¿La alternativa del recién nacido frente podrá resultar competitiva
frente a la propuesta binaria del peronismo?
Parece improbable, aunque no imposible; hay un año y medio por
delante.
Sea
como fuere, sostenemos desde hace tiempo que existe una forma de reunión
opositora que emparejaría la disputa electoral y proporcionaría un mayor
sentido al voto.
Esa
coalición, o como quiera llamársela, debería sumar a Pro, de Mauricio Macri,
más vale pronto que tarde, con la vista puesta en un único candidato presidencial
para 2015.
Entiéndase
bien: un único candidato para la primera vuelta.
En
caso contrario, no lo habrá para la segunda.
Se
han escuchado respetables voces que rechazan de plano esta posibilidad.
Rechazamos el rechazo: nos parece que existen argumentos para
apuntalarla, tanto desde el punto de vista político y electoral como desde el
ideológico y programático.
Y
siempre es una discusión que vale la pena emprender.
¿Por
qué decimos que si la alianza de centroizquierda y Pro marchan, cada uno, en
solitario, lo más probable es que no alcancen a pasar a la segunda vuelta?
Ello se debe, entre otros factores, y antes que nada, a que en buena
parte atraen a los mismos sectores de votantes (hablamos en especial de las
clases medias y medias bajas urbanas), y por consiguiente ese caudal se
dividirá.
También
las hostilidades de campaña se nutrirán de esa división, y a su vez la incrementarán.
Nada
garantiza que reunir a Macri con la centroizquierda sume matemáticamente sus
votos y no pierda algunos por el camino.
Nada
asegura que Macri acepte dar este paso.
Pero
es una apuesta razonable.
Esta nueva coalición haría un buen papel en varios de los grandes
distritos (ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza), reforzaría sus
opciones en provincias chicas y medianas, y evitaría un resultado apabullante
en la provincia de Buenos Aires, donde persiste la debilidad de los partidos no
peronistas.
Tendría,
si llega al ballottage, tanta o quizá mayor capacidad de tracción de votantes
dispersos que el seguro rival peronista.
………
La Concertación chilena, próxima a nosotros, y la gran coalición
alemana, más alejada, son ejemplos típicos de esta desideologización que, de
cualquier modo, nunca llega a ser absoluta.
Los "relatos" pueden ser diferentes, las antipatías o las
bendiciones personales no dejan de ejercer su influencia, pero el hecho es que
estos frentes "contradictorios" gobiernan, y hasta suelen ser
reelegidos.
El populismo peronista, transideológico y transinstitucional, no
tiene autoridad para criticar estas aproximaciones políticas cuando en diversas etapas de su historia ha incorporado, sin otro
requisito que la capacidad de obediencia y olvido, expresiones extremas de la
derecha o la izquierda.
¿Cuál
debería ser el programa mínimo de esta nueva coalición opositora, teniendo en
cuenta que su oferta estaría dirigida a una sociedad que ya parece haber
agotado sus reservas de confianza en los líderes políticos?
¿Cómo evitar que otra vez escuchemos la (verosímil) muletilla de que
sólo el peronismo puede gobernar?
………
No
se trata de divagaciones sobre supuestos acuerdos de cúpula en el siempre
imprevisible ballottage.
Tengan, señores dirigentes, el coraje y la falta de prejuicios para
unirse, lo antes posible, e iniciar la construcción de un nuevo bloque
histórico, una nueva república social, después de setenta años de predominio
populista.
No
tienen el éxito asegurado, porque enfrente está un adversario que conoce la
administración del poder y tiene tanto derecho como ustedes a gobernar en
democracia, pero sí un pronóstico más auspicioso que la inapelable derrota de
los asustados y los divididos.
¿Qué se puede agregar a lo pronunciado por el autor de “La
Republica Perdida”?
Lo primero, y fundamental, la “perturbadora convergencia”
con los análisis y disquisiciones publicados en este blog; desde 2007.
No se trata tanto de la “genialidad propia”, que no
existe, sino mas bien que lo “Real” del devenir ha “demolido” los “constructos”
ajenos.
Por lo tanto, más que “hablar de giros” ideológicos, estamos
frente a la “prepotencia” del “Ser” de
una Sociedad Civil que “sopapea” las “Ilusiones” del “Deber Ser” de las Elites
argentas.
El “llamamiento”, angustiado desde ya, a una “Alianza de
Clase”; los tan “deseados” Sectores Medios o “lagente”.
Y, a la vez, reconocer que por sí solos NO ALCANZA.
Siendo apenas un “abroquelamiento” defensivista frente al
“asalto” de las “hordas demagógicas” encuadradas por Clientelistas y Burócratas.
La “Guerra Cultural” por la Hegemonía no solo es Real;
sino que, además, la están perdiendo por paliza.
Ya que, a nivel de “Praxis Organizativa”, los “individuos”
decimonónicos se ven “superados” por las “Masas” de Canetti y Deleuze.
Que hasta tienen el tupe de “subvertir”, mediante
Clausewitz, los conceptos de John Holloway.
“El capital populismo invita constantemente a los que se oponen a él a meterse en su
terreno de organización.
Araña inteligente:
Si se oponen a nosotros, organicen un partido para ganar el control
del estado por la elección.
Si no pueden hacer esto, organicen un ejército para vencernos y
ganar el control del estado por esa vía.
Si eso es demasiado extremo para ustedes, pueden organizar una ONG y
ayudarnos en el proceso de formación de políticas”
¿Que son las PASO?, sino una “Invitación” (sometimiento
de la Voluntad) a los “Oponentes” a “competir”.
Porque las “apariencias”, que no es más que “data” no
contrastada “empíricamente”, indicarían que “solo el peronismo puede gobernar
la Argentina”.
Desde “La Republica perdida” y “No habrá más penas ni
olvido” de 1983, como “nadir” del peronismo, al “cenit” actual; implico una “Larga
marcha” cultural de 30 años.
Aunque hay mas semejanzas del vía crucis del Compatriota
latinoamericano Capitán Prestes que de Mao y los suyos.
Abel Fernández me pregunto, hace muy poco, sobre lo que “aprendimos” quienes “nos quedamos en la Plaza del 1º de Mayo de 1974”.
La “respuesta” más adecuada, en mi insignificante opinión,
la dio Verbitsky; uno de los “responsables políticos” de la “ruptura”.
“En
el peronismo, los Derrotados corren raudos en auxilio de los Vencedores…”, y
agrego por mi cuenta y riesgo, “…y los Vencedores los esperan con los
brazos abiertos”.
Por negarnos a ser “sectarios y excluyentes” florecen las
caracterizaciones de “transideológico y
transinstitucional”.
Sospechándonos de “obediencia
y olvido” “irrestrictos”,
en base a SUS propios Prejuicios sociales.
Si bien el Peronismo ES un Populismo, hace generaciones
que SUPERO la fase “Carismática”; 12 de Junio de 1974.
Y, más que un ¿Populismo 2.0?, como “Partido Dominante”
de Sartori; parecería que “evoluciona” hacia una fase 3.0, ¿una “Cultura Hegemónica”?
Expresándolo en el lenguaje de los medios audiovisuales
masivos:
“Somos
los Borg.
Prepárense
para ser asimilados.
Sumaremos
sus características biológicas y tecnológicas a las nuestras.
La
resistencia es fútil.”
Reconozco que la metáfora es burda, ¿qué se puede esperar
de un “predicador callejero”?
Pero, mientras no se genere una corriente “revisionista”
que “analice desprejuiciadamente” las últimas décadas, ES LO QUE HAY.
Y, con lo que tenemos que OPERAR en el MUNDO REAL.
La Argentina NO ESTA CONDENADA al peronismo, que lo CREAN
los OTROS, si no les “da la cabeza” porque se las “limo” el “Paco ideológico”.
El "Einfühlungsvermögen" de nuestra propia “Weltanschauung”,
el NOS-OTROS “misional” para IN-CORPORAR, es lo que nos permite “articular lo heterogéneo”; no solo nos “diferencia”, es la “razón”
de la “supervivencia” en base al “aprendizaje” perpetuo.
La
anarquía y la unidad son una sola y misma cosa, no la unidad de lo Uno, sino
una más extraña unidad que sólo se reclama de lo múltiple.
Características
generales de la masa
La masa siempre quiere crecer:
No
existe ningún límite preestablecido que circunscriba el número de integrantes
de una masa a una totalidad definitivamente cerrada.
Por
el contrario, la masa siempre tiene el impulso de acrecentarse (incluso las
masas cerradas tienen la posibilidad de estallar, convirtiéndose así en una
masa abierta).
En el interior de la masa siempre reina la igualdad: en
el fenómeno de la masa las diferencias entre los individuos se diluyen en pos
de la fuerza común; se trata de un cuerpo en el que todos los elementos son
iguales en la medida en que están fundidos en un mismo cuerpo unificado.
La masa ama la densidad: la densidad se refiere a
la proximidad anímica y puramente física de los cuerpos que integran la masa.
En
la formación de una masa se invierte el temor a ser tocado por el otro, el
temor a transgredir los límites individuales de la persona, con lo que aparece
una formación en la que los integrantes de la masa se encuentran en constante
contacto los unos con los otros sin importar el "quién" particular de
cada uno de ellos.
Las
masas aman la densidad dado que propician y auguran ese contacto indiscriminado
de los unos con los otros en pos de la unidad general.
La masa necesita una dirección: la masa "está en
movimiento y se mueve hacia algo".
Para
la subsistencia misma de la masa y para la prevalencia del sentimiento de
igualdad entre sus integrantes es fundamental que exista una meta común que
esté por encima de las metas individuales de los integrantes.
Esta
dirección funge como elemento de cohesión de la masa siempre y cuando sea una
dirección común e inalcanzada.
Es
verdad que, en el centro, las comunidades rurales quedan atrapadas y regladas
en la máquina burocrática del déspota, con sus escribas, sus sacerdotes, sus
funcionarios; pero, en la periferia, las comunidades emprenden una especie de
aventura, con otra clase de unidad, nomádica en este caso, en una máquina de
guerra nómada, y se descodifican en lugar de dejarse sobrecodificar.
Hay
grupos enteros que se escapan, que se nomadizan: no como si retornasen a un
estadio anterior, sino como si emprendiesen una aventura que afecta a los
grupos sedentarios, la llamada del exterior, el movimiento.
…….
Pero,
por otra parte, el nómada no es necesariamente alguien que se mueve: hay viajes
inmóviles, viajes en intensidad, y hasta históricamente los nómadas no se
mueven como emigrantes sino que son, al revés, los que no se mueven, los que se
nomadizan para quedarse en el mismo sitio y escapar a los códigos.
PD sobre el “nadir”; después de las elecciones de 1983 ni
siquiera teníamos la “intemperie” que tanto TEMEN los no peronistas.
Sin la “justificación” de ser “electoralmente” la “mayoría
automática”; solo quedaba “juntar los pedazos” y poner TODO a “análisis y discusión”.
El resultado es el “cenit” actual.
PD 2, para quienes siguen considerando al peronismo como
una “patología” argenta, el siguiente video para "darles la razón", jijijiji.