Antes de Modart, antes de la Tablada , en plena Interna
de millones; antes de los saqueos por
hambre, con pleno empleo y la Híper
como Dominatriz.
Antes del Caracazo, antes de la Plaza de Tienan Men, en
pleno desfile de Ejercito Rojo en el Kremlin, antes del Fin de la Historia y el Ultimo
Hombre.
Esperaba a mi hijo, que ya no esta; su Madre, la mente de Nietzsche
en un cuerpo para el pecado, aun no recitaba Ecce Homo y Parerga y Paralipómena
en su esquizofrenia paranoide.
Tantas cosas pasaron desde entonces, pero Suéter aun nos
acompaña, con su lírica tan…;…tan llana y ordinaria, sin complejidades,
describiendo una realidad (con minúscula) tan llena de ellas.
Chau, hasta mañana.