jueves, 20 de octubre de 2016

Voto electrónico; “vos ya votastes, andate o llamo a la Gendarmeria…”

De sólo imaginar que un sistema electrónico puede ser vulnerado sin incluso saberse, no puede ignorarse.

Lo vimos cuando, en el debate con los especialistas en la comisión parlamentaria, Alfredo Ortega hackeó la base de datos de los empleados del Congreso con apenas el enlace de la invitación digital a la disertación.

Allí, delante de todos, llevó el pendrive con la prueba y la recomendación para reparar el agujero o la falla de seguridad, cosa que se hizo de inmediato (tarde, por supuesto).

Cualquiera que está leyendo hace meses sobre este debate habrá visto cómo puede vulnerarse el secreto del voto, generar una versión tech del voto cadena o clientelar, como demostró Javier Smaldone, entender las fases que tienen mayor oscuridad e incapacidad de garantizar la integridad del voto.

Todo esto se ha probado y hasta se han puesto a disposición de los decisores políticos los argumentos del Superior Tribunal de Justicia alemán cuando determinó, en 2010, que el voto electrónico es inconstitucional para su país por la fundamental razón de que no garantiza el simple control ciudadano en todas sus fases.

A esta altura no vale la pena argumentar, ya que queda claro que el “problema” es el “sufragio” en sí mismo.

Disgustan los resultados, que no casualmente, suelen adversar las “opiniones” de las elites; por lo tanto han decidido “salvarnos de nosotros mismos”.

Como lo expreso, sin anestesia, Carrio en Animales sueltos.

Como no se dispone del Partido Militar, y además está mal visto la “ausencia de Democracia electoral”.

Se va directamente a un “sistema” inteligible, con “Autoridades” de mesa que “dependen orgánica y jerárquicamente” de los Poderes Ejecutivos nacionales, provinciales y municipales.

No sé si a los Académicos republicanos les “explicaron” el “motivo” que origino la creación de fiscales o testigos.

Como ya dije más arriba, en la mayoría de los casos, quienes “presiden” el sufragio SON por ley “empleados públicos”, y subsidiariamente ciudadanos obligados por Carga Publica.

Es razonable sospechar que SIN “control ciudadano”, se le hace más fácil al Oficialismo “extorsionar” vía laboral a quien debe; no solo “identificar” al su fragante, sino que además debe “contabilizar” los “resultados”, y labrar el acta con los mismos.

Así, pues, como me decía en mi infancia un viejo “personalista”, los fiscales eran para FISCALIZAR a las “autoridades de mesa”, que eran quienes más “oportunidad” de realizar fraude tenían.

En fin, si a ello le agregamos el sumun de los Partidos de Notables; la “ausencia” de “partidarios” que escorchan con “reclamos y planteos”.

La Junta de notables del siglo XIX, que “seleccionaba” entre ellos quienes desempeñarían los Poderes Ejecutivos y Legislativos, queda ahí nomas…

PD para los Renovadores, que terminan de suicidarse, solo es necesario “mover” un 5% los guarismos” en los “lugares adecuados”; para que Mauricio los deje “culo p’arriba.

Y no es precisamente en La Matanza o Soldati.

Sino más bien en lugares “insospechables, como Caballito, Vicente López, Morón, La Plata, Córdoba Capital o Rosario

Donde se “superponen” los votos en “disputa”.

Verbigracia, FR 30% y PRO 25%, se transforma en PRO 30% y FR 25%.


Y anda a reclamarle a la Fiscal de la Republica.

Mercaderes de la palabra.

Crónica de los últimos 50 años de la Burguesía Cultural argenta.

Por un pícaro “timbrero” del Conurbano, que escalo hasta los “despachos” internacionales, a golpes de teclas como si fueran remaches.

“Contando”, ¿ficcionando?, todo lo que escuchaba o veía.

Aunque le haya costado la excomunión de esa misma Burguesía, y la interdicción de su Templo por definición.


“Timbrero”, vendedor puerta a puerta de todo lo imaginable.


Habitual en las periferias hasta las llegadas de las “cadenas” en los años 90.