… uno no se acuesta con quien quiere, sino con quien puede.
Victoria, cantemos Victoria; los primeros frutos de la “normalización” de la Herramienta Electoral se nos ofrecen.
Nosotros, los inexistentes, los que pretendemos pertenecer a un Colectivo Fantasmagórico; le doblamos la muñeca a la Hegemonía Realmente Existente.
Gramsci, desde donde este, debe estar riendo a carcajadas.
Eduardo Aliverti y René Balestra, son dos caracterizados voceros, de la Intelligensia no peronista.
Creadores y Difusores de Línea Política; como Discurso para explicar lo que sucede.
Negadores, por Principios Ideológicos y Morales; de nuestro Derecho a Existir; han tirado la toalla.
El Mundo Ideal de Derechas e Izquierdas, en su mirada erocentrica, nuevamente ha sido abrumado.
No era esa la intención, cuando comenzó el reagrupamiento; maniobra instintiva, que es esencialmente defensiva.
Pero la velocidad y eficacia demuestran, ante el vació del resto de nuestra sociedad; que aun en el Desorden y sin Estrategias Claras somos el Motor de la Transformación.
“El antiperonismo, sobre todo el de la Revolución Libertadora, cometió errores.
Copió, en daguerrotipo, los excesos que terminaba de abatir.
Pero importa mucho desglosar los abusos de los malos usos.
Los primeros son graves pero coyunturales, momentáneos, pasajeros.
Los malos usos son permanentes; están incorporados a la vida cotidiana.
Forman parte del sistema.
Se transforman en una contracultura.
El peronismo es esto último”.
RB
“Hasta que eso ocurra, si es que ocurre, es imposible pensar que pueda surgir otra cosa, sencillamente porque ninguna otra cosa es imaginada como mejor, o probable, por la mayoría del pueblo argentino.
En el poder y en la oposición, perseguido y cómplice, revolucionario y reaccionario, menemista y kirchnerista, el peronismo continúa siendo lo único que marca la cancha en esta sociedad.
Y a esta altura, tras más de 60 años de fundado, eso habla mucho más de esta sociedad que del peronismo”.
EA
Pero la amargura del sapo no ha sido superada.
“Damos vuelta en este molinete alrededor de un pozo vacío y seguimos sin hacer una distinción categórica entre el peronismo y los peronistas.
Lo primero es un sistema perverso que es menester superar; los segundos son nuestros conciudadanos, muchos de los cuales nunca pensarán como nosotros, pero es posible que millones de ellos sean capaces de sentir de una manera parecida.
Sin esa posibilidad esperanzada se torna imposible la tarea ciclópea de la rehabilitación.
RB
La resistencia ha ser dividido y loteado, en beneficio de ese Mundo Ordenado y Pulcro de la Hegemonía Globalizadora; ha sido pasivo.
Sería intelectualmente deshonesto decir que los K no intentaron o no amenazaron intentar otra táctica (en todo caso, puede ponerse en duda si lo hicieron por convicción o por necesidades coyunturales).
Durante el gobierno de él hubo gestos de “transversalidad” y de mostranza de dientes al pejotismo recostándose en probables armados de centroizquierda, incluyentes pero superadores del aparato clásico.
Nunca fueron apuestas en las que se jugara a fondo.
Acostumbrados los unos y los otros a que la gimnasia más cómoda es la que se conoce, los K levantaron el pie del acelerador en su pretensión renovadora y los miembros del politburó peronista –acosados por los vientos que estallaron en 2001– terminaron por digerir a los K, aunque éstos se engulleron a Duhalde.
¿Cómo concluyó todo o, al menos, como concluye por ahora y hasta dónde alcanza la mirada?
Con los unos y los otros cantando la marchita en beneficio de ambos, los cortejados y cortejantes “transversales” o “concertadores” sin saber dónde ponerse y la derecha otro tanto porque, ni en la construcción de poder político-institucional, ni por opciones de liderazgo, ni por alternativas creíbles respecto del modelo, tiene algo distinto para ofrecer.
Macri, Carrió y... (¿y...?) apenas si son comentaristas episódicos.
Ahora es necesario es plantearnos y discutir para que estamos; ¿Cuál es la Razón de nuestra Persistencia?
No viene mal recordar la última consigna del General.
“Mientras nosotros no descansamos para cumplir la misión que tenemos y responder a esa responsabilidad que el pueblo ha puesto sobre nuestros hombros, hay muchos que pretenden manejarnos con el engaño y con la violencia.
Nosotros, frente al engaño y frente a la violencia, impondremos la verdad, que vale mucho más que eso.
No queremos que nadie nos tema; queremos, en cambio, que nos comprendan.
Cuando el pueblo tiene la persuasión de su destino, no hay nada que temer.
Ni la verdad, ni el engaño, ni la violencia, ni ninguna otra circunstancia, podrá influir sobre este pueblo en un sentido negativo, como tampoco podrá influir sobre nosotros para que cambiemos una dirección que, sabemos, es la dirección de la Patria.
Sabemos que en esta acción tendremos que enfrentar a los malintencionados y a los aprovechados.
Ni los que pretenden desviarnos, ni los especuladores, ni los aprovechados de todo orden, podrán, en estas circunstancias, medrar con la desgracia del pueblo.
Sabemos que en la marcha que hemos emprendido tropezaremos con muchos bandidos que nos querrán detener; pero, fuerte con el concurso organizado del pueblo, nadie puede ser detenido por nadie.
Por eso deseo aprovechar esta oportunidad para pedirle a cada uno de ustedes que se transforme en un vigilante observador de todos estos hechos que quieran provocarse y que actúe de acuerdo con las circunstancias.
Cada uno de nosotros debe ser un realizador, pero ha de ser también un predicador y un agente de vigilancia y control para poder realizar la tarea, y neutralizar lo negativo que tienen los sectores que todavía no han comprendido y que tendrán que comprender.
Compañeros, esta concentración popular me da el respaldo y la contestación a cuanto dije esta mañana.
Por eso deseo agradecerles la molestia que se han tomado de llegar hasta esta plaza.
Llevaré grabado en mi retina este maravilloso espectáculo, en que el pueblo trabajador de la ciudad y de la provincia de Buenos Aires me trae el mensaje que yo necesito.
Compañeros, con este agradecimiento quiero hacer llegar a todo el pueblo de la República nuestro deseo de seguir trabajando para reconstruir nuestro país y para liberarlo.
Esas consignas, que más que mías son del pueblo argentino, las defenderemos hasta el ultimo aliento”.
http://www.upcndigital.org/articulo.php?accID=397
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-100423-2008-03-10.html
http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=994188