En nuestros conurbanos la sociedad pobre creció, sobrevivió y se
organizó al margen de la tutela y la protección del Estado.
Su lugar fue ocupado por diferentes asociaciones, que traducen el
complejo entramado social, y por liderazgos fuertes, de personas que encabezan
la acción colectiva y se hacen cargo de las necesidades del conjunto.
…………….
Se trata de un intercambio cotidiano, continuo, que en un momento se
expresa políticamente, en la asistencia a una marcha o en una elección.
En el primer caso el colectivo es visible y quiere serlo: desde el
transporte hasta las pancartas.
En el comicio, el colectivo negociado -denominado "el
paquete"- se disimula, y se traduce en votos singulares, secretos.
Pero reconocibles por el puntero, quien certifica el cumplimiento de
los términos del acuerdo.
Es común llamarlo clientelismo.
Es una palabra genérica, pobre y descalificante.
No da cuenta de los matices de una relación compleja, siempre abierta y
en proceso, en la que hay también independencia e imprevisibilidad.
Cada persona pertenece simultáneamente a varios colectivos, y su
lealtad bascula entre ellos.
Los compromisos políticos son flexibles, graduales y reversibles.
Los intercambios requieren no sólo una base material, sino también
sintonías de forma, tono y trato.
La gente no se entrega ni obedece, sino que "acompaña".
Manejar todo esto requiere una enorme sabiduría artesanal.
Nada es automático.
Todo es cambiante, y a la vez regular, como en un caleidoscopio.
Al final, se traduce en votos, singulares, cuantificables,
acumulativos.
A veces, cambian los gobernantes.
Usualmente los ratifican.
Omix, que es un Cuadro Político, los torea y los opera con
la cuestión de las garrochas; cuando sabe perfectamente que no se trata de
dirigentes, ni de la “pareja en crisis del Galicia”, ni del “Relato” con “autocrítica”
incluida.
Massa es secundario, repito por milésima vez, Sergio Tomas
Massa es un “cebo” para los Sectores Medios.
La clave es la disputa por los 2º y 3º Cordón, donde están los
que “votan
o matan, sin pasión”.
No se trata del “bon sauvage”, como suponen la
pequeña burguesía bien pensante; que cree en su infatuada ingenuidad que se
comportaran como la UCR
con Raúl Alfonsina.
Del 52% en 1983, al 2% en 2003.
Sicarios rusos, sin pasión, no es una metáfora inédita del
Coronel G, ya la había planteado un Coronel yanqui, sobre el estupor de un
Coronel nazi en Ucrania.
El oficial Waffen SS Josef Kramer odia a los rusos porque no se ajustan
a la imagen que de ellos le ha inculcado la propaganda: los odia por haber
desmentido todos sus prejuicios:
"Odiaba a los rusos porque lo habían embaucado, a él y a millones
como él.
Habían dejado creer al mundo que eran toscos bárbaros cuando de hecho
-y cualquiera podía verlo- eran espectaculares ingenieros, formidables
agricultores e increíbles, colosales soldados.
Odiaba a los rusos porque había llegado a Ucrania esperando liberar a
campesinos borrachos, estúpidos y bonachones, del furioso desgobierno de
satánicos judíos, pero se había encontrado luchando contra soldados tan rubios
como él, de igual coraje, igual fanatismo y un equipo tremendamente efectivo.
El equipo le preocupaba.
¿De dónde había salido, de la pobreza, del hambre y del terror del
bolcheviquismo?
Esos hombres no eran borregos.
Tampoco eran maniáticos.
Eran tenaces, valientes, astutos, fanáticos."
Coronel P. M. A.
Linebarger, autor de Psychological Warfare, 1948; y Essays on military
psychological operations, Special Operations Research Office, 1965.
Los “sujetos sujetados” habían aprendido, Y RESUELTO, lo planteado
por John Holloway UNA GENERACION ANTES.
A partir del Holocausto del 30 de Octubre de 1983.
“El (capital) invita constantemente a los que se oponen a él a meterse
en su terreno de organización.
Araña inteligente:
Si se oponen a nosotros, organicen un partido para ganar el control del
estado por la elección.
Si no pueden hacer esto, organicen un ejército para vencernos y ganar
el control del estado por esa vía.
Si eso es demasiado extremo para ustedes, pueden organizar una ONG y
ayudarnos en el proceso de formación de políticas”
El peronismo se ha transformado a si mismo en el Sistema, el
Régimen, el Estado sin Estado; la
Maquina de Guerra Nomadica “devorando” la Maquina
Administrativa Despótica de Deleuze.
Es verdad que, en el centro, las comunidades rurales quedan atrapadas y
regladas en la máquina burocrática del déspota, con sus escribas, sus
sacerdotes, sus funcionarios; pero, en la periferia, las comunidades emprenden
una especie de aventura, con otra clase de unidad, nomádica en este caso, en
una máquina de guerra nómada, y se descodifican en lugar de dejarse
sobrecodificar.
Hay grupos enteros que se escapan, que se nomadizan: no como si
retornasen a un estadio anterior, sino como si emprendiesen una aventura que
afecta a los grupos sedentarios, la llamada del exterior, el movimiento.
El nómada, con su máquina de guerra, se opone al déspota con su máquina
administrativa; la unidad nomádica extrínseca se opone a la unidad despótica
intrínseca.
Y, a pesar de todo, son fenómenos tan correlativos y compenetrados que
el problema del déspota será cómo integrar, cómo interiorizar la máquina de
guerra nómada, y el del nómada cómo inventar una administración del imperio
conquistado.
En el mismo punto en el que se confunden, no dejan de oponerse.
El discurso filosófico nació de la unidad imperial, a través de muchos
avatares, los mismos que conducen desde las formaciones imperiales hasta la
ciudad griega.
E incluso en la ciudad griega el discurso filosófico mantiene una
relación esencial con el déspota o con su sombra, con el imperialismo, con la
administración de las cosas y de las personas (se encuentran todo tipo de
pruebas de ello en el libro de Léo Strauss y Kojève sobre la tiranía) (e).
El discurso filosófico siempre ha permanecido en una relación esencial
con la ley, la institución y el contrato que constituyen el problema del
Soberano, y que atraviesan la historia sedentaria que va de las formaciones
despóticas hasta las democráticas.
El «significante» es en verdad el último avatar filosófico del déspota.
Si Nietzsche se separa de la filosofía es quizá porque es el primero
que concibe otro tipo de discurso a modo de contra- filosofía.
Es decir, un discurso ante todo nómada, cuyos enunciados no serían
productos de una máquina racional administrativa, con los filósofos como burócratas
de la razón pura, sino de una máquina de guerra móvil.
No comprender la dinámica de los últimos 30 años, porque se NIEGAN
los 80 como causa necesaria de los 90, generan las sorpresas como las del
domingo.
Que no solo ha dejado estupefactos a los Offos; sino también
a los mismos Oppos; que festejan sin darse cuenta que la van a extrañar a CFK.
Tal como extrañan a Cafiero, Menem, o el mismísimo NK.
Los Caníbales, “bon sauvage”, eligen jefes a los les
aplica con una ferocidad sin pasión “a la cabeza o con la cabeza”.