"El problema para de
Y en este caso el “cordobesísimo” es irrelevante".
disculpe maestro pero no lo entendí
Anonimo.
1. Definiciones políticas
En nuestro país es el Movimiento el que genera
Por eso, si la vanguardia niega al movimiento, desconoce su propia historia y asienta las bases para cualquier desviación.
Esa es la nota distintiva de la lucha de la liberación en nuestro país, que debemos tener siempre presente.
La vanguardia -Montoneros- generada por el Movimiento -el peronismo- debe conducirlo hacia su transformación en el curso de la lucha por el poder y el socialismo.
Esos son los elementos básicos a los que debemos atenernos, lo que existe en la realidad y no en los libros.
Montoneros y el movimiento peronista, al que aspira conducir.
Si eso no se tiene en cuenta, la literatura china o vietnamita no nos sirve, porque tiende a confundir nuestra lucha social con una guerra colonial, en la que la organización en Movimiento, Frente, Partido y Ejército tiene sentido porque se presupone la unidad del pueblo detrás de su conducción y contra el invasor extranjero.
Nosotros en cambio tenemos que empezar por ganar la representación de nuestro pueblo a partir de los elementos con que contamos.
Hasta el 24 de marzo del 76 planteábamos correctamente la lucha interna por la conducción del peronismo.
Después del 24 de marzo del 76, cuando las condiciones eran inmejorables para esa lucha, desistimos de ella y en vez de hacer política, de hablar con todo el mundo, en todos los niveles en nombre del peronismo, decidimos que las armas principales del enfrentamiento eran militares y dedicamos nuestra atención a profundizar acuerdos ideológicos con la ultraizquierda.
Las rectificaciones del Consejo apuntan a esta problemática, pero la insistencia en la creación del Movimiento Montonero con sus ramas nos parece indicar una insuficiente comprensión.
Nuestras formas organizativas deben ser la organización o el Partido Montonero -que incluye a todo lo que genéricamente llamamos fuerza propia- y el Movimiento Peronista.
Eso es lo que existe y a partir de ahí debemos construir.
De otro modo invertimos enormes esfuerzos poniendo todo el Partido a la tarea de inventar el Movimiento Montonero, que no tendrá existencia real.
En esa idea de que podemos inventar una forma organizativa y una identidad características del enfrentamiento en nuestro país, queremos generar las condiciones para que sea distinto y entonces podamos aplicar las fórmulas clásicas de otros países.
Y nos parece tiempo perdido tratar de convertir este enfrentamiento social en una guerra nacional.
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1.2.2. Situación de las fuerzas populares
Los elementos que se señalan no están numerados en orden de importancia.
Debe empezarse por la situación de las masas, que es de retirada para la clase obrera, derrota para las capas medias y desbande en sectores intelectuales y profesionales.
Dentro de ese cuadro solamente sectores del peronismo sindical -Luz y Fuerza y Portuarios- han conseguido frenar el avance enemigo librando conflictos que terminaron en empate.
La posibilidad de tal resultado está dada en ambos casos por la naturaleza crítica de la producción, que es permanente en el caso de los servicios eléctricos y estacional en el servicio portuario (próxima exportación de cosechas).
En el caso de Luz y Fuerza debe computarse además la permanencia de una organización reivindicativa de calidad superior.
Los conflictos mecánicos y metalúrgicos carecen en cambio de esa perspectiva por no afectar producciones críticas en la coyuntura recesiva y deben terminar en derrotas a pesar de una superior calidad combativa de los cuadros.
Esto vuelve a poner sobre el tapete la primacía de la infraestructura básica de servicios y de los sectores obreros ligados a ella.
Priorizar la industria textil o la administración pública como línea sindical me parece un error; en el primer caso porque al subconsumo recesivo debe corresponder a un achicamiento de la industria, y la lucha se da entonces en terreno elegido por el enemigo; del mismo modo librar batalla en la administración -salvo sectores metalúrgicos- es allanar el campo a la ola de despidos que reclama un sector del régimen.
Se insiste, en suma, en la posición ya conocida de este sector del D-I, a saber: que mientras dure el actual proceso de retirada de la clase trabajadora sólo podrá dar combate en sectores críticos delimitados, que son la producción de energía, la exportación de cereales y carnes, la producción y transporte de combustible, las telecomunicaciones, el sistema bancario y el sistema de computación de datos.
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2.2. Nuestra estrategia en el espacio
El punto principal de la autocrítica es, como dice el informe, "la insuficiencia de nuestra política de poder para las masas" y efectivamente ella se refleja, ante todo, en nuestra actitud frente al peronismo.
Mi opinión, compartida por el ámbito subordinado, es que se ha hecho un pronunciamiento prematuro sobre el agotamiento del peronismo y que de ese pronunciamiento derivaron decisiones de importancia capital que hoy están sometidas a prueba.
El punto crítico a partir del cual se decretó el agotamiento del peronismo fueron las movilizaciones obreras de julio del 75 contra el "Rodrigazo".
Allí pareció efectivamente que la clase obrera, al combatir contra un gobierno peronista, firmaba el acta de defunción del movimiento peronista.
Este análisis omitía dos cosas: una, que sectores de vanguardia de la clase obrera estaban dispuestos a rebozar (sic) el peronismo siempre y cuando se diera una dirección de avance contra un gobierno vacilante como el de Isabel Martínez, pero que dentro de esa misma dinámica la clase trabajadora en conjunto, incluyendo las vanguardias, iba a retroceder hacia el peronismo cuando la marea se invirtiese por la presencia militar; otra, el peso efectivo que en tales movilizaciones tuvo la burocracia sindical peronista.
Cabe suponer que las masas están condenadas al uso del sentido común.
Forzadas a replegarse ante la irrupción militar, se están replegando hacia el peronismo que nosotros dimos por agotado y la dirección del peronismo se ha visto subrayada por el gorilismo del gobierno.
En suma, las masas no se repliegan hacia el vacío, sino al terreno malo pero conocido, hacia relaciones que dominan, hacia prácticas comunes, en definitiva hacia su propia historia, su propia cultura y su propia psicología, o sea los componentes de su identidad social y política.
Suponer, como a veces hacemos, que las masas pueden replegarse hacia el montonerismo, es negar la esencia del repliegue, que consiste en desplazarse de posiciones más expuestas hacia posiciones menos expuestas; y es merecer el calificativo de idealismo que a veces nos aplican hombres del pueblo.
En síntesis, creo que el Partido debió, y aún debe replegarse él mismo hacia el peronismo y que la propuesta inversa no es una verdadera propuesta para las masas en esta etapa, aunque pueda llegar a serlo en otra, pero en ese caso ya no se trataría de un repliegue sino de un avance.
Otra línea de análisis que concurrió para decretar el agotamiento del peronismo es la que, también a priori, ha resuelto que en
Afirmaciones desmesuradas de este tipo proceden, a mi juicio, de una falta de formación histórica.
El capitalismo en decenas de países ha sobrevivido a crisis más graves que la actual crisis argentina.
Para dar un solo ejemplo, "la crisis definitiva" del capitalismo en Alemania debió enunciarse por primera vez en 1848, y aunque generaciones de revolucionarios reiteraron ese anuncio durante un siglo y cuarto, no se concretó ni siquiera en el período terrible -para los capitalistas- de
Naturalmente si nosotros pensamos que la crisis del capitalismo es definitiva, no nos queda otra propuesta política que no sea el socialismo más o menos inmediato, acolchado en un período de transición, y esa propuesta contribuye a relegar el peronismo al museo.
Todos desearíamos que fuera sí, pero en la práctica sucede que nuestra teoría ha galopado kilómetros delante de la realidad.
Cuando eso ocurre, la vanguardia corre el riesgo de convertirse en patrulla perdida.
Creo que estos son los ejes de nuestra equivocada estrategia, y que en cambio son secundarias o derivadas las contradicciones masas-aparato, interior-Buenos Aires, etc., ya que la resolución de las mismas es materia de ejecución, mientras que los ejes políticos que planteamos son materia de concepción.
Aún esas antinomias, si se toman como subordinantes y no como subordinadas encierran peligros considerables, y el mayor de ellos es omitir la singularidad de la configuración geográfica, histórica y social argentina, que es su núcleo urbano de 12 millones de habitantes y 60% de la población obrera, de la que necesariamente -a mi juicio- debe brotar también la singularidad de nuestro proceso revolucionario.
Hecho que por ahora apuntamos sin perjuicio de intentar desarrollarlo por separado.
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Los métodos de análisis:
La línea del Partido y los documentos que la expresan en los últimos 18 meses revelan, a mi juicio, una fuerte influencia del pensamiento maoísta en el aspecto político y de la doctrina de Clausewitz en el aspecto militar.
Obviamente no se trata de cuestionar la utilidad de instrumentos que reposan en las experiencias fundamentales, sino de verlos como productos históricos.
De esa visión surge la necesidad del propio producto histórico.
Establecida esta necesidad aparece lo que a mi juicio es la principal falencia del "pensamiento montonero", que es un déficit de historicidad.
Ese déficit no estaba en la mente de los compañeros que para darle un nombre a la organización acudieron a la historia argentina (y latinoamericana) que va de
Esa visión inicial, sin embargo, se agotó en sí misma.
En los actuales documentos montoneros apenas figuran referencias de historia argentina anteriores a 1945, ni siquiera a los propios caudillos montoneros.
Creo que en ese vacío histórico subyacen las "leyes" de la toma del poder en
Hay dos fallas del pensamiento de izquierda en las que re cae, a mi juicio, el pensamiento montonero cuando analiza su problema central; ¿que es la toma del poder?
Una, privilegia las lecciones de la historia en que la clase obrera toma el poder y desdeña aquellas otras en que el poder es tomado por la aristocracia, por la burguesía.
Ni Marx ni Lenin procedieron así.
Ambos dieron a la toma del poder por otras clases un carácter ejemplar.
La segunda falla deriva de la primera, y remite al punto de partida, a saber, la historicidad de nuestro pensamiento.
Puesto que las lecciones de historia en que la clase obrera toma el poder se dan solamente a partir de 1917
Y solamente en otros países, ése es el nivel cero donde empieza nuestro análisis.
Un oficial montonero conoce, en general como Lenin y Trotsky se adueñan de San Petersburgo en 1917, pero ignora como Martín Rodríguez y Rosas se apoderan de Buenos Aires en 1821.
La toma del poder en
Perón desconocía a Marx y Lenin, pero conocía muy bien a Irigoyen, Roca y Rosas, cada uno de los cuales estudió a fondo a sus predecesores.
Rodolfo Walsh
Oficial de Inteligencia - Montoneros,
Buenos Aires, 23 de noviembre de
http://www.rodolfowalsh.org/spip.php?article2232
¿Tengo que traducirlo?
El Turco Menem no solo estudio al Viejo, sino también al Gallego Alfonsín.
Duhalde ídem a ambos, mas los viejos Gobernadores Conservadores, desde Alsina en adelante.
Néstor Kirchner, que estudio a los anteriores, y analizo sus fallas; “cerro” políticamente con las “organización reivindicativa de calidad superior”, MTA de Moyano.
Y se lanzo de cabeza a “disputar” la jefatura de
“Aún esas antinomias, si se toman como subordinantes y no como subordinadas encierran peligros considerables, y el mayor de ellos es omitir la singularidad de la configuración geográfica, histórica y social argentina, que es su núcleo urbano de 12 millones de habitantes y 60% de la población obrera, de la que necesariamente -a mi juicio- debe brotar también la singularidad de nuestro proceso revolucionario”.
Es, lo que venimos llamando el “Bloque”; Sindicatos+Territoriales+MMSS; y el ex Presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardozo, denomina “sub.peronismo”; porque con Lula se da el mismo fenómeno.
Entre los Sindicatos y los MMSS se esta dando una “Fusión Fría”, generando un “Continuo Social”; y no solo se da en el Kirchnerismo, también sucede lo mismo en el Peronismo anti K y el Progresismo anti K.
Es un fenómeno de abajo hacia arriba, que tarde o temprano, va a terminar colisionando con las tesis de los “Sectores medios en Disputa” de Chacho Álvarez.
Se suele olvidar que ESOS Sectores, por Conformación Sociológica, SIEMPRE prefirieron a un de
Por supuesto no son el enemigo, pero tampoco SON el MOTOR de
Cuando hay crisis se alinean con los Sectores Bajos; “Caceroleros y Piqueteros”; pero cuando se estabiliza la situación, AUTOMATICAMENTE, se vuelven a alinear con el Establishment.
Repito, no son el enemigo; es SU CULTURA el problema.
Volviendo al tema del “Bloque”, sin el cual NO hay Probabilidades de que un Peronista sea Presidente, y es lo que determina que el “Cordobesismo” sea irrelevante.
Esta por delante la “Fusión Caliente” con los “Territorios”; o sea, ensamblar y articular, “tenemos que empezar por ganar la representación de nuestro pueblo a partir de los elementos con que contamos”.
Y eso implica, inevitablemente, “hacer política, de hablar con todo el mundo, en todos los niveles en nombre del peronismo,”
Para Abril-Mayo del 2012 hay que renovar las “Autoridades” de la “Herramienta Electoral” Nacional (PJRA), y de
El mismo rush que se dio luego de las elecciones del 2007 se volverá a dar a partir de la noche del 24 O.
CFK tendrá la reelección, los Diputados y Senadores Nacionales que ella eligió; el Vice Gobernador, los legisladores Provinciales y algunos Concejales que también ella designo.
Pero DENTRO de esa reorganización, TODOS son reclutas Fernández, no hay galones que no se hayan ganado LOCALMENTE.
Si quiere hacer pesar sus kilos objetivos, tendrá que armar listas y competir.
La otra alternativa es vivir un Julio de 1975; volver a leer a RW.
Un abrazo peronista.