Es jueves al mediodía.
El restaurante del Jockey Club está repleto.
En una mesa, Jorge Brito (Banco Macro), habla con otros dos hombres
trajeados, también banqueros, aunque de bajísimo perfil.
En la otra, Alejandro Bulgheroni, de Bridas, saluda de lejos a Eduardo
Costantini.
La noche antes, en el Círculo de Armas, algunos de los mismos
personajes habían participado de la tradicional "tertulia de los
miércoles", en la que después de escuchar hablar a Federico Pinedo
(diputado del Pro), entre whisky y whisky un grupo de hombres charlaba
alegremente con Carlos Pedro Blaquier, de Ledesma.
Aunque estas escenas nunca ocurrieron, perfectamente podrían darse
cualquier día, cualquier mediodía o noche en algunos de estos dos clubes.
Cuna de empresarios, políticos y hombres de alcurnia, el Jockey Club y
el Círculo de Armas siguen siendo dos de los circuitos sociales más selectos de
Buenos Aires.
Pertenecer a cualquiera de ellos tiene sus privilegios: ambos tienen
acuerdos de reciprocidad con los clubes más selectos del mundo, permiten la
práctica de algún deporte y lo que es aún más importante: son escenarios
frecuentes de coquetas comidas y de reuniones clave, donde pueden dirimirse
negocios multimillonarios.
Estilo de vida
Tradición, clase y
negocios
El Jockey Club y el
Círculo de Armas, dos clubes que agrupan a empresarios, políticos e
intelectuales
La diferencia entre Poder y Potencia, es que el primero se
ejerce o no se tiene.
Puede ser duro y brutal, desde ya; pero también puede ser
blando, persuadir, la más efectiva; aunque no es para cualquiera.
Potencia es exhibición, el Poder como ritualizaciòn; la demostración
de musculatura y agresividad acotada por la disciplina y/o urbanidad.
Los Desfiles Militares y Partidarios, las Procesiones
religiosas, etc.
También puede ser un “farol”, querer correr con la “vaina”,
cantar “falta envido con negras”.
Pero, como en los párrafos de la nota de arriba, es una
advertencia no verbal; no necesito que ME Relaten, porque Soy lo que Soy.
¿Alguien lo puede dudar?
En un país normal, las autoridades no anuncian el retiro de la policía
del centro histórico de la ciudad con el objetivo mezquino de que, si algo
sucede durante una movilización, toda la culpa caiga sobre sus organizadores.
Por fortuna, los organizadores estuvieron a la altura del desafío.
He ido a innumerables manifestaciones en mi vida.
Esta fue una de las más ordenadas, tranquilas y cordiales.
Uso el último adjetivo para subrayar que se trataba de los "rudos
camioneros", de los trabajadores que limpian las ciudades todas las
noches, de los transportadores de caudales, etc. etc.
En efecto, en una plaza que estaba en un 80% ocupada por esos hombres
acostumbrados a una cotidianidad donde la fuerza física es el combustible de
trabajo, donde se tomó cerveza y fernet como si estuviéramos en la previa del
sábado, durante cinco horas no vi ni un manotazo.
Tampoco un punga (de haber estado, tendría vocación suicida).
O sea que la Plaza
se autorreguló sin necesidad de la policía que la Presidenta había usado
como arma de una chicana política.
En vez de instrumento del Estado, un sobrante de la retórica.
Ese ordenamiento, con mucho ruido de redoblante y bombo, con muchos
petardos, también acogió a las agrupaciones trotskistas y sindical-socialistas.
Durante la desconcentración, una impecable columna del PO, formada
sobre Diagonal Norte, pedía sin cesar:
"Paro y movilización nacional".
A su lado pasaban los muchachos con las banderas verdes y blancas de la Juventud Sindical.
Ni un empujoncito.
Coincidieron con la CGT
dirigentes gremiales (como los metrodelegados) y agrupaciones políticas, como
el Partido Obrero, o sociales, como la Corriente Clasista
Combativa.
Un regalo de la Presidenta
Beatriz Sarlo
Guste o disguste, con las limitaciones que mencione en los
post anteriores; esos son los dos Protagonistas de la Guerra Social que hemos vivido
los últimos 70 años.
Que no por casualidad, es el enfrentamiento que se plantea en
el Atlántico Norte, con el intento de Socializar las Perdidas de la Crisis de la Globalización.
Los MO de Europa son los dispositivos más voluminosos y
organizados de resistencia frente a los ajustes; aun al costo sojuzgar a los
brazos políticos; no importa si son laborismos, socialdemocracias o socialismos.
Los Trotskistas pueden tener muchos defectos, pero nadie
puede negar que estén al día con las Grandes Confrontaciones Internacionales.
Estar con parte de la Burocracia no es incoherencia, es la oportunidad
de un potencial Clase contra Clase, si todo se termina desmadrando.
Además de la chapa, para ufanarse con los Camaradas europeos
y americanos. ;-P
En cuanto al resto de los actores sociales y políticos…,
mejor otra cita del Estado Mayor Intelectual de la Hegemonía , la Tribuna de Doctrina.
"Pertenecer –concluye Espeche– tiene sus privilegios, se trata de
lugares con códigos propios que facilitan negocios y alianzas.
Hay un deseo inconsciente de pertenecer, aun por parte de quienes
execran verbalmente las paqueterías y demás.
El síndrome Galimberti sería una trágica versión de lo que
menciono".
Ultima página
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sentirse paquete
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Viton
Yo no soy tan tajante, prefiero hablar de Síndrome Lopérfido;
para que cargar a quienes no habían nacido, con las responsabilidades ajenas.
En fin, todo un post para que se entienda que es el Club
Americano y sus asociados.