miércoles, 3 de enero de 2018

La Patria Contratista, El Cohete a la Luna y el “blanquismo” literal y simbólico.

Luego fue a ver a Galtieri, junto al canciller Nicanor Costa Méndez.

Frente a la Rosada, lo aguardaba una gigantesca manifestación armada por el Gobierno para impresionar al enviado americano.

Logró el efecto contrario: Haig pensó que estaba poco menos que en el Irán de Khomeini.




“Cumbia, nenx. Las celebraciones de Año Nuevo en Punta del Este ratificaron que la cumbia y el reggaeton son las músicas elegidas para bailar.

A diferencia de otros años, cuando la electrónica era reina en el Este, este verano no quedan dudas: el cachengue suena toda la noche”

Fuegos artificiales, fiestas en casas y cumbia: así celebraron el Año Nuevo en Punta del Este



¿Adónde va el Frente Renovador?

Por Felipe Solá y Daniel Arroyo

Publicado 4 días atrás en 31 diciembre, 2017



La crítica de Engels, dirigida contra el fetichismo de la barricada, se apoyaba en la evolución de la técnica en general y de la técnica militar.

El arte de la insurrección



Un tipo especial de discriminación se ha generalizado desde mediados del siglo XX contra personas que son denominadas como «cabecitas negras», «negros», «negritas», «gronchos», «grasas», etc. y que están relacionados fundamentalmente con gente de clases bajas.

En muchos casos, «se han racializado las relaciones sociales»141​ y simplemente se utiliza el término «negro», para denominar a la persona de clase social baja, sin relación alguna con el color de su piel.

En las relaciones laborales es de uso habitual entre las personas que poseen cargos de importancia en empresas en manejo de personal, referirse a los trabajadores como «los negros».

También en la vida política es habitual que ciertos grupos se refieran a los simpatizantes del peronismo como «negros», con un sentido despectivo.

p. 79 y ss
MARGULIS, Mario; URRESTI, Marcelo (1998). La segregación negada: cultura y discriminación social. Buenos Aires: Biblos. ISBN 950-786-224-2.




Otro estudio realizado por investigadores de varias nacionalidades, y publicada también en PloS One Genetics, en 2015, dio por resultado que la composición argentina estaba constituida por un 67,3% de aporte europeo, un 27,7% de aporte amerindio, un 3,6% de aporte africano, y un 1,4% de aporte asiático.10​

El estudio grafica también cómo el 90% de la población argentina posee una composición genética notoriamente diferente a la de europeos nativos, evidenciándose por tanto un perfil propiamente latinoamericano de mestizaje o mixtura en el grueso poblacional argentino.10​