentaba ayer el paisaje empresarial es que hay algún dueño de compañía que, sin llegar a festejarlo, acepta el decretazo.

"Teniendo al Gobierno dentro de la empresa, podremos protegernos mejor de su arbitrariedad", dijo uno.


La voracidad produce, a veces, la ceguera.

El Gobierno analiza la posibilidad de modificar la ley de sociedades para ampliar las atribuciones de los directores que representan al Estado en las empresas, con el argumento de que son los depositarios del "interés general".

En ese concepto está mejor expresado que nunca que el espíritu de esta reforma es, más que defender los intereses de los jubilados, plegar a las grandes empresas a las directrices políticas del oficialismo.

Sería un error, sin embargo, ignorar que detrás del nuevo avance de Cristina Kirchner sobre el Congreso se esconde una lucha de poder.

La CGT de Hugo Moyano salió a escena para recordarlo.

Exigió ayer que los directores de la Anses en las empresas salgan de sus filas.

Es lo que venía sucediendo como resultado de las gestiones de algunos sindicatos, hasta que la Presidenta prefirió el semillero de La Cámpora.

La retracción de Julio De Vido dentro del Gabinete no es ajena a este giro.

El conflicto de los gremialistas con la "juventud maravillosa" que rodea a la señora de Kirchner no es nuevo.

Salió a luz por primera vez cuando se supo que en la detención de Gerónimo Venegas tuvo que ver un almuerzo de otro neocamporista, el secretario de Justicia Julián Alvarez, con el juez Norberto Oyarbide.

Ahora el camionero suma otro reclamo a su amenazante manifestación del próximo 29 en la avenida 9 de Julio.

La dirigencia partidaria, mientras tanto, permaneció ayer casi ajena a esta discusión.

La indiferencia, acaso, esté originada en que buena parte de ella comparte el supuesto de la iniciativa oficial: entre las empresas y el bienestar general existe una contradicción intrínseca.

Ese axioma cubre hoy casi toda la cultura política argentina.

Imposible asistir a esta disputa y no recordar a Fernando Henrique Cardoso, que hace poco más de un año, en referencia a su país, dijo:

"Estado, sindicatos y movimientos sociales se funden en los altos hornos de los fondos de pensión para engendrar, gracias a la desmoralización de los partidos, un populismo autoritario".

Cardoso acuñó un neologismo para designar ese fenómeno brasileño.

Lo llamó "subperonismo"
Voracidad y poder para violar la ley

Desde ESTE MARGEN de la discusión Política (2.0), no nos engañemos, los blog en la Argentina son MARGINALES; ya habíamos planteado, y discutido, la cuestión mucho antes.

MARTES 19 DE JULIO DE 2011

DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2011


MIÉRCOLES 29 DE SEPTIEMBRE DE 2010


MIÉRCOLES 31 DE MARZO DE 2010

DOMINGO 13 DE DICIEMBRE DE 2009

JUEVES 10 DE DICIEMBRE DE 2009


SÁBADO 21 DE NOVIEMBRE DE 2009

Para la nota ORIGINAL de FHC, Para onde vamos?, y su impacto en la Política del Brasil; en el buscador de Google, hacer clic aquí.

Todos, pero TODOS, los Medios brasileños; copy paste, mas análisis del texto, en SUS BLOGS PROPIOS.

Ya es de Sentido Común afirmar que la “Burguesía Paulista” es muchismo más “lucida” que LAS Burguesías argentas; sean Industriales, Administrativas o Culturales.

No se engolosinan, ni mezclan, con giladas pequeñoburgueses que suele publicar Clarín, hacer clic aquí, tales como:

Al superar la marca del millón de seguidores (a las 12:21 eran 1.000.740), la Presidenta pasó a integrar la lista de los nueve argentinos más "seguidos" en la red social detrás de Gustavo Cerati (@cerati), Emanuel Ginóbili, Sergio Kun Agüero (@aguerosergiokun), Luisana Lopilato (@lulopilato), Zaira Nara (@zairana), Jorge Rial (@rialjorge), Paula Chaves (@paulitachaves), y Ricardo Montaner (@montanertwiter), nacido en Avellaneda, pero venezolano por adopción.

Este Menemismo 2.0 de Celebridades, y Mediáticos, no es fácil de “articular” políticamente; en peronista “organizar” para lanzarse a la “Conquista” del Poder”. ;-P

Sin PRODUCCION de CONTENIDOS, se cae en la idiotez de creer, como se cree; que Luisana Lopilato, Zaira Nara y Paula Chávez; con todo mi respeto y morbo de viejo verde para con ellas; superan a CKF en un 60%, 41% y 16%.

Simple y sencillamente se omite la “información oculta” en la “Redes Sociales” por el Obstáculo Epistemológico denominado peronismo.


La clave, que no se termina de comprender, y que va mas alla de las Personalidades y Personalismos; se reduce a “…Estado (Territoriales), sindicatos y movimientos sociales…”; la disputa por la Cajas del Estado, que el Establishment y las Burguesias subordinadas consideran como de su propiedad.



PD para Javier.

“Pero que pasa con la primera generacion de jovenes que terminan yendo a la universidad en los populosos partidos del GBA ? Se va a derivar en una clase culta ? Ademas otro eje que no comentas es que pasa con la columna vertebral y que pasa con los trabajadores y el lider peronista y porque los movimientos de Moyano ? 

Aclaremos un punto, ni el PSOE, ni El País, ni M. A. Bastenier son “vírgenes”.

Debutaron con Ovejas; hacer clic aquí, para ver las declaraciones de Rubalcaba.

No les sale “gratis” pegarle a la “Burocracia Sindical” argenta; porque en la actual situación de “sequía financiera” y “bancarrota organizativa”; UGT-CCOO son la “ultima trinchera”.

Y por “razones” de Solidaridad Corporativa, e “Internacionalista”, del Movimiento Sindical Mundial; los paniaguados y cagatintas de la IIº Internacional tienen que pensarlo dos veces antes de “caracterizar” al Sindicalismo Peronista.

Es un tema que ya se trato en este blog hace mucho tiempo, solo hay que buscarlo.

Continuara…, si hay ganas y tiempo.

¿Neo-Peronismo o Sub-Peronismo?; M. A. Bastenier, “Periodista eterno”, no leyó a Fernando Henrique Cardoso; Sociólogo, Teórico de la Dependencia y Presidente de Brasil; 2


Uno de los grandes déficits de quienes se “proponen” como “Vanguardias Intelectuales” en la Argentina, para llenar de Significados el “Significante Vacío”; es que leen los “originales” mediante la “traducción” de los Voceros del Estado Mayor Intelectual de la Hegemonía.

Veamos, como ejemplo paradigmático; la respuesta del mismismo Laclau a Clarín sobre  el fallecimiento de Néstor Kirchner; hacer clic aquí.

“Es sabida la influencia que ejercieron sus postulados sobre el populismo en el matrimonio Kirchner.

Ellos nunca dijeron nada de eso; eso son invenciones de Joaquín Morales Solá, Mariano Grondona y Beatriz Sarlo.

Por cierto, yo tuve varias conversaciones con Cristina Fernández de tipo muy general, hablamos de la situación argentina, problemas del país y de América latina.

Pero ellos nunca trataron de obtener de mí un esquema conceptual que sirviera a su política”.

Ahora bien; uno, cualquiera, recurre a la “traducción/traición” cuando los “originales” no son accesibles; pero estos hasta se publican en el Duopolio.

No es un problema de “accesibilidad”, sino de “pereza intelectual” generada por el “Coloniaje Intelectual”, que tan bien describieron en Forja hace 80 años.

Veamos, primero, la nota publicada en el “músculo financiero” de Duopolio; hacer clic aquí.

Se juzga que la izquierda habría hecho un retorno triunfal a la escena de América latina.

Esta versión esquemática de los hechos venía siendo aceptada, pero ahora surgen interpretaciones más refinadas del panorama político.

Jorge Castañeda, que fue canciller de México, discierne matices.

En un artículo publicado en la revista Foreign Affairs, distingue dos izquierdas: una "tiene raíces radicales, pero hoy en día es moderna y abierta; en tanto que la otra es cerrada y populista".

Para Castañeda, la primera izquierda, representada por dirigentes como la chilena Michelle Bachelet y el presidente Lula, sería "buena" y por ello debería ser fortalecida por la comunidad internacional.

La segunda vertiente tendría ya poco o nada del ideario de la izquierda.

Significaría el regreso del viejo populismo autoritario, representado por figuras como Hugo Chávez, Evo Morales y Néstor Kirchner.

Aunque vea méritos en el análisis de Castañeda, considero que el panorama de la región es más matizado y complejo.

En una entrevista reciente, Kenneth Maxwell, especialista británico en Brasil, ofrece otra perspectiva.

Para él, "la izquierda no es una categoría que pueda ser muy útil" para interpretar la realidad actual.

Lo que estaría ocurriendo en América latina sería una crisis de gobernabilidad, sin producir un movimiento uniforme en dirección de la izquierda.

En cada país hay un "mosaico de respuestas específicas a las estructuras políticas decadentes y a los niveles cada vez más altos de desigualdad social y de exclusión".

Concuerdo con la visión de Maxwell.

Pero pienso que sigue siendo útil para el análisis la distinción entre izquierda y derecha.

A pesar de que la izquierda actual no insista en el control colectivo de los medios de producción y reconozca el dinamismo de las fuerzas del mercado, el ideal de una sociedad más igualitaria y de la ampliación de los canales de participación de la sociedad civil se mantiene como un criterio para la alineación política.

Para mí, el gobierno de Michelle Bachelet representa lo que hoy debe llamarse de izquierda.

Dirige un país que muestra buenos índices de crecimiento económico, respeto absoluto al estado de derecho, aumento de participación popular e implementación de políticas de reducción de la pobreza.

En cambio, los presidentes Hugo Chávez de Venezuela y Tabaré Vázquez de Uruguay representan, si bien de forma muy distinta, un fenómeno exactamente opuesto al de Chile: la quiebra del sistema político tradicional en un caso y, en el otro, el cansancio del electorado con los partidos tradicionales, si bien sin la ruptura del sistema político.

Tabaré Vázquez es el primer presidente elegido en Uruguay que no pertenece ni al Partido Blanco ni al Colorado, que gobernaron durante más de cien años.

Su gobierno ha ofrecido políticas públicas prudentes y sensatas, así como anunció su sorprendente intención de acercarse económicamente a Estados Unidos.

Chávez, por el contrario, ha hecho de la retórica antiamericanista su principal bandera aglutinadora de las masas.

¿Qué hay de izquierda en Chávez, con su discurso antiamericano que contrasta en la práctica con la postura realista de vender petróleo venezolano al país del Norte?

El presidente Evo Morales de Bolivia es un caso distinto.

La crisis de gobernabilidad es crónica en Bolivia.

Lo inédito de la situación es que Morales puede atribuirse lazos auténticos con los movimientos étnicos.

Por primera vez, el electorado eligió a un presidente indígena.

Es de importancia secundaria que sea de izquierda, eventualmente de derecha o si es populista.

Es innegable que la forma que eligió para nacionalizar los activos de las empresas extranjeras que exploran gas y petróleo en Bolivia, con fanfarrias y ocupación militar, da señales de un populismo anticuado.

Si se queda en eso, no hará lo que la historia espera de él: que negocie con energía y sin insensatez los recursos naturales de Bolivia para mejorar la vida del pueblo.

El presidente Néstor Kirchner es peronista.

De nuevo cabe la pregunta: ¿qué hay de izquierda en el peronismo que queda después de la muerte de su fundador, Juan Domingo Perón, que encarnó como nadie al populismo latinoamericano?

No logro percibir en esos casos una transformación de la izquierda en América latina.

Si fuera Chile el ejemplo, o incluso el Uruguay de Tabaré Vázquez, cabría el calificativo.

Lo que veo hoy en algunos países es un antiamericanismo con un retorno gradual al populismo y, en otros, mucha vacilación en cuanto a los caminos a seguir.

El populismo es una forma insidiosa del ejercicio del poder que se define por prescindir de la mediación de las instituciones, del Congreso y de los partidos, y por basarse en la relación directa del gobernante con las masas, cimentada en el intercambio de dádivas.

La amenaza del regreso del populismo a América latina, y más específicamente a América del Sur, no traerá alternativas fáciles.

En los 90 habíamos concebido la integración económica y política de América del Sur con base en la democracia política y la economía de mercado.

Los cimientos de todo este edificio podrían socavarse si regresara a la región el populismo, disfrazado de izquierdismo, trayendo consigo el juego de las rivalidades antiguas y muchas veces personales, en lugar de la cooperación institucional entre las naciones.

El populismo amenaza con regresar a América latina
Los cimientos de la integración lograda en los 90 podrían socavarse si volviera el populismo, disfrazado de izquierdismo, trayendo consigo el juego de rivalidades antiguas y personales, en lugar de la cooperación entre naciones.

En segundo lugar, leamos lo publicado en el “cerebro”, el Estado Mayor Intelectual del Establishment; hacer clic aquí.

“El programa político en juego es más o menos el mismo.

Lo que los brasileños están eligiendo es un estilo de conducción.

Y la lucha es por el poder.”

Con la precisión del profesor universitario que nunca dejó de ser, el ex presidente Fernando Henrique Cardoso (gobernó Brasil entre 1994 y 2002) dio así, en una entrevista con LA NACION, su visión sobre lo que está en juego en la segunda vuelta de las elecciones que dentro de tres semanas disputarán su correligionario Geraldo Alckmin y el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, al que definió como “un caudillo con rasgos más peronistas que chavistas”.

Cardoso también se mostró sorprendido por la actitud que tomó el presidente argentino antes de la primera vuelta, realizada el domingo pasado.

“¿Qué va a hacer Kirchner si Geraldo gana las elecciones?

Fue una imprudencia de su parte declararle el apoyo a Lula.

¡Eso no se hace!”, señaló el ex mandatario.

Sostuvo, con no poca ironía, que como él es integracionista, le transmite una propuesta al actual ocupante de la Casa Rosada: que Brasil y la Argentina se unan en un solo país.

“¡Pero va a ser un voto por cabeza!", dice, y se ríe de la picardía de comparar implícitamente el número de habitantes de cada país, en el que Brasil supera abrumadoramente a su vecino del Sur.

En una entrevista en su oficina en pleno centro, y frente al histórico valle de Anhangabaú, el dirigente socialdemócrata analizó la batalla en la que él mismo vuelve a ser protagonista.

Por un lado, mantiene un diálogo constante con Alckmin.

Por otro, es usado incesantemente por Lula cuando dice que la victoria de Alckmin será un regreso a los "años de Cardoso".

Sus dos mandatos están bajo nuevo juicio.

Durante la entrevista con LA NACION, Cardoso dijo que no extraña nada del poder.

"Ni poder usar helicóptero en día de embotellamiento", bromea.

"Si Lula quiere comparar mi gobierno con el de él, va a perder", dijo, y disparó una frase que puede dejar al Partido de los Trabajadores (PT) en pie de guerra:

"(Para la gente) Lula da la impresión de que su victoria sería un riesgo" y que un segundo mandato del presidente "será muy difícil".

-¿QUÉ CREE QUE LLEVÓ A LULA AL BALLOTTAGE?

-Lo obvio: todo el mundo pensaba que los escándalos no lo afectaban, que nada se le pegaba.

Hasta que llegó un momento en que eso dejó de ocurrir.

Primero su gente cometió muchos errores, construyendo ese dossier contra nuestro candidato en San Pablo, José Serra.

Después no fue al debate, en una actitud un poco arrogante.

Y también hay que admitir que en los últimos días los medios de comunicación fueron bastante duros con Lula.

-¿LULA CONTROLA A LA FUERZA OFICIALISTA, EL PT?

-El no controla el día a día, porque no tiene paciencia.

Así como no controla el día a día del gobierno, porque no tiene paciencia con los detalles.

Dentro del PT él tiene fuerza y liderazgo interno, pero no se ocupa del día a día.

La verdad es que uno se espanta con la cantidad de personas de su entorno que se involucraron en casos de corrupción.

-EN SU GOBIERNO TAMBIÉN HUBO CASOS DE CORRUPCIÓN.

-Puede ser.

Es imposible garantizar que no exista corrupción en un gobierno; la diferencia es que ahora hay un estímulo a la utilización de métodos corruptos por parte de líderes del partido oficialista y de personas conectadas al gobierno.

Lula no echa a nadie, o termina enalteciendo a los acusados diciendo que son buenas personas, que en algún momento van a volver.

-Un estudio publicado esta semana en Brasil mostró que la ética no fue el único factor que llevó a Lula al ballottage.

 El voto anti-Lula coincide con las regiones Sur y Sudeste, donde la economía no anduvo tan bien como en el Norte y el Nordeste.

-Claro, no fue sólo la ética.

¿Lula ganó en dónde?

En el Brasil donde el desarrollo económico es más débil y el Estado es más fuerte.

Donde los "favores" políticos son mayores.

Brasil quedó dividido, pero no entre ricos y pobres.

Quedó dividido entre modernos y atrasados.

Cuando Lula fundó al PT, su partido nació para modernizar, porque él estaba en contra de las prácticas de sindicalistas corruptos.

Ahora él reniega de la función de renovación que tenía el PT en su nacimiento.

-Lula afirma que para ganar la elección va a comparar la gestión de él con la suya.

-No hay ningún problema, pero nosotros vamos a responder.

Los momentos son diferentes, y yo asumí los problemas de aquel momento.

El tema es que el PT crea historias fantasiosas: por ejemplo, si sacamos el aumento de salario que Lula dio este año por las elecciones, en promedio el salario creció más durante mi mandato.

Tomemos el empleo: en mi primer mandato, la desocupación era de 5 o 6%.

En el segundo era de 7 u 8%.

Ahora es 10%.

El dice que él creó 7 millones de empleos y nosotros 700.000.

¿Cómo es posible, si ahora el índice de desocupación es mayor?

Y él tiene la ventaja de la buena situación económica internacional.

Si Lula quiere comparar mi gobierno con el suyo, va a perder.

-La impresión que da es que no hay alternativas políticas en discusión, sino estilos.

-Exacto.

El programa, en grandes rasgos, es el mismo desde 1994.

Lo que los brasileños están eligiendo ahora es un estilo de conducción.

El PT introdujo la utilización de la maquinaria del Estado para fines personales o del partido, y a la gente eso no le gustó.

-¿ALCKMIN ES UN CONSERVADOR?

-El nació en la lucha contra la dictadura militar.

El formaba parte del MDB (partido opositor al régimen).

Es serio, fiscalista, quiere conservar mucho las cuentas públicas.

Es católico, pero es mentira que es del Opus Dei.

Es lo opuesto a Lula, porque es un tecnócrata que estudia los temas.

No es un improvisado.

-Usted mantiene un diálogo constante con Alckmin.

¿El va a reducir el alcance de los planes sociales?

-No, no existe esa posibilidad.

Seguramente lo que va a hacer es evaluar mejor adónde va ese dinero y sus efectos.

Lula lo único que hace es repartir plata, y Geraldo va a tener que dar muchas garantías de que no va a terminar con esos planes.

Porque las personas del Norte y el Nordeste están formando su opinión en función del bolsillo.

¡Y es razonable!

Porque en esos niveles de bajos ingresos, la moral es importante, pero la familia también lo es.

Incluso más importante, y no es algo irracional que sea así.

-¿Alckmin y su partido no pierden la "bandera ética" al aliarse con el Partido del Frente Liberal, o con dirigentes sospechosos del interior en busca de apoyo?

-En la política brasileña es difícil no tener alianzas con personas acusadas de algo.

Lula lo hizo, y yo también.

Nuestro sistema requiere alianzas, requiere votos, y en la segunda vuelta todo el mundo participa.

No hay otra forma.

-Nadie, ni su mismo partido, creía que Alckmin podía arrastrar a Lula al ballottage, ¿no?

-Es verdad.

Se pensaba que Lula era invencible.

Alckmin consiguió una proeza, porque el elector podía preguntarse: ¿por qué voy a sacar a éste y poner a uno que no conozco, si la economía va más o menos bien?

Pero Lula comenzó a darle la impresión a la gente de que su victoria sería un riesgo, porque tiene comportamientos muy imprevisibles.

-Al no haber una disputa de programas, lo que hay, entonces, es una disputa de poder entre el PT y el PSDB.

-Miremos a Chile.

Ellos lograron hacer la Concertación.

Se juntaron los socialistas con la Democracia Cristiana, que se odiaban en el pasado, y ahora tienen la misma línea.

Aquí en Brasil los dos principales partidos pensamos lo mismo, pero en lugar de hacer una concertación hacemos una pelea.

-¿Entonces no es posible una "alianza por la gobernabilidad", como propone Lula?

-No es posible una concertación en Brasil, porque hay diferencia de estilos.

Nosotros somos más republicanos.

Lula está proponiendo ahora una "concertación" para ablandar a la oposición.

El perdió la oportunidad en 2003, al asumir.

Ya que él no iba a cambiar mi modelo político, podría haber llamado a una concertación.

Pero acá la lucha es por el poder.

-¿Qué opina de la declaración de apoyo hecha por el presidente Néstor Kirchner a Lula?

-(El presidente venezolano Hugo) Chávez también, creo que (el presidente boliviano Evo) Morales también.

¡Yo no sé qué está pasando con nuestros países, nunca vi algo así en toda mi vida!

¿Qué va a hacer Kirchner si Geraldo gana las elecciones?

Fue una imprudencia de su parte declararle el voto a Lula.

¡Eso no se hace!

-¿LE VE ALGÚN HEREDERO POLÍTICO A LULA?

-Lula no tiene herederos, porque tiene algo de caudillo.

Y un caudillo cree siempre que él es el único, y los que lo rodean también.

-Usted no calificaba a Lula como populista hasta hace poco.

-No lo era.

Lo que ocurrió fue que adoptó técnicas populistas, una retórica populista, sin quebrar la responsabilidad fiscal.

Ahora, va a ser un problema si Geraldo gana, porque vamos a tener que apretar bastante durante un primer año, y eso políticamente es malo.

Era mejor que ganara Lula (risas).

Porque Lula aumentó mucho el gasto público.

No hizo reformas, no avanzó.

-TAMPOCO PROVOCÓ RUPTURAS...

-Lula no es de rupturas.

Lula es un poco un caudillo, con algunos trazos más del peronismo que del chavismo.

Pero Lula no es rupturista porque Brasil no es de rupturas, nunca lo fue.

-¿CÓMO SERÍA UN SEGUNDO MANDATO DE LULA?

-Un segundo mandato de Lula sería más difícil.

No tiene mayoría en el Congreso y va a tener que apretar la economía y las finanzas públicas.

-PARA TERMINAR... ¿QUÉ PIENSA DE LULA HOY?

-Lula es una persona excepcional, que se hizo de la nada.

Pero es una pena, porque está eliminando el simbolismo de su figura.

Lula nunca fue líder, sino símbolo.

Es importante que un país tenga símbolos, e incluso mitos.

Pero ahora el Lula presidente está matando al Lula símbolo.

Para Cardoso, "Lula es un caudillo peronista más que chavista"
Opinó además que el apoyo de Kirchner al actual mandatario fue imprudente

Continuara…


¿Neo-Peronismo o Sub-Peronismo?; M. A. Bastenier, “Periodista eterno”, no leyó a Fernando Henrique Cardoso; Sociólogo, Teórico de la Dependencia y Presidente de Brasil; 1


Fines del 2006, comienzos del 2007; en las reuniones políticas, y sociales, de la embrionaria Política 2.0 chicaneaba a quienes defendían la “transversalidad”; porque el “peronismo” era considerado un “cuerpo insepulto”.

Planteando que los “sub.” 35, gracias al Devenir, terminarían convirtiéndose en paladines de la Neo-Ortodoxia.

Estos últimos, los “pibes”, me miraban azorados; porque en el ambiente de época, donde la “Moda” era reconstruir el Clivaje Derechas-Izquierdas como en la España del PSOE (El País)-PP (El Mundo).

Hasta las Tesis Alto-Bajo de Pierre Ostiguy, hacer clic aquí, eran consideradas “fantasiosas”; ejemplo, Ernesto Laclau aun tenia en transición el “salto de pantalla” sobre el “populismo”.


“1.- En el actual contexto, ¿cree usted que la consolidación del kirchnerismo como expresión de poder significa más "peronismo" o más" centroizquierda"?
Utilizando sus categorías, ¿primará en la política el clivaje entre un estilo "alto" y uno "bajo" de hacer política o jugará más el eje izquierda - derecha?

La pregunta sobre el kirchnerismo es muy buena.

La respuesta correcta es ninguna de las dos cosas y ambas cosas.

Y a la pregunta hay que hacerle otra: ¿en los ojos de quien?

¿Del electorado que puso a Cristina de presidenta o de los Kirchner mismos?

La respuesta podría no ser la misma.

Me explico.

Para mí, no queda la menor duda que A) el grueso del electorado del kirchnerismo es “más peronismo”, y no “más centroizquierda”.

B) Para muchos comentaristas e intelectuales, tanto a favor como en contra del kirchnerismo, el kirchnerismo es “más centroizquierda”—y sin duda, el contraste es obvio con el peronismo de Menem en los años 1990.

C) Pero para los políticos Néstor y Cristina, no lo sé; probablemente para ellos las dos cosas van juntas o más bien las quieren equiparar.

Creo que “en su corazón”, Néstor es más izquierda, pero con el realismo y el pragmatismo de un buen político, sabe que eso debe –y únicamente puede- pasar por el gran movimiento nacional y popular que es el peronismo.

En eso, los K son típicos de la juventud clase media de los años 1970.

Creo que hay un choque muy importante en la Argentina entre el deseo de varios políticos de enfatizar la diferenciación izquierda-derecha (que es muy real), y la realidad electoral y sociopolítica a nivel “masa” (para usar categorías comunes en electoral behavior en las ciencias políticas), que está solidamente diferenciada en la otra dimensión, es decir culturalmente, peronismo y no peronismo, y más genéricamente (y para mí más exactamente) alto y bajo.

¡Ese choque es el drama de la política argentina desde hace ya más de seis décadas!

Este deseo siempre se topa con esa realidad.

Y a eso hay que añadirle los numerosos políticos que no tienen ningún deseo de transcender esa dicotomía, sea por pragmatismo de poder o sea por aversión, estilo, “valores”, o imagen de sí mismo.

Para contestar la pregunta de frente, creo que el kirchnerismo se quiso convertir, en los primeros años, en una tentativa de consolidación de poder de lo que ustedes llamarían centro-izquierda, con el transversalismo, el antagonismo hacia la derecha (y no al anti-peronismo), la mítica de los años 1970 (que como lo escribí en otras partes, consistió en una polarización izquierda-derecha del espacio bi-dimensional argentino).

Y este deseo fue para mí muy genuino.

Pero la realidad electoral y sociopolítica argentina es distinta; y a este nivel científico, no hay por qué privilegiar el 73 mas que, digamos, el 1999 (entre De la Rua y Duhalde), el 1987 (entre Alfonsín y Cafiero), o ya que estamos, el 45-46.

Para mí -y eso lo escribí a mi modo en Pagina/12 el día después del evento (salio el 31/10/07) —el punto de inflexión fueron los resultados electorales de octubre.

Cristina se quiso hacer la Concertación chilena, frente a la Alianza, y terminó al frente del peronismo tradicional, en contra de la Unión Democrática.

Sorpresa, Cristina.

Y Néstor hizo lo único inteligente que se podía hacer:

1) liderar el peronismo antes de que, posiblemente, se le volviera en contra.

2) Dejarse de embromar con una fantasía (de ambos) que no había dado fruto y sincerarse en liderar la identidad política que de hecho había llevado su esposa a la presidencia.

(Mario Wainfeld me tomó el pelo en marzo, escribiéndome que Kirchner
me había hecho caso.)

3) Y liderar el peronismo con mano firme, ya que es un fantástico instrumento de poder, como lo saben muchos políticos oportunistas.

Pero también, siguiendo contestando de frente su pregunta, es “consolidación de nada” en el espacio político.

Pues el peronismo no necesita de los Kirchners para consolidarse como expresión de poder, ya que lo es de todas maneras a nivel electoral, local e identidario.

No es concentración de poder de la centro-izquierda, ya que como bien saben, dicha posición está muy dividida entre los pro-K y los anti-K, en línea con el espacio político bidimensional.

Y al mismo tiempo, es concentración de poder, vía el estado, los recursos, y los esfuerzos (ahora más endebles) de hegemonía.

Para decirlo del modo mas claro que sea, el kirchnerismo es “otra vez” en práctica el peronismo en el poder (con un no-peronismo por definición en la oposición), con un signo de centro izquierda esta vez.

Y si Kirchner quiso darle al peronismo el signo a la izquierda del centro (que según él y varios le corresponde “de verdad” al peronismo), queda claro desde el famoso voto de julio en el Congreso que hay varios elementos del peronismo, como siempre, que no concuerdan con ese signo.

Lo que vemos, como siempre desde 1945, es una pelea dentro del peronismo para apropiárselo.

Vemos ahí una facción de derecha, con Puerta, Menem, y posiblemente Rodríguez Saa, Reuteman y varios mas; el eterno “centro” con Duhalde, quien nunca logra que el equilibrio se centre en él, ya que sus socios de derecha (Menem) o de izquierda (Kirchner) siempre terminan canibalizándole totalmente en el movimiento del péndulo.

Así que estamos de cierto modo en la misma.

Sobre su otra pregunta, más fácil, los dos clivajes políticos existen fuertemente en la Argentina.

Siempre insisto que el espacio político argentino es bi -dimensional.

Y lo es absolutamente, con las dos dimensiones perpendiculares una con la otra.

(Eso no es el caso, por ejemplo, entre el eje económico y el eje cultural en EEUU, donde se observa un “ángulo agudo” entre ambos ejes, es decir, en donde un liberalismo cultural y lo que ellos llaman erróneamente un liberalismo económico se enfrentan a un conservadurismo económico y a un conservadurismo cultural.)

Esa perpendicularidad da más opciones de alianzas posibles en la Argentina.

Creo que dentro del no peronismo, los políticos e intelectuales se ven a sí mismos enteramente diferenciados por el eje izquierda-derecha, pero que a nivel sociocultural la diferencia entre lo alto y lo bajo en la Argentina es mucho más fuerte.

Esto se nota sociológicamente, por ejemplo, en las redes sociales y familiares.

La diferenciación entre alto y bajo es una clave fundamental de la realidad argentina, que va mucho mas allá del estilo -simple expresión de algo mas sociológico-.

De hecho, la Argentina se caracteriza por una clase media comparativamente culta y leída (en contraste, por ejemplo, con la de EEUU), o que lo aparenta, y por sectores populares que muchas veces no tuvieron acceso a eso y que tienen otra imagen de sí mismos.


Continuara…