Pues los descubrimientos condicionan no solamente nuestros conocimientos, sino incluso nuestra manera de pensar.
Si la geometría no euclídea suscitó en su tiempo virulentas oposiciones
(no entre los matemáticos, se entiende), es que no parecía verdadera y se
consideraba entonces un sacrilegio en el ámbito muy conocido, puro y perfecto
de las matemáticas: ¿dos geometrías podrían entonces enunciar «verdades »
distintas?
Henri Poincaré
explicó en sus obras destinadas al público en general (entre otras La
Ciencia y la hipótesis) que no era en estos términos que se planteaba la
cuestión.
La única verdad que debe buscarse en
matemáticas es la siguiente: si admito tales axiomas, entonces tengo
necesariamente tal conclusión.
La adecuación de tales o cuales axiomas a tal o cual
aspecto del mundo real es una cuestión que se refiere a los especialistas de
estos ámbitos, y no es que el matemático está sólo allí para proporcionar herramientas
seguras y teoremas que garanticen la
exactitud en todas las partes donde los axiomas se aplican (lo resumió Paul
Valéry en «el razonamiento puesto en
conserva»).
Bertrand Russell
formuló el asunto de manera más provocadora enunciando en broma que
finalmente «las matemáticas son la ciencia donde no se
sabe ni de lo que se habla ni si lo que se dice es verdadero».
Albert Einstein
lo dijo de una manera más diplomática:
«En tanto que beneficie a la
realidad, la geometría euclídea no es
verdadera.
En tanto que es verdadera, no produce
beneficio a la realidad».
Los números varían en más de 20 puntos
Los cuatro encuestadores reunidos evidenciaron las
diferencias que existen al medir la opinión pública.
Artemio López y Luis Costa creen que Cristina Kirchner
se mantiene en un nivel similar o apenas menor al del año pasado.
Federico González ve una caída considerable, mientras
que Graciela Römer se para en un punto intermedio.
Las diferencias en la imagen de la Presidenta son de
más de 20 puntos.
En el debate en PERFIL tampoco coincidieron en cómo
explicar esas distancias.
—¿Por qué se dan tantas diferencias?
LOPEZ: Por cuestiones metodológicas.
RÖMER: Es una situación extraña, esto no sucede en
otros países.
Uno podría adjudicarlo a inexperiencia, pero no es el
caso.
Llevamos muchas décadas de análisis de opinión
pública, hay consultoras reconocidas.
Por eso pongo en esto un enorme signo de
interrogación.
Y de ninguna manera es algo que puede ser atribuido a
diferentes metodologías.
COSTA: Hay muchas razones por las cuales una encuesta
puede dar diferente a otra.
Es muy normal.
La cobertura territorial, el método de recolección...
el método telefónico te limita.
R: Pero estamos hablando de encuestas serias.
Eso lo sabemos todos.
GONZALEZ: Todos conocemos las cuestiones metodológicas
de manera suficiente.
Y tampoco soy un purista metodológico, hay pequeñas
oscilaciones.
Ahora, cuando tenemos que una medición da 39 de imagen
y otra da 60 parecería que las encuestas no sirven para nada.
DE LAS BASES A LA CÚPULA
LA NACION estrena con esta nota una serie de artículos
que contará cómo se hace política en la Argentina.
Cada semana se develarán historias, personajes,
debates y reglas de funcionamiento de una agrupación.
Su militancia en la base y sus conexiones con la
cúpula del poder.
Se incursionará en submundos con otros códigos, como
los gremios y los centros de estudiantes.
A partir de historias particulares, surgirán las
claves de la militancia en el siglo XXI.
Para los estrategos del Gobierno, más importante que
obtener un 40% de votos en 2013 sería lograr una amplia diferencia sobre el
segundo e instalar que esa brecha implicaría un virtual plebiscito en favor de
la reelección.
Con ese porcentaje, el Frente para la Victoria sumaría
diputados a su bloque actual e intentaría presionar con la reforma.
¿Cómo lograr esa diferencia?
El nuevo sistema de elecciones primarias abiertas y
simultáneas obligatorias (PASO) tiene un virus no detectado por los opositores
en las presidenciales de 2011.
Si en las PASO de agosto de 2013 la oposición se
divide el voto entre cinco o seis alianzas por distrito, que ronden entre 5 y
15%, el Gobierno se conformaría con lograr 35 o 40%, en especial en la
provincia de Buenos Aires.
En el lapso entre agosto y las elecciones de octubre
intentaría convencer a votantes y dirigentes territoriales rivales de que no
tendrán destino si no es en el Frente para la Victoria.
El voto útil sería el voto por el oficialismo.
Eso podría agigantar la ventaja original, como ocurrió
en 2011.
Hubo candidatos a diputados opositores que podían
entrar en el Congreso con los números de agosto y no lo lograron en octubre.
El escenario perfecto para la Presidenta en la
provincia de Buenos Aires sería que Francisco de Narváez, el macrismo y el
peronismo disidente se presenten en alianzas separadas.
Así, Alicia Kirchner o Sergio Massa se cortarían
solos.
Salvo si Daniel Scioli o Massa se desprenden del
kirchnerismo.
Lo mismo festejaría Olivos si Ricardo Alfonsín (UCR) y
Margarita Stolbizer (GEN) confirman su dis- persión en el arco progresista de
origen radical.
En la ciudad de Buenos Aires, la Casa Rosada podría
alentar la postulación del ex gobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá para
restarle votos a la lista de Mauricio Macri.
En Mendoza, Cristina apoyará al PJ, pero podría
alentar al Partido Demócrata para distraer votos del favorito, Julio Cobos.
En Córdoba quiere lanzar una lista kirchnerista en contra
del candidato del gobernador José Manuel de la Sota, enfrentado a la Casa
Rosada.
En Entre Ríos, ésta apuesta a la división entre los
peronistas Jorge Busti y Héctor Maya.
El Gobierno prevé una mejora económica para acrecentar
sus chances, pero pelea contra algunos fantasmas: en 2009 perdió pese a que
repartió muchos recursos.
Las elecciones legislativas suelen liberar los temores
de la gente.
La soberanía del pueblo está, como lo afirmó Rousseau,
por encima de cualquier contrato:
"No hay ni puede haber ninguna ley fundamental
obligatoria para el cuerpo del pueblo, ni aun el mismo contrato social".
Los de Carta Abierta son doctos, pero es una novedad
que Julio Pereyra esté leyendo a Rousseau.
Cuando escuché su frase, tuve la alegría de comprobar
que no sólo el decálogo populista del siglo XX ha fecundado el pensamiento de
los intendentes bonaerenses, sino también los clásicos de la filosofía
política.
Pereyra, de manera más sencilla, pero no menos
filosófica que Carta Abierta, señala el camino.
…………
Por otra parte, es una exageración decir que
Cristina Kirchner concentra la autoridad legislativa y el poder soberano.
Apenas si imparte órdenes que son
obedecidas, pero ella no se sienta en el Congreso ni tiene su despacho allí.
……..
Cristina no tiene sucesión porque su cuñada Alicia no
mide en las encuestas, su jefe de Gabinete Abal Medina tampoco, y los esfuerzos
por dar vibración al nombre de Máximo todavía le suenan inverosímiles incluso a
los miembros de la familia.
Boudou, que estaba en carrera, se lesionó al tropezar
con los cordones mal atados de sus propias zapatillas.
La Presidenta no es culpable de que ni su cuñada ni su
hijo sean las figuras adecuadas; tampoco tiene una responsabilidad sobre el
escaso atractivo de Abal Medina.
Pero es la única responsable de que Boudou sea
vicepresidente.
Ella hizo esa jugada temeraria.
Si en lugar de Boudou hubiera elegido a alguno de sus
representantes distinguidos en el Congreso, no tendría tan cerca a un hombre de
conductas inciertas, en el mejor de los casos un sospechoso.
Fue la Presidenta la que habilitó a Mariotto para que
avanzara sobre Scioli, y en esa misma jugada perdió otro hombre, cuyo máximo
pecado no es ser de derecha sino tener una popularidad relativamente
independiente del carisma que desciende desde la Casa de Gobierno.
De todos modos, muchos vetaban a Scioli desde mucho
antes.
……….
En las reuniones donde Carta Abierta discutió el
borrador de la número XII, María Pía López, miembro distinguido del
nucleamiento, dijo:
"Yo creo que la reforma es urgente
fundamentalmente, hay que ser muy explícito, porque está en juego la
continuidad de este gobierno y porque el kirchnerismo no tiene otro candidato
que Cristina Fernández de Kirchner.
Porque este proyecto político no puede ser
continuado por personas como Scioli y porque hasta el momento no ha surgido un
candidato alternativo.
Podemos discutir todo lo que queramos acerca
de la necesidad de las reformas legales, las transformaciones sociales, etc.,
pero creo que hay que ser muy explícito en la necesaria defensa de la cláusula
reeleccionista.
No hay otro candidato, por lo menos en este
momento, dentro del movimiento político que acompañamos".
La mirada de los otros:
La Nación camina en la cuerda floja cuando fulmina la
idea.
Algo ha cambiado en el siglo XXI: la platea de
doctrina debe a veces sofrenar la sinceridad, disimular su idiosincrasia.
El clima de época imperante desautoriza ciertos
discursos.
Nadie podrá aseverar si esta variación perdurará por
siempre o por mucho tiempo.
De momento, discriminar “de frente” queda muy feo,
deja en falsa escuadra, aun a un medio confesamente procesista.
Aleluya, por lo pronto y mientras dure.
En el ínterin, pues, La Nación no descalifica la
inteligencia de pibes o pibas.
Ni siquiera subestima a los inmigrantes con más de un
año de residencia en el país, que podrían ser comprendidos en el nuevo régimen
electoral.
Su argumento en contrario es endeble, de oportunidad.
No hay que hacer tantas reformas en poco tiempo,
ralentan.
El año pasado se implantaron las Primarias Abiertas
Simultáneas y Obligatorias (PASO), rememora el editorial.
Y alerta: su resultado anticipó el de las elecciones
generales.
O sea, la herramienta que es un avance, ya ensayado en
la provincia de Santa Fe, se descalifica por una contingencia coyuntural: hubo
demasiados votos para Cristina Fernández de Kirchner.
Pecado mortal, para el dogma pseudorrepublicano.
Sobraron motivos políticos, económicos y sociales para
explicar el aluvión en las urnas, es necio atribuirlo monocausalmente a la
innovación de las PASO.
De ahí a la excomunión del mecanismo hay un milímetro
de distancia, el periódico mitrista lo recorre a paso redoblado.
- - -
Luces y sombras:
El kirchnerismo, claro está, tiene luces y
sombras en sus desempeños en esta materia.
Las candidaturas testimoniales fueron un
enchastre, una pésima praxis.
Fíjese usted qué casualidad: ante esa
añagaza el “rebaño” de votantes, los “rehenes” castigaron al kirchnerismo como
nunca antes y nunca después.
En cambio, las PASO aportan a la calidad
institucional.
También a la combinación entre la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual y la reforma política que abrieron una hendija de
oportunidad a partidos minoritarios para irrumpir en los medios.
Unos cuantos diputados opositores, mayormente de
origen progresista o de centroizquierda, tenían presentados proyectos
semejantes al que moviliza, a su ritmo habitual, el senador Aníbal Fernández.
Un síntoma de la etapa: no se abroquelaron con los
adversarios a todo lo que mociona el oficialismo. Insisten en sus propuestas,
bregan por debatir detalles.
Algunos, como la no obligatoriedad del voto, abren
discusiones sugestivas.
La diferenciación de los bloques opositores vuelve a
dejar de lado el diseño del Grupo A tan infausto para sus propias chances y
para la calidad democrática.
Enhorabuena por el viraje, que enfila bien.
El ex gobernador socialista Hermes Binner recordó que
se afilió al socialismo no bien cumplió 16 años.
El ex presidente Raúl Alfonsín y muchos
correligionarios han referido anécdotas similares.
Afiliarse no era un trance de iniciación, sino de
convalidación posterior.
En otros tiempos, la vocación política brotaba joven.
Para algunos, seguramente para una proporción
minoritaria... pero su sangre transfundía fuerza y novedad.
De eso se trata, casi siempre.
En aquellos años, la Argentina era gobernada por una
pequeña elite con muchos intereses en el sistema agroexportador.
La economía creció gracias a la exportación de carne,
cuero y grano, durante un boom en los precios mundiales de estos commodities.
Como todas las experiencias de crecimiento bajo
instituciones extractivas, no vino acompañado de innovación ni de destrucción
creativa.
Durante la Primera Guerra Mundial, la creciente
inestabilidad política y las revueltas armadas indujeron a esa elite a intentar
ampliar el sistema político, pero con esto desataron fuerzas fuera de su
control, y en 1930 vino el primer golpe de Estado.
Entre esa fecha y 1983, la Argentina osciló hacia
atrás y hacia adelante entre dictaduras y democracias, y entre diferentes tipos
de instituciones extractivas (…)
En los períodos de gobierno civil hubo elecciones de
tipo democrático.
Pero el sistema político estaba lejos de ser
inclusivo.
Desde el auge de Perón, en los años 40, la Argentina
democrática ha estado dominada por el partido político creado por él (...).
Los peronistas ganaban elecciones gracias una
maquinaria política enorme, que triunfó mediante la compra de votos, el
clientelismo y la corrupción (incluidos contratos oficiales y empleos estatales
a cambio de apoyo político).
En un sentido, era democracia, pero no plural.
El poder estaba muy concentrado en el Partido
Peronista.”
“El que no está en Unidos y Organizados no es
kirchnerista”, resume crudamente Quito Aragón, referente de la Corriente Nacional
Martín Fierro.
Lo cierto es que si se aplica el criterio (muy
extendido puertas adentro) de dividir al oficialismo entre “propios” y
“aliados”, los unos formarán parte del nuevo armado y los otros quedarán
relegados a un rol cada vez más secundario.
La idea, justamente, es desplazar al PJ del rol
central que ocupa, por default, en la coalición kirchnerista, confía un eximio
armador oficialista consultado por este diario.
“La Cámpora por su cuenta no tiene el peso
específico, como no lo tienen el Evita, Kolina, Nuevo Encuentro o ningún otro
espacio –explica–.
Ahora, si se logra que todos los espacios
que conforman el kirchnerismo articulen en el territorio y hay voluntad
política, la correlación de fuerzas ya es otra.”
La siempre tensa relación que el kirchnerismo mantuvo
con el justicialismo desde el 2003 no es un tema menor a la hora de encarar un
armado de estas características.
“El PJ es un partido político, una
herramienta política más dentro del kirchnerismo.
Una muy importante, claro, pero hoy en día
no es la central”, asegura Aragón.
“Por ahora, el peronismo está fuera del
esquema.
Lo que pase en adelante dependerá de varias cosas,
principalmente de cómo evolucione la relación con Scioli”, señala un legislador
del FpV que también conoce las internas justicialistas.
De todas formas, varios dirigentes que forman parte o
provienen del PJ, entre ellos varios intendentes y gobernadores, participan o
se interesan por el armado de Unidos y Organizados.
…………
Así, La Cámpora, el Movimiento Evita, Kolina, la
Martín Fierro, la Corriente Nacional Peronista, la Corriente de la Militancia,
Peronismo Militante, Nuevo Encuentro, el MILES de Luis D’Elía, el Partido
Comunista Congreso Extraordinario, el Frente Transversal que lidera Edgardo
Depetris y la CTA que responde a Hugo Yasky, entre otros espacios, continuaron
con los encuentros después del acto de Vélez, primero a nivel nacional, pero
pronto bajando al territorio, donde estará el trabajo fino.
“Que todos apoyamos
a Cristina está claro, lo complicado será llegar a acuerdos en cada distrito:
allí es donde afloran las diferencias”, explica un testigo de esos encuentros.
En algunos lugares Unidos y Organizados ya salió al ruedo: es el caso de
Córdoba, donde la mesa local firmó un comunicado la semana pasada repudiando la
represión del gobierno local sobre trabajadores estatales durante una protesta.
………..
“El 2013 y el 2015 son momentos tácticos, citas que
uno no puede eludir, pero esto va a tomar valor estratégico si podemos
proyectarlo más allá, si lo ponemos en perspectiva estratégica para pensar en
sostener el modelo nacional y popular, que es lo que necesita la Nación”,
plantea González.